Nutella: es una marca de crema de cacao y avellana endulzada elaborada por una empresa italiana.
ALEXANDER BIANCHI
—No estoy lista —se le corta la voz a Hannah —No puedo.
La observo atento, no la miro con decepción, ni nada parecido.
Le he contado cosas que no se la he contado a nadie, a excepción de Luke, pero que ella sepa ahora me hace saber que ella tiene algún tipo de poder en mí, ella tiene el control. Como dijo Jack "Le gusta tener el control de todo" y ella ya tiene el mío, eso me asusta. Todo en mí aún está acelerado por la mezcla de sentimiento que se mezclaron con fuerza, no me enoja que ella no me quiera contar, en fin, cada uno con sus tiempos.
—No importa —acaricio su mejilla —Algún día tú me contarás y yo te escucharé.
Hannah me da una sonrisa que deja a la vista un poco sus dientes, la traigo hacia mí rodeándola con mis brazos descansando mi barbilla en su hombro.
—Deberíamos dar este día por finalizado —murmura Hannah.
— ¿Quieres volver a la casa?
—Sí.
Se separa de mi, pasándose hacia el otro lado –ella dijo que no se iba a alejar–, pongo el auto en marcha y Hannah va todo el rato con la mirada perdida en el camino hasta quedarse dormida.
Cuando llegamos a la casa, Alonso nos recibe junto a los chicos con la cena lista así que ambos pasamos directo a la mesa. Entre conversación y conversación con Hannah nos vamos soltando y terminamos sonriendo más.
Al terminar, le informo a Hannah que iré a la terraza y que ella se adelante a mi habitación, pero me detiene envolviendo su mano en mi muñeca.
—Vamos a dormir —propone.
Relamo mis labios, dispuesto a negar, pero su rostro me hace seguirla.
—Vamos.
Después de ducharnos y cambiarnos, Hannah se acuesta y se acerca a mí, sin querer terminamos acurrucados con ella encima de mí y con las mantas hasta la cabeza mientras mis brazos rodean su cintura
— ¿Estás molesta por mi actitud de hace rato?
Me es imposible no preguntarle, ya que no quiero que esté molesta conmigo y puede que la haya tratado mal cuando íbamos camino al auto.
—No... Todo lo que ha pasado en estas horas ha sido extraño —hace círculos en mi hombro, distraída. — ¿Mañana vamos a salir de nuevo?
—Sí.
—Gracias por hacer este viaje inolvidable, Alex. Gracias por abrirte conmigo.
—Gracias a ti, stellina.
—Buenas noches, Alex.
Pego mis labios a frente por unos segundos antes de acomodarme con ella encima para dormir.
****
— ¡Alexander! —gritan en todo mi oído.
Me muevo y tapo el odio sintiendo un extraño pitido agudo que se instala, abro mis ojos con cuidado encontrándome con la cara de Hannah sorprendida.
—Creo que te grite muy fuerte —hace mueca con los labios mientras sigo tapando el oído.
Cuando el pitido agudo ya se calma me paso las manos por mi cara.
— ¿Qué sucede?
—Debemos salir luego o se hará tarde para volver después.
Asentí y baje mi mirada por su cuerpo observando que ya está vestida lleva puesto: una blusa corta blanca de manga larga que tiene botones, pero solo lleva abrochado dos, su abdomen se nota, también lleva una falda acuadrille que parece de colegiala solo que es de un color crema suave junto a las líneas de color negro que se ajusta a su cadera. Lleva unos botines blancos de punta.
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Por Nosotros© ✓
Romance(TERMINADA) A ella su pasado la atormenta, pero a pesar de eso siempre demuestra una sonrisa. Él frío, seductor y seguro. Ambos quieren tener el control. A Hannah Hudson le gusta jugar. Y a Alexander Bianchi le gusta ganar. Un trato excitante sobra...