It's All Too Much

47.

CAPITULO 47

Lucille se encontraba demasiado confundida por lo que había pasado el día anterior, saber que aunque no estuviera en sus cinco sentidos había aceptado la propuesta de matrimonio de George hacía que estuviera en una disputa en su mente, sea como sea había aceptado y en ese momento sintió una chispa de felicidad que jamás había sentido antes, aunque eso último tampoco sabía si era la euforia que le provoca la droga o se debía a sus sentimientos, ¿Cómo podía olvidar lo que había sucedido si básicamente todo el mundo pensaba que estaban prometidos? si cada semana salían por lo menos dos veces en las portadas de la revistas, si las preguntas que le hacían era acerca de su supuesta próxima boda.

Quería descansar de esa presión, ir a un lugar en donde no estuviera George para pensar con la cabeza fría saber como dar su próximo paso necesitaba estar lejos de él, aunque sea unas semanas para poder deshacerse de ese sentimiento que empezaba a sentir, así le había pasado con Paul había pensado que se estaba enamorando de él, pero tras unos días peleados se dio cuenta que no lo estaba y así tenía que pasar con Harrison.

Lo mejor que se le ocurrió fue que debía ir a visitar a su madre después de todo había pasado mucho tiempo desde que no la veía y aunque hablaban por teléfono por lo menos una vez por semana, y le mandaba a veces cartas o postales no era suficiente, por eso quería hablar con Charles proponerle tomarse un fin de semana para visitar a su madre, después volvería a su día cotidiano, planeaba prometerle que se tomaría más en serio a partir de ese viaje todo lo que tuviera que ver con horarios y no volvería a llegar tarde o faltar a ningún compromiso si accedía a tomar un día de semana de descansó con ella.

Pero el día que había quedado para hablar con él en lugar de Charles estaba esperando una chica bajita con el cabello cobrizo que parecía no tener más de veinte años y con unos ojos tan grandes que no parecía que se le escapara nada, Lucy dudó en acercarse pensando que se había equivocado de mesa aunque era la mesa de siempre en el restaurante donde siempre quedaban, antes de que se regresara a la entrada confundida la chica le hizo una señal para que se acercara con una voz bastante aguda:

-Aquí señorita Paige.

Lucille se acercó con desconfiada, se cruzó de brazo con el tono bastante intimidante preguntó:

-¿Quién eres tú?

-Soy Sandy Coven era la secretaria del señor Paige pero ahora me ha asignado para ser asistente personal suya- se presentó la chica con un tono tan monótono que estaba segura que había ensayado esas palabras en su mente una y otra vez antes de que llegara.

-No necesito una asistente personal así que más vale que ese puesto de secretaria siga vacante- mencionó la ojigris se sentó en la silla de en frente, aunque aún estaba planteando irse de ahí, ella quería hablar con su hermano no con su secretaria.

-El señor Paige parece pensar que sí la necesitas, me dijo que probablemente reaccionaría mal, pero creo que no ve lo conveniente que va a ser tenerme como asistente soy muy eficiente, vera que podré ayudarle con sus deberes de día, así como...

Aburrida por el discurso dejó de escuchar a la chica se distrajo viendo como un señor en la mesa de atrás tiraba su vaso de refresco accidentalmente sobre su cita y se disculpaba patéticamente.

-También a seguir sus itinerarios correctamente, y contestar cartas que le envíen sus fans.

-Nunca he contestado ninguna carta ¿Qué dijiste acerca de los itinerarios? - pregunto ahora poniendo atención.

-A seguirlos correctamente.

-Así que es por eso por lo que te envío ¿no?

Le quedaba bastante claro enviar a esa chica llamada Sandy no había sido para facilitarle la vida, sino que seguramente lo había hecho como una especie castigo por lo de la última vez, al mismo tiempo le servía para que su asistente le informara acerca de todo lo que hacía durante el día ¿Qué mejor manera de tenerla vigilada y controlada? Que mandar a una niñera diciendo que era su nueva asistente.