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07 | El beso.

ALEXANDER BIANCHI

Hannah Hudson me tiene las bolas de colores, literal, llevamos un tiempo conversando y ya me puso cachondo, ella sabe lo que quiere, quiere que follemos, pero ¿Para qué joder una amistad por una chica?

Ahora la mano de Hannah va subiendo por mi pierna mientras ella no pierde el contacto visual mientras se relame los labios, su mano está por tocar mi entrepierna cuando la alejo y sujeto sus mejillas preso de querer besarla y más.

—Escucha Hannah, si yo quiero te follo ahora mismo —la incite acercando nuestros rostros—Porque ambos nos tenemos ganas, pero respeto mi amistad con mi amigo, tu hermano —recalque.

En ningún momento se acojona como algunas chicas lo han hecho, ella no baja la mirada, me sigue mirando con desafío y picardía, y eso me prende.

— ¿Entonces si te gusto? —pregunta sonriente.

—Imposible que no me gustaras, solo te lo dije para mantenerte alejada, pero veo que no funciona —confieso.

— ¿Me decías que no era de tu gusto?

Una sonrisa escapó de mis labios mientras ella mordía los suyos.

—Pues si lo eres, Hannah.

Ella mordió su labio y relamí los míos.

—Hagamos un trato —propone.

Lo pienso por unos segundos, hacer un trato con ella puede ser peligroso, empezando porque Hannah es provocadora en todos los sentidos, pero como el hombre inteligente que soy voy a aceptar.

—Dime —ella sonríe.

¿En qué mierda me estoy metiendo?

— Si logro que follemos, me refiero a penetración, en un mes, tú me deberás algo, y en el caso que no lo logre, yo te deberé algo a ti.

Suelto sus mejillas cuando noto que estamos demasiado cerca, paso una mano por mi cuello antes de hablar:

— ¿Lo que yo quiera? —Asiente —Entonces acepto demás qué te ganaré.

— ¿Trato? — me pregunta ofreciendo su mano.

Dudoso la acepto.

—Trato.

Se sienta a mi lado, pegándose a mi cuerpo.

—Veamos algún programa —afirma su cabeza en mi hombro cambiando la televisión.

No la alejo para no ser descortés, ella no habla y yo tampoco, en un momento volteo a verla y se ha quedado dormida intento alejarla, pero es imposible, echo mi cabeza hacia atrás suspirando y cerrando los ojos hasta que todo se vuelve negro.

******

— ¡Mierda! —escucho una voz para luego escuchar algo que se cae rompiéndose.

Abro mis ojos viendo de lado a Liv desvió la mirada hacia sus pies donde hay un plato roto con ricas galletas destrozadas.

—Alex, podrías pararte, por favor —pide Hannah.

Automáticamente me levanto ¿Cómo llego mi cabeza ahí? Porque mi cabeza estaba literalmente encima de las piernas de Hannah.

Ella se levanta caminando hacia Liv dándome una perfecta vista de su trasero, me dan ganas de apretarlo. Y ahí recuerdo el puto trato que hicimos.

¿Por qué acepté? Ni siquiera estaba bajo los efectos del alcohol.

— ¿Qué ha pasado? —aparece Dylan con Naomi.