°•Luciana•°
Mateo empezó a contar toda nuestra historia, desde que nos conocimos, hasta ahora, todo a través del rap. Contando cómo el se sentía, y las cosas que sentía por mi.
Hacia todo esto sin sacar su vista de mí.
La mayoría de las personas que se encuentran acá, le festejan, algunas graban, y otras me miran mí.
Y yo, no hago nada.
Simplemente lo miro, y lo escucho. Con el corazón latiendome a mil, y las lágrimas amenazando con salir.
Solo estoy segura de dos cosas.
Uno; estoy demasiado enamorada de el.
Y dos; no tengo idea de que hacer en este momento.
Las cosas que me está diciendo son hermosas, pero las que me dijo antes no.
Que loco que la misma persona que está ahí, declarándose adelante de toda esta gente, sea la misma persona que me hizo sentir la persona más insuficiente del mundo.
Una parte de mi me decía que tengo que perdonarlo, darle otra oportunidad. Que todos nos equivocamos, y por ahí decimos cosas sin pensar.
Y la otra me decía que tengo que ser fuerte, seguir adelante. Y que no es para mí.
Nunca había estado tan confundida en mi vida.
Por un lado tenía a mi corazón, y por otro lado a mi mente.
Mateo termino de rapear, y todos le aplaudieron.
El se quedó mirándome, y yo a él.
Todos esperaban mi respuesta, y yo no sabía cómo mierda reaccionar.
Tampoco tenía tantas opciones.
Entonces apareció ese puchero involuntario, recordándome que soy más sensible de lo que quisiera. Y no quería llorar acá.
Me di vuelta y me fui de ahí, pero no corriendo, caminando entre la gente hasta llegar a la puerta de salida.
Una vez que estuve afuera me sentí mucho más aliviada, cerré los ojos y respire profundamente el aire fresco. Las lágrimas cayeron por mis mejillas rápidamente apenas cerré los ojos.
Empecé a caminar.
Y empezó a llover. Caían solo algunas gotas, pero no dejaban de estar heladas.
—Que bien.—me queje con bronca, y me abraze a mi misma para seguir caminando.
De a poquito se iba largando más fuerte.
La mejor de las suertes tengo yo.
—Lulita.—sentí su grito atrás mío y acelere mis pasos.
Ahora mismo estoy muy confundida como para pensar.
—Luly—volvio a gritar y sentí sus pasos atrás de mi.
—Dejame Mateo.
—Escúchame por favor.—suplicó.
Y ahí me acordé de mi mamá, y de sus palabras de esta mañana, diciéndome que tenía que aprender a escuchar.
Me frene, me di vuelta y lo mire.
Ahí estaba el, todo mojado, más lindo que nunca, y con una mirada triste.
—Por favor.—volvio a pedir.
—Te escucho.—accedí.
Cualquiera que mirara esto de afuera, no entendería nada. Estábamos parados en el medio de la calle, en plena tormenta.
—Todo lo que dije antes es verdad, solo que no tuve los huevos necesarios para decírtelo antes. Tuve miedo a volver a sufrir, y no me di cuenta que por culpa de mis miedos te estaba lastimando a vos. Fui egoísta lo sé, pero me arrepiento.
Apareciste y me pusiste el mundo de cabeza, abriste una puerta que nunca pensé que iba a volver a abrir. Me enamore de vos a más no poder, de cada una de las cosas que te hacen única. Te quiero en mi vida para siempre, porque me di cuenta que sos mi lugar en el mundo. Te amo.... te amo muchísimo, y perdón por no poder dejarte ir, eso me hace aún más egoísta, pero es que te necesito Lulita—la voz se le quebró, el también estaba llorando, y yo sentía que el corazón se me iba a salir—Porque sos vos, y todo este tiempo fuiste vos.
En ese momento volví a recordar las palabras de mi mamá;
"Hace lo que sentís"
Y eso fue lo que hice.
Sin decir nada me acerque a el, lo abraze por el cuello y uni nuestros labios en un tierno beso.
Mateo llevó sus manos a mi cintura y me atrajo hacia él. Nuestros labios se movían a la par y con necesidad.
Ambos nos necesitábamos y este beso lo dejaba claro.
Y ahí estába yo, haciendo lo que sentía.
Ganó el corazón.
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No tuve tanta cabeza como para inventarme un rap sjsjsksks, así que lo dejo a su imaginación.
El que sigue es el final lpm sjjdksks😢
