-¿Quien te llama tanto gato?-pregunto Camilo, mirando el número privado que salía en la pantalla de mi celular.
-Ni idea amigo-corte y volví a guardar el celular en el bolsillo de mi pantalón-Me estuvo llamando todo el día, que se yo quien será no pienso atender.-concluí y Cami asintió.
-¿A dónde quedaste con la señora?-preguntó.
-En la plaza ñeri, vamos.-abrí la puerta de mi casa y salimos los dos.
Ayer estaba boludeando en instagram y ví que una amiga había resubido una historia de una señora, que tenía varios perritos para dar en adopción, ya que ella tiene muchos perros y ya no puede con todos. Automáticamente pensé en Luly. Cuándo ve un perrito en la calle al toque los acaricia o les quiere dar de comer y cuándo viene a mi casa está más con Tina que conmigo. Se nota que le gustan mucho.
Así que le mandé un mensaje a la señora y le dije que quería adoptar uno para regalarselo a Luly. Ella me preguntó un par de cosas para estar segura de que lo vamos a cuidar bien y después quedamos en que lo iba a buscar a la plaza. Por suerte la señora es de por acá cerca.
Camilo me está haciendo la onda y me está acompañando.
Llegamos a la plaza y nos sentamos en un banquito a esperar que llegue la señora.
-Uh que hincha pelotas.-dije sacando mi celular del bolsillo al sentir que nuevamente me llamaban.
-¿Otra vez?
-Si.-dije viendo que era el número privado de nuevo. Corte y puse el celular en silencio.
-Atende y fíjate quien es.
-No wacho, deben ser esos pelotudos de las empresas claro o personal o cualquier otra, que llaman para ofrecer cosas.-guarde el celular en mi bolsillo nuevamente.
-Uh si, a mí me viven rompiendo las bolas.
Después de unos minutos vimos a una señora de unos cincuenta y tantos adentrarse en la plaza. Traía a un perrito con una correa.
Nos paramos y yo le hice una seña con mi mano para que se diera cuenta que era yo. Ella empezó a acercarse.
-Buenas.-salude cuando estuvo en frente nuestro.
-Buenas tardes chicos. Es el-se agachó y also el perrito-Cuidenlo mucho por favor.
-Le prometo que lo vamos a cuidar bien.-sonreí.
-A la correa dejatela también para que lo saques a pasear.-le dió un beso al perrito y me lo extendió.
-Muchas gracias.-dije sonriendo mientras lo recibía.
El perrito es así:
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-Si me pasas fotitos de como va creciendo te lo agradecería.-me pidió acariciando el perrito con una sonrisa.