56.

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CAPÍTULO 56

Lucille volvió a casa al día siguiente temprano cuando entró a la casa se encontró a Charles en la sala con el ceño fruncido, toda la furia y ganas de vengarse que había sentido ya no estaba y en su lugar lo había remplazado un sentimiento de culpa y miedo porque la descubriera, inconscientemente escondió la mano que se había quemado atrás de la espalda.

-Mi habitación se quemó casualmente fue la única parte de la casa en que pasó esto y ayer me dijiste que ibas a hacer una pequeña reunión en la casa, no tendrás nada que ver con eso ¿verdad?- le dijo en un tonó acusatorio.

-Debo admitir que la reunión se me salió un poco de control alcance a llamar a los bomberos en cuanto vi humo salir de tú cuarto, pero no sé qué pasó- mintió para después agregar con indiferencia- probablemente alguien entró y lanzó una colilla de cigarro cayó sobre una de esas cortinas que tienes.

-¿Y no te quedaste? Después de que casi se quemara la casa decidiste seguir con la fiesta.

-¿Querías que me quedara?

-Sería lo pertinente.

-No, no me quedé.

-¿Por qué escondes tu mano derecha atrás de la espalda?

-No la estoy escondiendo.

-Enséñame la mano Lucille.

Sin saber que excusa poner o que hacer para intentar ocultárselo le enseño la mano donde se podía ver la ampolla que se había hecho el día anterior.

-Tienes una quemadura en la mano ¿segura que no tienes nada que ver con mi habitación incendiada?

-Está bien fui yo, pero no fue a propósito.

-Lo sabía ¡Lo sabía! ¿Qué hacías en mi habitación?

-Pues fíjate que descubrí algunas cosas sobre ti que estaría bien que tú y yo hablemos- dijo con un poco más de firmeza ya que recordó el principio de porque había estado ahí todos esos medicamentos y recetas a su nombre.

-Vamos a desayunar y hablemos sobre lo que sea que quieras hablarme.

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Habían terminado en una cafetería un poco alejada de la ciudad y con poca gente, era mejor así ya que era menos probable que reconocieran a Lucille y por lo tanto evitar las interrupciones incomodas mientras comían. Pero esta vez estaba segura de que la mesera la había reconocido ya que desde el momento que entró sintió su mirada hostil sobre ella.

A pesar de que hace meses salió el rumor de que le había sido infiel a George y que lo había desmentido una infinidad de veces, muchas personas parecían aún recordar eso y seguía siendo (aunque mucho menos que cuando salió) blanco de odio para algunas personas.

-Bienvenidos ¿Qué van a querer de tomar?

-Un jugo de naranja- contestó Charles la mesera anotó en su libreta después comento- En un minuto se lo entregó le voy a dejar el me...

-Falto yo, aún no he dicho que quiero de tomar- la interrumpió Lucy.

-Perdón señorita se me había olvidado preguntarle ¿Qué quiere tomar?

-Un café caliente- pidió.

La mesera anotó en su libreta luego le dijo:

-Entonces será un jugo de naranja y un té caliente.

It's All Too MuchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora