MARATÓN FINAL (1/5)
ALEXANDER BIANCHI
Se le bajó la presión, eso hizo que se desvaneciera.
No duró más de cinco minutos sin reaccionar, cinco minutos que me tuvieron el corazón en mano, a Hannah ya le sacaron sangre, al igual que a Oliver quien ya se fue y por lo que tengo entendido se llevó a Mary –la mamá de Hannah– y Ámbar hacia el departamento de Hannah.
Tengo entendido que las irán a ver todos los días desde el juzgado hasta que nos llamen, pero igualmente en mis planes está que Hannah se pueda ver con Ámbar aunque sean unas horas.
La trabajadora social no fue estúpida cuando pedí que la mamá de Hannah que cuidara de Ámbar por mientras se solucionaba todo, por lo que Hannah tendrá que vivir conmigo, no son de unos metros que las separan, sin embargo lo ideal es que no se vean, ni tengan contacto, al igual que Hannah el martes tendrá su primer reencuentro con un psiquiatra que nos derivaron de acá.
Ahora Hannah tiene un café entre sus manos que toma de apoco, en unos minutos más vendrán a tomarle de nuevo la presión, su cabeza se apoya en mi hombro mientras por el celular de Hannah me comunico con su madre.
—Me quiero ir a mi departamento —susurra Hannah.
La miro —No podremos ir al tuyo.
Se enfada en segundos y la entiendo, no puedo decir que siento lo mismo que ella respecto a su hija porque no lo hago, pero sé que para ella todo esto está siendo súper complicado.
—Ellos no pueden decidir con quién vive o no Ámbar.
Me volteo y tomo su rostro entre mis manos acercándome un poco para poder hablar lo más bajo posible.
—Esto será corto, escúchame, verás a Ámbar todos los días hasta que nos los resultados estén listo y nos llamen para que vengas a resolver todo —una lágrima se desliza y la aparto con mi pulgar —No llores, stellina, te prometo que haré que de alguna manera la veamos sin que lo sepa nadie.
—No quiero que duela más.
Pase saliva sintiendo como ella me transmitía su dolor.
—Haremos que no duela —le digo abrazándola contra mi pecho.
No llora y lo poco que lagrimea ella misma se los seca sacando cualquier rastro, vuelve a entrar la misma señora que le tomó la presión y la glicemia a Hannah hace unos minutos atrás.
— ¿Cómo se siente? —Le pregunta — ¿Aun con mareo?
Hannah niega —Me siento mejor, me gustaría ya irme a casa.
—Te tomaré la presión y podrás irte. Aunque si te vuelves a sentir mal, te recomiendo que asistas a un centro médico.
—Lo haré —le miente.
La señora se encarga de tomarle la presión y la glicemia a Hannah, al terminar sus niveles ya están más regularizados. Nos dan el pase para irnos, pero no sin antes firmar varios papeles.
Ya en mi auto Hannah se sienta en copiloto y tomo su mano entre la mía durante todo el viaje para que sepa que me tiene en esto.
Al llegar agradezco infinitamente que Jackson no esté, Hannah no es rechista cuando le digo que debemos ir a mi departamento y que ya pronto le pediremos a Liv o Naomi que le suban ropa para los siguientes días.
Intento hacer que coma algo, pero con suerte toca su plato de papas fritas con el pollo que pasamos a comprar, ya luego me encargo de llevarla a mi habitación para que se recueste un rato, pero terminamos quedándonos dormidos los dos.
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Por Nosotros© ✓
Romance(TERMINADA) A ella su pasado la atormenta, pero a pesar de eso siempre demuestra una sonrisa. Él frío, seductor y seguro. Ambos quieren tener el control. A Hannah Hudson le gusta jugar. Y a Alexander Bianchi le gusta ganar. Un trato excitante sobra...