23 | Coliseo.

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ALEXANDER BIANCHI

Hannah está terriblemente borracha y lo único que tengo claro es que voy a matar a Adriano y Fabricio, por tomarse toda la botella de amaretto o mejor le dejaré ese trabajo a Alonso cuando se dé cuenta de que ya no queda.

— ¿Qué mierda está pasando aquí? —digo parado en la puerta.

Lo peor: Es que Hannah solo tiene puesto el brasier y un short que dejan expuestas sus cremosas piernas.

—Nada... Solo nos esta... Estamos comiendo —dice Adriano y se ríe — ¡No! ¡No! Estaaa... Estamos divergentes ¿Divergentes? —pregunta y ríe —No, no... Estamos divirtiéndonos y conociendo a nuestra cuñada.

Dios dame paciencia para no asesinarlos.

—Se acabó la diversión —digo caminando a Hannah, pero ella se levanta y se desequilibra —Vamos —pido cuando estoy a su lado.

—Ven atraparme —dice antes de ponerse a correr.

La miro con algo de diversión, pero a la vez frustración porque tengo sueño, y en este momento me vale todo mierda solo la quiero llevar a la cama, conmigo.

—Hannah ¿Es en serio? —le pregunto mientras ella intenta correr porque está toda desequilibrada y se debe agarrar de cosas —Ustedes dos están muertos —señalo a los gemelos.

Me acerco a paso apresurado a Hannah, la tomo de la cintura y ella me mira con sus ojos cafés toda divertida.

—Me atrapaste —ruedo mis ojos —Ahora corre tú y yo... y yo te comeré —ríe.

En un movimiento rápido la cargo en mi hombro y salgo del cuarto de juego, dirigiéndome a mi habitación con ella protestando. Al entrar dejó a Hannah en la cama y ella me miró con picardía mientras muerde sus labios.

—No tendré sexo contigo Hannah —le aclaro.

— ¿Por qué? —Cuestiona haciendo un puchero —Si no me das placer, perderás —alagar la "a"

—Me importa una mierda perder —le digo acercándome a ella —No me voy a aprovechar de tu estado.

—Ja, claro Alex, ahora eres santo —se burla antes de bostezar mientras se soba la frente riendo.

Parece loca.

—No me aprovecharé de ti, así que solo te sacaré el short y te pondré la sudadera para que duermas más cómoda —Hannah bufa.

Busco la sudadera y me acerco a Hannah le ayuda a sacarse el short y accidentalmente me quedo mirando su cuerpo semi-desnudo. Alex concéntrate.

—El brasier —murmura.

— ¿Qué?

—Tienes que sacarlo, no me gusta dormir.... no me gusta dormir con el bra —dice.

Mierda. Pensé que esto sería más fácil, lentamente saque su brasier dejando expuesto sus senos, que mandaron una señal a mi pene el cual empieza a despertar. Dejo el brasier a un lado, con cuidado paso las yemas de mis dedos por ellos. No, joder.

Rápidamente sacó la vista de ellos y empiezo a ponerle la sudadera que le cubre hasta un poco más arriba de la rodilla. Ella me extiende sus brazos como un bebé.

—Cargarme hasta mi lado —pide sonriendo con los ojos cerrados.

La tomo de los muslos y ella sube como koala. Y la cargo hasta su lado de la cama la dejo en la cama, pero ella no se suelta incluso reafirma el agarre.

Por Nosotros© ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora