Maratón 04/08📍
°•Luciana•°
—Hola.—dijo de lo más normal.
—¿Hola? ¿Es posta Mateo?—pregunte exasperada y dejé los zapatos en el suelo.
—¿Qué te pasa?
—Deja de hacerte el pelotudo—levante la voz—¿Por qué lo hiciste?
—Me puse celoso.
—No es justificación idiota—hable irritada al mismo tiempo que movía las manos con desesperación—No tenés derecho a ir a cagarme la noche así.
—Bueno, ¿Qué querés que haga? Fue más fuerte que yo, no podía soportar saber que ibas a estar con otra persona.
—Sos un cara dura del orto—lo apunte—Yo sé que las noches que no estás conmigo, es porque estás con otras pibas, y sin embargo no voy a tu casa a hacerte una escenita.
—Ya se eso Luly. Pero nose que me está pasando, yo nunca abría echo esa pelotudez créeme. ¿Qué me estás haciendo?
—Un amarre, pelotudo. ¿Qué mierda te voy a estar haciendo yo?
—No me refiero a eso. No me gusta saber que estás con otros pibes, y yo no soy así, ¿Me entendés?
—Definitivamente sos un pajero—dije enojada—Uriel es el primer, enserio el primer pibe con el que estoy desde que empecé toda esta mierda con vos. Y ni siquiera puedo decir estuve, porque ni un beso nos dimos, por culpa de alguien. Y agarras y lo decís así como si yo estuviera con miles de chabones, siendo que vos te cojes a una distinta todos los días.
—¿Toda esta mierda?—fruncio el ceño—¿Te arrepentis de algo?
Se acercó rápidamente a mi, a lo que yo retrocedí quedando contra la pared. Puso sus manos a los costados de mi cabeza dejándome encerrada.
—¿Te arrepentis de algo de lo que hicimos y hacemos?—pregunto mirándome fijo.
Yo ya estaba demasiado nerviosa. Siempre me pasa esto cuando estoy muy cerca de el.
—Yo no dije eso.—respondi con la voz entre cortada.
—Decime—se acercó a mí oido y ahí de quedó—¿Te pones así de nerviosa cuando a él lo tenés cerca?—susurro en mi odio provocando que se me ponga la piel de gallina y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
—Cuando el te toca—llevo una de sus manos a mi cuello y todo mi cuerpo se tenso—¿Sentís lo mismo que cuando te toco yo?
Llevó uno de sus dedos a mis labios y empezó a contornearlos lentamente. Yo tenía la respiración acelerada como si recién terminara de correr.
—¿Enserio pensás que alguien va a poder provocarte lo que yo?—volvio a susurrar en mi oido.
—Mateo....
—Shhh—empezo a dejar besos desde mi oreja, hasta mi cuello, me estremecí al sentir sus labios fríos ahi—Nadie va a poder, nunca.—hablo con sus labios pegados en mi cuello.
Levanto un poco mi vestido.
Todo mi cuerpo se tenso y apoye mi mentón en su hombro, cuándo sentí su mano en mi parte baja por encima de la tanga.
La corrió un poco y sin dejar de besar mi cuello introdujo un dedo en mi y empezó a moverlo.
Yo respiraba aceleradamente y soltaba leves jadeos.Introdujo otro.
—¿Te gusta?—susurro en mi oido.
Yo asentí con los ojos cerrados.
—Sos mía Luciana.—susurro nuevamente haciéndome estremecer.
Empezó a moverlos con más rapidez.
Y derrepente se freno. Saco los dedos y se alejó completamente de mi.
Lo mire confundida. Y sentí una enorme frustración en mi interior.
—¿Por..... Por qué paras?—pregunte con la respiración entrecortada.
—¿Viste la frustración que estás sintiendo ahora? Bueno, es la misma que sentí yo cuando te vi a punto de comerte a ese pibe.
Mire al techo y solté un suspiro.
El salió de mi pieza como si nada.
Dios.
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