36 | Enamorado.

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ALEXANDER BIANCHI

—Tortolos despierten —escucho la voz de Luke.

Tengo sueño, mucho sueño. Me mueven de una manera brusca que me hace separarme de la persona que abrazaba.

—Mierda Alex, suelta a mi hermana —escucho la voz de Jack.

Por bromear entre sueños me acerco un poco más a Hannah abrazándola. La siento reír mientras se pega más a mí ocultando su rostro en mi cuello.

Quince días y trescientos sesenta en las cuales llevamos durmiendo juntos, y no solo dormir también teniendo algunas veces sexo.

Después de que Hannah me contó todo ella desapareció a la mañana siguiente, sin embargo nos encontramos en la universidad, donde me gustó verla celosa. Luego se vino a dormir conmigo. Intento no ilusionarme, pero ahora estoy más que ilusionado al ver que ella viene todos los días, llega a las ocho y se va antes de irnos a la universidad.

El fin de semana se quedaba hasta un poco más tarde.

Algunas veces hemos tenido sexo, diría que de los quince días solo tres o cuatro no hemos tenido por el cansancio que hemos traído desde la universidad. Me gusta estar así, siento esa felicidad y paz que nunca había sentido aquí en Los Angeles.

—Uno, dos —dicen al unísono Luke con Jack —Tres.

Siento dos cuerpos caer sobre mí y Hannah lo que hace que ambos nos quejemos.

— ¡Joder, Jackson!

— ¡Luke, sale mierda! —muevo mis piernas con descontrol hasta que se sale junto a Jack.

—Hannah levanta el culo que hoy debes dar unos exámenes —le recuerda Jack.

No puedo decir que se arreglaron sus cosas, sin embargo es como que Jack está aceptando lo que sucede entre Hannah y yo, algunas veces parecen hermanos normales que pelean y ríen, pero a veces parecen enemigos que se odian a muerte, se dicen cosas fuertes y dañinas que estoy seguro de que dañan a ambos.

Hannah se queja separándose de mí para bostezar mientras se estira antes de sentarse en la cama pasándose las manos por el rostro, Jack y Luke intercambian miradas antes de hablarnos.

— ¿Ustedes van en serio, en serio? —cuestionan.

Hago una mueca pasando una mano por mi rostro cuando Hannah me mira y yo evito mirarla.

Haces días, semanas que vengo preguntándome ¿Qué mierda somos? No se lo he preguntado directamente a Hannah y no porque no quiera simplemente porque cada vez que intento tocar el tema ella lo evita calentándome y terminamos ambos follando.

— ¿A qué se refieren? —pregunta Hannah con una ceja enarcada.

— ¿Qué si son novios? O sea han hablado a futuro —explica Luke.

Esa misma pregunta ha estado por mi mente por mucho tiempo y creo que ese tiempo está por superar mi paciencia. De alguna manera singular me siento estresado.

—No nos gustan las etiquetas y —me mira —Creo que estamos bien así.

No la miro, ni nada solo tomo una larga respiración levantándome de la cama dirigiéndome al baño, al entrar cierro la puerta –sin seguro– me afirmo contra el lavamanos suspirando intentando soltar todo lo que me tiene agotado.

Mierda.

Un dolor me atraviesa el pecho, conozco el significado y sé perfectamente quien lo provoca, es algo que ya no sé si me gusta sentir. Abro la ducha y mientras se regula el agua me saco el pantalón de pijama junto al bóxer.

Por Nosotros© ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora