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CAPITULO 71

Si de algo se arrepentía Lucille era no a haber despedido a Charles antes, para no dejar que por última vez este entrara en su cabeza, pero no fue así y lo había escuchado semanas atrás en su boda, y constantemente se le venía el pensamientos de que George se había casado por obligación con ella y eso hacía que no pudiera ser feliz, a pesar de no pelearse con él ni discutir en los últimos días su resentimiento iba aumentado también se volvía más distante con el guitarrista.

Agregando además de que llevaba años acostumbrada de trabajar y siempre tener mil cosas que hacer ahora que ya no lo hacía, su hermano tenía razón nadie le daba trabajo como actriz por estar embarazada, y los días se habían convertido en mortalmente eternos y aburridos, sabía que tenía que encontrarse un pasatiempo o algo que hacer durante ese tiempo sin trabajar o si no se volvería loca del aburrimiento.

Sin tener nada más que hacer decidió ir de compras, pero tras una hora ahí se dio cuenta que no era tan divertido comprar sino estaba alguien detrás de ella encargado de encargarse de proveerle alcohol constantemente mientras escogía ropa o se medía las prendas, además de que la cabeza comenzaba a dolerle la única razón por la cual no se iba es que necesitaba ropa ya que todo lo que tenía le quedaba apretado.

-Esa blusa es horrible.- comentó para sí misma de hecho ese día casi todo lo que veía se le hacía horrible.

Cuando se dio la vuelta se sorprendió de ver a Cynthia y a Maureen justo detrás de ella, era raro porque no era muy amiga de ninguna de las dos además de que ¿Cómo sabían que iba estar ahí? ¿Y porque la buscaban?

-¿Puedo saber que hacen aquí?- preguntó mientras caminaba hacía los zapatos.

-George estaba preocupado por ti dice que estas semanas has estado un poco distante y callada, nos dijo que estarías aquí.

Lucille arqueó una ceja no era muy inteligente mandar a Cynthia y a Mo para hablar con ella mejor sería que hubiera mandado a Kat o incluso a John con ellos se llevaba mucho mejor.

-¿Y él no podía hablar conmigo?- cuestionó sentía la garganta bastante seca y la cabeza cada vez le dolía más- No le sería muy diferente no nos vemos todos los días.

-Dijo que no estabas muy conversadora.- argumentó Cyn.

-Pensé que no te caía bien.- comentó mientras veía unos zapatos, las dos mujeres la siguieron, también necesitaba zapatos nuevos ya que sus pies se hinchaban mucho.

-¿Por qué pensarías eso? Nunca hemos hablado lo suficiente para crearme una opinión acerca de ti.- argumentó la rubia.

-Pero tampoco soy de tu agrado ¿o si? Ya me lo imaginaba, no te disculpes ya estoy acostumbrada a que no le agrade a la gente.

-Me preguntó ¿Por qué será?- comentó Maureen sarcásticamente.-Hoy no has sido precisamente agradable.

-No me esfuerzo por hacerme agradar créeme si lo hiciera ahora mismo ustedes pensarían que soy encantadora.

-¿Que estás haciendo?

-¿No es obvio? Comprando ropa ya que la mitad de mi ropa ya no me queda y con la otra mitad luzco ridícula, aunque no creo que mi aspecto mejorara mucho, aunque me compré la prenda perfecta- murmuró de malhumor.

-¿No deberías estar feliz? Hace unas semanas  atrás te casaste y estas esperando un hijo de la persona que amas.- intento animarla Cynthia.

-No te imaginas lo contenta que estoy- contesto la ojigris con sarcasmo, aceptaba que estaba siendo un poco dura con Harrison una parte de ella si estaba feliz y sabía que se estaba concentrado únicamente en lo que la hacía amargada y se odiaba por eso- ahora déjenme gastar mi dinero en ropa y zapatos.

It's All Too MuchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora