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54 | Nos vamos.

MARATÓN FINAL (5/5)

HANNAH HUDSON

Si alguien me hubiera dicho que primer viaje de vuelta a Connecticut iba a hacer con un sexy italiano y mi hija, no me la hubiera creído, pero aquí estaba en el avión.

Liv iba adelante con Naomi mientras que a mi lado iba a Alex, en mis piernas Ámbar y al lado de un Luke muy dormido.

En estos últimos días todo parecía un caos, compras navideñas, ir al psiquiatra, a donde la matrona, adonde la pediatra, los papeles para Ámbar que tuve que sacar con Oliver.

Ni un descanso tuve.

En los altavoces se escuchan las indicaciones cuando ya estamos llegando y mis nervios aumentan a mil, aunque mi mamá sabe que va Luke y Alex, no sabe que hay algo dentro de mí y eso me tiene preocupada porque he estado pensando en cómo decírselo sin causarle un infarto en el proceso.

Alex codea a Luke para que se despierte y este lo hace alegándole a Alex.

—Que eres pesado.

Ámbar es la más tranquila que no duerme, pero si juega con mis dedos y vio uno que otro video de esa serie que le mostró Liv alguna vez.

A pesar de que ya está en una edad donde debería hablar más es todo lo contrario, si tú no le hablas ella no te hablara y me gustaría que fuera más habladora.

Después de unos minutos todos nos encontramos en el transfer, lleno de maletas y lo que más risa me causa es que Luke trae solamente una mochila que carga en su espalda y un bolso, mientras que Liv y Naomi traen cada una dos maletas, yo dos también y Alex una.

Los chicos miran por la ventana, Naomi le avisa a Dylan que ya aterrizamos y le avisa a sus padres que ya vamos en camino, como lo hace Liv con los suyos y yo con mi mamá.

—Aquí es como muy tranquilo —comenta Luke —Es como si ustedes no pertenecieran aquí, por lo menos Hannah y Liv.

—Gracias —le respondí sarcástica.

Naomi rio y Liv le enseño en dedo del corazón.

Al primer lugar que nos fue a dejar el transfer era la casa de Naomi, la madre de esta corrió a recibirla al igual que su padre. Con Liv nos bajamos a saludar a los que nosotras considerábamos como nuestros padres adoptivos.

—Si están tan grades, mis preciosuras —nos halagó la madre de Naomi.

—Tampoco es como si nos hubiéramos ido por años —le digo.

El papa de Naomi ríe abrazando a su hija.

Intercambiamos un par de palabras más para luego seguir nuestro recorrido hasta la casa de Liv de donde solo sale la mamá y el hermano menor de Liv. Bajo junto a ella para ayudarla, pero cuando nota a su mamá la abraza y bueno, se ponen a lagrimear a ambas.

El hermano de Liv intenta ganar atención y yo me encargo de saludarlos a ambos.

— ¿Nos vemos mañana? —me pregunta Liv.

—Sí, disfruta con tu familia —la abrazo con fuerza.

Me vuelvo a subir al transfer y creo que ya estoy cansada con tanto movimiento. Liv vive entre medio de Naomi y yo, pero sin son varios minutos caminando de mi casa a la de Naomi.

—Me siento ofendido —murmura Luke.

Frunzo mi ceño — ¿Por qué?

—No sabía que Liv tenía un hermano pequeño.