18 | Novia

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ALEXANDER BIANCHI

Esto se está convirtiendo en una locura, una locura que me encanta más de lo que debería.

Debería irme, pero algo me lo impide, no quiero que ella piense que soy igual a los otros chicos con lo que estuvo, que solo buscan sexo para luego irse. Estábamos cansados por lo que pronto nos quedamos dormidos con el cómodo silencio que había.

Ahora observo como su pelo cae por su espalda, mi brazo pasa por su cintura, no sé en qué momento llegamos a esta posición, pero no me alejo solo la contemplo, sé que Liv y Naomi llegaron hoy hace unas horas, ya que escuche como golpearon la puerta pero no entraron.

Hannah empieza a mover y cierro los ojos porque sé que se está despertando percibo como se quiere escapar de mi agarre, pero le abrazo más cosa que nuestros cuerpos choquen, bufo cuando ella se empieza a mover más.

— ¡Alex! —vocifera.

Se remueve hasta que logra darse vuelta sintiendo su respiración chocar en mi cara. Me hago el dormido y empiezo a abrir los ojos de apoco.

—Hola, Hannah —saludo mientras me llevo una mano a la cara para tratar de borrar mi sonrisa.

Alexander ¿Qué te pasa? Diría Luke si me viera.

— ¿Qué haces aquí? —me pregunta Hannah.

—Me ofendes —bromeo, pero sus lindos ojos me miran con incredulidad —Dormir ¿Qué más voy a hacer? —me encojo de hombros.

Hannah sonríe y yo trato de ocultar la mía.

—Alex esto es sexo, nada más que sexo.

—Lo sé —le respondo.

Quedamos en silencio un momento, pero me entra una duda, que anoche me mato por preguntarle las varias veces que vi. Que vi su cicatriz en el abdomen bajo.

Yo conozco el significado de esa cicatriz, la vi varias veces en mi mamá cuando íbamos a la playa.

— ¿Hannah? —Hago una pausa mentalizándome que puedo joder todo — ¿Tú eres... eres mamá?

Abre un poco sus ojos.

—Nunca doy explicaciones sobre lo que ven en mi cuerpo, ni de mis tatuajes, ni de mis marcas, ni de mis cicatrices —dice remarcando cicatrices.

No lo dice de una forma molesta, ni siquiera parece molestarle mi duda y si lo hace, lo oculta bien.

—Entiendo, pero la duda... me come... Solo es un sí o no, no haré más preguntas hasta que tú decidas contármelo, solo dime ¿Eres mamá?

Ella parece dudarlo un momento, me mira a los ojos y me arrepiento de mirarle los suyos, en sus ojos veo tantas cosas temor, desesperación, duda.

—Sí, lo fui —es una respuesta tan corta, pero tan sincera.

Mierda. Mi estómago se revuelve.

No sé qué más decirle y quiero hacerle más preguntas, lo fue ¿Qué significa? Nunca había sabido que Jack era tío, siendo que él se lleva muy bien con los niños, la lengua me pica por preguntar más, pero parece que Hannah lee mi mente.

—Dijiste que no harías más preguntas —refunfuña levantándose dejando a la vista su desnudez —Ahora me iré a bañar... ¡Mierda!.. La universidad.

Salgo de la cama rápido mi erección mañanera es potente después de dormir con semejante mujer, especialmente al ver el cuerpo desnudo de Hannah.

— ¿Compartimos ducha? —la pregunta sale sola de mi boca.

Hannah alza sus cejas con diversión.

Por Nosotros© ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora