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CAPITULO 25

Esa tranquilidad que sintió al principio George se esfumó completamente dos horas después de que Lucille saliera corriendo al bosque, al parecer nadie se había dado cuenta de su ausencia creyendo que seguía afuera apartada de todos, le preocupaba aún más que no llegara porque en unas horas oscurecía no podía dejar de mirar el reloj y hacía el bosque.

Tal vez solo estaba siendo paranoico además de que aún no había pasado tanto tiempo desde que ella había desaparecido si alertaba a los demás solo los preocuparía por nada, se planteó hacerlo, pero primero sería mejor buscarla.

-Necesito su ayuda. - les dijo a Ringo y Maureen que estaban en la cocina apartados de los demás.

Confiaba plenamente en Ringo, y Maureen siempre había sido buena siendo discreta así que tal vez dentro de esa cabaña eran lo que podían ayudarle.

-¿Que pasó George? te ves muy preocupado- observó Ringo.

Los llevo afuera de la cabaña para que nadie más pudiera escucharlos.

-No es nada, solo que discutí con Lucy o algo así y ella salió corriendo al bosque hace un par de horas y no ha vuelto. - dijo intentando minimizar todo con un tono relajado que no le salió y solo sirvió para relucir su nerviosismo.

-¿Que? ¿La dejaste ir sola? ¿No la seguiste? - preguntó Maureen con un tono acusador a pesar de que no le había agradado mucho Lucille.

-Debiste ir tras ella- coincidió Ringo.- No conoce este lugar.

-¿Me van ayudar a buscarla o solo van a decirme que debí o no hacer?- preguntó de por si ya se sentía demasiado mal.

Los tres fueron hacía el bosque atentos a cualquier pista o movimiento mientras Ringo le preguntaba.

-¿Viste por donde se fue?

-Vi que corrió derecho.

En ese momento desearía saber distinguir rastro o por lo menos encontrar uno, pero el bosque seguía tan tranquilo como siempre, mientras George por dentro se moría de la preocupación.

...

Oficialmente se declaraba perdida, tras volver al mismo punto por quinta vez se sentó en el suelo mientras pensaba en que iba a hacer, tenía que volver antes de que oscureciera y a juzgar por la posición del sol no tardaba mucho.

Maldecía su horrible temperamento y aquella impulsividad ¿Correr por el bosque hasta que se cansara? ¿En que estaba pensando? La respuesta es que no estaba pensando y ahora se encontraba pagando por las consecuencias de ello.

Se preguntaba si la estaban buscando, de seguro George estaría dentro de la cabaña riéndose con sus amigos y pensando en que cuando volviera a la ciudad buscar a Pattie y declararle su amor, pero lo demás debían darse cuenta tarde o temprano de su ausencia, por lo menos Paul y Jane si ellos podrían preguntarse en donde estaba, se abrazó a si misma cuando una corriente de aire fría le llego, por suerte se había quedado con la chamarra de Harrison que la protegía un poco contra el frío, lo único bueno es que tenía ropa apta para salir de excursión y no se había puesto un vestido o falda que era lo que usualmente solía usar.

Tenía hambre, pero sobre todo sed, mucha sed se preguntó cuanto tiempo podía vivir el ser humano sin tomar agua ¿una semana? ¿tres días? ¿veinticuatro horas?

-Voy a morir.- dijo en voz alta.

Ahora la naturaleza no le parecía tan pacífica y relajante como antes, es más ahora resultaba amenazante, estaba asustada sin saber que hacer, respiró lentamente por unos minutos intentando apartar cualquier pensamiento inquietante de la mente, ya con la cabeza un poco más fría comenzó a pensar en lo que necesitaba tenía que buscar un poco de agua y después ¿qué? primero moriría de frío antes de morir de sed, en la noche bajaría la temperatura drásticamente y si ahora tenía frío al rato sería aún peor.

It's All Too MuchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora