JACKSON HUDSON
—Jack, tengo hambre —reí.
Me levanté de la cama, estábamos viendo una película y ahora vamos por la segunda, ya que la primera pasó rápido porque casi ni le dimos atención, pero si le dimos atención a nuestros cuerpos.
Tomo los shorts que se encontraban tirados en el piso de su habitación, ella sigue desnuda recostada siempre después de que tenemos sexo le empieza a dar hambre y digamos que me gusta consentirla.
Salgo y camino a la cocina para tomar un par de cosas, estoy en su casa donde ella vive con sus padres, sin embargo ellos pasan poco tiempo aquí. Tomo todo lo que encuentro antes de volver.
Ella me sonrió al verme y dejé los paquetes de comida en la cama antes de lanzarme encima de ella.
—Jack —ella ríe.
Tomo su rostro volviendo a besarla, sus piernas rodean mi cintura acercándome a su cuerpo, joder, bajo mis manos por sus curvas devorándola.
—Cariño —me separé —Pensé que tenías hambre.
—Pero te puedo comer a ti ¿O no?
Sonreí besándola con cariño, Abigail representa ternura conmigo, pero con personas desconocidas no. Hundo mis manos en su pelo, me encanta sentir como su pelo se enreda en mis dedos y tiró de ellos un poco.
—Jack —se queja riendo —Tu lado salvaje me gusta, pero justo ahora después de varias sesiones y horas tengo hambre.
Sus ojos grandes con el iris negro me observan mientras yo bajo un poco mi mirada por su cuello fino y sus senos grandes.
—Entonces, ponte algo de ropa cariño, porque si seguís así terminaré tomándote por las malas —bromeo.
—Me presta tu camisa —pide.
Asentí dejando un beso en sus labios antes de levantarme. Tome mi camisa pasándosela, está la tapaba hasta por completo, pero ella se levantó y tomó unas bragas limpias.
Volvió a la cama, abrimos los paquetes con comida y empezamos a comer, en realidad ella empezó, yo tomé mi celular viendo mis redes sociales hasta que desvié mi mirada a ella que veía la televisión.
Note que se había hecho coleta mal arreglada el pelo de Abigail es liso, la comida se pierde entre sus labios grandes rellenos y rosados, siempre me pareció que tenía una nariz llamativa al ser tan fina y con agujeros tan pequeños, aún recuerdo cuando le pregunté si le costaba respirar y ella solo se rió de mí.
Mi mirada a baja sus piernas las cuales rasca donde hay una pequeña picada de zancudo, Abigail nota mi mirada por lo que me mira sus pómulos toman color sonriéndome y le sonrió de vuelta, sus dientes a pesar de ser imperfecto los encontraba bonitos, tienen unas pequeñas separaciones que son notorias, pero que a mí me gustan.
—Jack, si me sigues mirando pensaré que te has enamorado de mí.
Me encojo de hombros sin dejar de observarla.
—Somos novios ¿No?
Ella desvía la mirada a la comida sin perder la sonrisa, creo que eso fue lo que más me gustó de ella siempre se veía feliz, pero no feliz como las personas que lo fingen, sino que ella reflejaba felicidad, alegría, sensualidad verdadera. Me gustaba, pero ahora me sigue gustando con más ganas.
Ella sigue comiendo me posiciono detrás de ella dejándola entre mis piernas, beso su hombro y cuello. Abigail recuesta su espalda contra mi pecho mientras en su estómago pone el paquete de comida para seguir devorándolo.
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Por Nosotros© ✓
Romance(TERMINADA) A ella su pasado la atormenta, pero a pesar de eso siempre demuestra una sonrisa. Él frío, seductor y seguro. Ambos quieren tener el control. A Hannah Hudson le gusta jugar. Y a Alexander Bianchi le gusta ganar. Un trato excitante sobra...