ALEXANDER BIANCHI
Joder.
Mierda.
Puta mierda.
Hannah me va a ganar.
Haber hay que aclarar las cosas, quizás estoy exagerando –si soy un exagerado y fracasado que tiene una erección– fueron solo dedos, ahora solo necesito una ducha fría.
Muy fría. Voy a terminar yéndome a vivir al polo norte con tantas duchas frías.
El cuerpo de Hannah sigue a mi lado, casi desnuda, bueno literalmente desnuda, solo tiene el vestido lo tiene enrollado en su abdomen. Y me acabo de dar cuenta que no tengo mi camiseta.
¿Dónde está mi camiseta?
Volteó a mirar a Hannah, que aún está recuperándose después del placer que sintió, su respiración ya es calma y no pesada. Me quedé unos minutos mirándola, ella mantiene su vista en el techo, creo que igual está analizando la situación. Hasta que ella decide romper el silencio.
— ¿Qué? — me pregunta volteando a mirarme.
—Mmm... —trato de hablar, pero las palabras no me salen.
Por dos motivos; primero no sé qué mierda decir y segundo; quiero meter mi pene en ella o me terminaré tocando aquí mismo. Fue increíble cómo llegó al orgasmo, hacía rodar sus ojos estirando su cabeza hacia atrás mientras mordía su labio inferior y gemía, joder que gemidos más existentes. Mi puto nombre salir de sus labios en medio de su orgasmo se sintió increíble. Me sentí el puto rey de los orgasmos. Ja claro, igual a veces es difícil para las chicas pero se obtiene.
—Alex —llama mi atención —Lo único que te voy a pedir es que si me vas a tratar de puta o algo parecido retírate de mi habitación.
La miro sorprendido podría enojarme, ya que prácticamente me está dando una indirecta para que me largue, pero no tengo ningún derecho para hacerlo.
—No —digo lo más rápido que puedo —Stellina... Lamento lo del otro día, no quise tratarte de esa manera. Solo estaba molesto por lo que habías dicho durante el juego —lo admití.
Ella me observa con confusión se quiere preguntar por el significado de Stellina, para mí ya es complicado decirlo, pero siento que es un apodo perfecto para ella, por algo se lo digo. En realidad casi nunca hablo en italiano.
Cuando creo que me preguntara por el apodo, hace lo contrario.
—Pero lo hiciste Alex ¿Sabes?.... No me siento ofendida, pero me molesta.
Dice mientras se levanta de la cama saca su vestido quedando completamente desnuda, sin pudor le miro su trasero desnudo mientras la veo caminar a un mueble de donde saca una toalla.
—Me iré a bañar, espero que cuando salga no estés aquí —dice adentrándose a su baño.
—Lo siento —alcanzo a decir antes que ella cierre la puerta.
Miro al techo de la habitación, los gemidos y jadeos de Hannah siguen en mi cabeza repitiéndose, en un momento sentí que perdería la cabeza y sacaría mi pene para la acción, pero logre manejarlo también sentí que nuestras miradas se conectaban, sentía mucha química, no sé qué pensar, lo que sé, es que lo hice porque quería, lo necesitaba.
Mierda. Jack me matará -literalmente- Este es mi fin.
Me levanto de la cama y observo por la puerta en la que entro Hannah crece el deseo de entrar, pero no quiero seguir jodiéndola así que simplemente meto mi mano al pantalón acomodando mi erección.
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Por Nosotros© ✓
Romance(TERMINADA) A ella su pasado la atormenta, pero a pesar de eso siempre demuestra una sonrisa. Él frío, seductor y seguro. Ambos quieren tener el control. A Hannah Hudson le gusta jugar. Y a Alexander Bianchi le gusta ganar. Un trato excitante sobra...