13 | Salida de amigos.

67.4K 3.7K 3.6K
                                    

ALEXANDER BIANCHI

Ver a Hannah débil es extraño por lo mismo me molesto, especialmente porque la vi hablando con Oliver Milton un chico con el que comparto una clase de economía avanzada, además de ser el cerebro de la clase, me puse tenso, no me agrada el chico también es el ex novio de Hannah.

Definitivamente Oliver no me agrada.

También estoy sintiendo sentimientos por Hannah los cuales me gustan, pero me asustan, pero también quiero más por eso he tomado una decisión muy importante, quiero hacer las cosas bien, Hannah es una chica difícil y me gusta. Además es la hermana de Jack, así que por mi salud mental y la de mi miembro iré lento de a poco, a paso tortuga pero iré.

— ¿Dónde está Hannah? —le pregunto a Liv.

Las había observado hablando a ambas hace algunos minutos luego de lo que sucedió después desapareció y yo me distraje charlando con los chicos, la fiesta está siendo buena, hay gente bailando, bebiendo y riendo, todos de la universidad sin embargo hay varios desconocidos para mí.

—Debe estar en los baños.

—Gracias —le sonreí.

Camine hacia el baño de mujeres, me apoye contra la espera en espera que saliera, me tomo un tiempo pensar bien lo que estoy haciendo y a punto de hacer.

Me percato que llevo mucho tiempo esperando y no ha salido ni entrado nadie, miro a mis alrededores y no veo a una chica, así que decido entrar, al principio no la veo por lo que me agacho un poco para ver por debajo de la puerta sintiéndome como un auténtico psicópata.

Cuando mis ojos se topan con los zapatos negros que ella lleva me tranquilizó me enderezo poniéndome al lado de la puerta.

—Hannah — golpeo con los nudillos la puerta — ¿Estás ocupada?

Escucho como se aclara la garganta.

—Estoy en el baño Alex, puedo estar haciendo del uno o del dos —reí por su explicación — ¿Qué haces aquí?

Vamos díselo no seas un cobarde Alexander. Mi mente me alienta.

—Mmm... Pues los chicos empezaron a preguntar por ti y te empecé a buscar —dije sobando mi frente.

Soy un idiota.

—Diles que estoy bien —dice sorbiendo su nariz.

Aquí hay dos explicaciones; estuvo llorando o se resfrió. Pero mi cerebro solo acepta que está llorando, no ve otra explicación.

—Sale —le exigí.

— ¿Qué? —pregunta confundida ante mi exigencia.

Puede que haya sonado un poco extraño y posesivo.

—Sale —le repito.

La oigo suspirar.

—No quiero —dice —No tengo ni papá para que me mande y tú no vendrás a hacerlo, Alexander —rodee mis ojos.

—Hannah sale o romperé la puerta —escucho como resopla.

Ella sale del baño, mis ojos se dirigen a los suyos, estuvo llorando, sus ojos están rojos e hinchados, ella me mira con sus ojitos húmedos pero a la vez cargada de bronca.

— ¿Querías verme así? —me pregunta, pero mi mirada cae en sus labios.

Están rojos y húmedos como si los hubiese estado mordiendo y relamiendo por un gran tiempo. Joder ¿Cómo se sentirán alrededor de mi polla?

Por Nosotros© ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora