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10 | Orgasmo.

HANNAH HUDSON

Los días pasaron y hace cinco días que no hablaba con Alexander, desde aquel inconveniente donde él me llamó técnicamente cualquiera, no le he querido hablar las veces que nos hemos visto por el simple hecho que aún estoy molesta, bueno, estaba molesta.

Lo único que sé y puedo confirmar es que Alexander Bianchi me atrae, me gusta, y quiero tener una noche con él, no le encuentro lo malo, obviamente me sé cuidar y he tenido una sola relación en la cual involucre sentimientos y no salió nada bien, en las otras relaciones que he tenido, solo ha sido exclusivas o como les llamo; salimos hasta que nos aburrimos.

Con Alexander no quiero tener una relación exclusiva, porque sé que no funcionaría tenemos química, mucha, demasiada, entonces es más probable que involucre mis sentimientos, los cuales los quiero mantener lejos de una relación amorosa.

Hoy estaba tan emocionada pensando que vería a Alexander en la cena, incluso me vestí provocativa, pero ni se apareció hasta el final, igual extrañaba su voz ronca y segura, al igual que a Oliver. Mi ex.

Con Oliver no he tenido ningún acercamiento él ha intentado acercarse, pero yo simplemente me alejo con miedo de volver a caer en un ataque de locura.

Ahora que estamos en una fiesta de una de las fraternidades donde fue invitado Luke que nos invitó a todos, he visto a Alex coqueto con una tipa pelirroja bailando. Yo, por otro lado, también me la he pasado bien bailado con un chico llamado Jace que está estudiando pedagogía, aunque es un poco baboso, lo paso.

—Date la vuelta —me pide Jace, sin embargo no cumplo con su petición.

En mi corta vida que llevo, me he dado muchos gustos sexuales, me gusta hacerlo en lugares públicos, no por ser una persona insolente o fresca, me gusta sentir la adrenalina de ser descubierta y ese punto en el cual la excitación es mayor. No me da vergüenza la vida sexual que llevo, algunas personas me siguen etiquetando como; puta, perra o zorra. Solo porque he tenido una vida sexual activa –muy activa– además nunca he tenido sexo con un chico que tenga pareja.

Llevo más de una hora bailando y coqueteando con Jace, siento su increíble erección contra mi espalda baja, su respiración calentando mi cuello y grandes manos en mis caderas, seguimos moviéndonos al ritmo de la música, Jace sigue insistiendo con que me dé vuelta, pero no le obedezco, odio cuando me dan órdenes, incluso en el sexo.

¿Alguna vez se han sentido observados? Pues así me siento ahora.

Paseo mi mirada por el lugar, en busca de la persona que nos observa, pero no logro nada, por lo que volteo quedando cara contra cara con Jace, pero rápidamente pongo mi mentón en su hombro, ya que no es muy alto, localizo a Alex mirándonos, con picardía le guiño un ojo y él siendo descubierto desvía la mirada.

—Eres tan hermosa, Hannah —susurra Jace en mis oídos.

Sonreí, escuchar halagos de un chico guapo es lo mejor.

—Vamos —vuelve a susurrar, como si fuera un secreto.

— ¿Adónde?

Es un poco claro que quiere ir a la habitación, cuando nos vimos fue lo primero que ofreció sin embargo lo rechace, pero le ofrecí bailar cuando vi que Alex salió a bailar con una pelirroja que Dylan comentó que se llamaba Camile.

—Vamos a las habitaciones de la casa —pide.

Niego echando hacia atrás él me aprieta las caderas para que no pueda llegar muy lejos, se pondrá fuerte esto ahora.

—No quiero —le digo.

—Vamos —intenta guiarme, pero vuelvo a negarme.

—Hey, Jace suéltame, no quiero ser grosera y te has comportado bien no lo arruines —advierto soltándome de su agarre posesivo.