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20 | Conversaciones.

HANNAH HUDSON

— ¿Vas a hablar con Jack antes de irte? —Pregunta Naomi —Deben solucionar sus problemas —ruedo mis ojos.

Después que Alex se fue con las chicas decidimos salir de compras, puesto que quería ropa nueva para llevar y Liv con Naomi también necesitan ropa nueva, luego de recorrer todo nos sentamos en un Starbucks para pedir comida, menos Naomi que está en su dieta y pidió agua.

—Sí, lo sé, hablaré mañana con él. Quizás —añado haciendo que Liv suspire.

— ¿Y has vuelto a hablar con Oliver? —pregunta Liv.

Justo en ese momento volteo mirando hacia detrás de mí, desde que salimos del departamento siento como que alguien nos sigue, o simplemente una mirada puesta en nosotras.

Sin embargo detrás de nosotras no hay nada fuera de lo normal, unos niños juntos a sus padres comiendo unos dulces con café, dos señoras de edad conversando, dos chicas charlando y un caballero tomando café mientras lee el periódico.

—Hannah —llama mi atención Naomi.

Las vuelvo a mirar.

— ¿Cómo?

— ¿Has hablado con Oliver? —repite Liv.

—No, pero me ha dejado varios mensajes y llamadas, además intento evitarlo en la universidad.

No quiero acercarme a él, las cosas con Alex van bien, nos iremos juntos a Italia y España por lo que no quiero armar una discusión o dejar que entre un tercero en lo que tenemos.

— ¿Y le hablarás? —pregunta Naomi bebiendo de su agua.

—Mañana, quizás.

—No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy —comenta Liv y la miro con una ceja alzada —Lo decía mi abuela —se defiende.

Seguimos conversando de diversos temas dejando a Jack y Oliver, incluso Alex atrás. Hasta que mi mente se aclara y una duda aparece.

— ¿Y Naomi, sigues manteniendo el velo de monja? —bromeo.

Pero ella se sonroja demasiado haciendo que se empiece a notar en su piel morena y con Liv nos miramos sorprendidas e incrédulas. Me río internamente de lo tierna que parece Naomi viéndose avergonzada. Joder, Naomi es una fresecita.

—Naomi mírame directo a los ojos —pide Liv — ¿Sigues siendo virgen?

Naomi niega despacio.

—Mierda, ya no eres virgen —chillo — ¿Por qué no nos contaste?

—Shuu —me calla pareciendo fresa.

— ¿Cómo pasó? ¿Cuándo? —la llena de preguntas Liv.

—Chicas no quiero hablar de eso, es incómodo —dice tocándose las mejillas.

—Eres una perra, nosotras siempre te contamos hasta con detalles extremos y tú, toda mojigata sin querer contarnos.

Ella junto a Liv ríen, pero yo sigo igual de cabreada ¡Que diga!

—Dinos —le pellizco una costilla —Pero no tanto detalle, solo como fue —le sonrió.

—Se dio, solamente se dio —sus ojos se iluminan —Fue el día que volví a la madrugada, ambos estamos hablando, supernormal, eh nos empezamos a besar, me sentí deseada y bueno —se encoge de hombros —La ropa sobro, sentía algo incontrolable que nunca había sentido con Adam, con él era distinto y con Dylan me sentía caliente o excitada, me sentía viva —susurra con vergüenza.