°•Mateo•°
—¿Cómo le vas a decir eso?—cuestiono mi mejor amigo.
—Yo no te la puedo creer Mateo.—exclamó mi papá negando con la cabeza.
Acababa de contarle todo lo que había pasado a ellos dos.
—Me cage todo—explique—De verdad, me muero de miedo. Siento por ella cosas incluso más fuertes que las que llegue a sentir por Priscila.
—¿Y por qué no le dijiste eso salame?—pregunto Camilo.
—Porque me asusté, yo me prometí a mi mismo no volver a enamorarme nunca más, no quiero sufrir de nuevo.—dije desesperado.
—¿Y no estás sufriendo ahora por haberla alejado?—pregunto mi papá.
—Muchisimo.—confesé.
—¡Es la misma mierda!—dijo Camilo frustrado.
—Me deje llevar por lo que me dijo Priscila y por mis miedos. No quiero volver a pasarla así de mal.—negué con la cabeza recordando todo eso.
Cami se mordió el labio y rodó los ojos, sin saber que decir.
—A ver hijo—dijo mi papá sentándose a mi lado—Que te haya pasado una vez, no significa que si o si te tiene que pasar lo mismo siempre. No podés estar toda tu vida aferrado a un recuerdo malo, tenés que jugartela un poquito más por lo que sentís. ¿La querés a Luly?
—Con todo lo que soy la quiero.
—Entonces jugatela, Priscila fue una mala pasada de la vida. Luly apreció en tu vida para enseñarte que el amor sigue existiendo, para curarte esas heridas que te hicieron así. ¿Sabes hace cuando que no te veía así de feliz por una chica? no seas pelotudo, ¿enserio la vas a perder?
—No puedo ni imaginarla lejos mío.—negué con la cabeza.
—Te vas a arrepentir toda tu vida si eso pasa hijo, si sabes que es amor no la dejes ir. No te dejes llevar por comentarios de gente como Priscila, que ella no tenga corazón y no sienta amor por nadie no significa que todas las personas son así. Y no seas cagón, no te dejes intimidar por tus miedos.
Yo lo mire atento, nunca escuché a mi viejo hablar así, parecía salido de un libro de filosofía. Camilo a mi lado, está igual de sorprendido que yo.
—La vida te golpeó una vez, y te enseño que no todas las personas son buenas, y no todas tienen el mismo corazón que vos. Te diste la cabeza contra la pared, pero sirvió para hacerte más fuerte. Después de lo malo, siempre viene lo bueno.
La pasaste muy mal, y es normal que tengas miedo, pero no podés vivir toda la vida con miedo, el que no arriesga no gana.
Nos quedamos un rato en silencio.
—Tómame como ejemplo—volvio a hablar el—Cuando me separé de tu mamá, pensé que nunca iba a volver a amar a alguien con la misma fuerza que la ame a ella. Pensé que ya estaba, que el amor me llegó una vez y listo, que nunca más iba a sentir algo por alguien. Y entonces ahí apareció Penny, para hacerme volver a creer en el amor, para enseñarme que sigue existiendo a pesar de todo, y que la perdida de uno no significa que nunca más te va a llegar otro.
En tu caso esa vendría a ser Luly, que llegó derrepente a abrirte el corazón nuevamente, y que te hace sentir incluso el doble de cosas que sentiste alguna vez por Priscila.
Cuando sentís que el mundo se te viene encima y pensas en ella, ahí es. Cuando te sentís mal y lo único que querés es verla, ahí es. Cuando sonreís como un bobo al verla, ahí es. Cuando te hace sentir seguro, ahí es. No la pierdas Mateo. Yo ya te di el consejo, ahora está en tus manos, no tomes una decisión de la que te arrepientas el resto de tu vida, solo por miedo.—me sonrió, me dió un golpecito en el hombro y subió escaleras arriba.
Mire a Camilo anonadado y el también estaba igual.
Yo se que mi viejo vivió muchas cosas en su vida, y que es una persona muy sabia. Pero nunca había tenido una conversación así conmigo, realmente me sorprendió.
—Escúchalo Mateo...—dijo Cami.
—¿Vos que tenés para decirme?—pregunte.
—Yo no voy a ser delicado como tu papá, yo te voy a tirar la posta aunque duela. Sos la encarnación viviente de la pelotudez hermano, ¿cómo le vas a decir todas esas cosas? no te imaginas cómo puede estar sufriendo ella ahora mismo.
—Me hace bosta de solo pensarlo.—hice una mueca de pena.
—Es que si, debe estar echa percha. ¿Y sabes que es lo que me da más bronca? que le hiciste exactamente lo mismo que te hicieron a vos. Vos mismo la pasaste mal por amor y te importo una chota, lo mismo que vos sentíste en su momento, está sientiendo ella ahora, no pensaste en eso. Ella no tiene la culpa de tu mierda.—dijo con bronca.
Asentí, porque tiene toda la razón.
—Y una vez te lo dije, ella no es Priscila, ella no es igual. Y vos no sos el mismo de antes.
Volví a asentir.
—Y perdón si estoy siendo muy sincero, pero es que posta te quiero abrir los ojos, no seas tan cagón y jugatela. Si querés que te los abra a los cachetazos no tengo problema eh.—me mostró la palma de su mano y soltó una risita haciéndome soltar una a mi también.
—No me quiere ver ni en figurita Cami.—dije con tristeza.
—Bueno, arrastrate nose, hace lo que sea para arreglar lo que hiciste. Se nota que se quieren, es alta piba la Luly, sos un pelotudo si la dejas ir.
—Es todo lo que está bien ella.—sonreí con tristeza acordándome de todas esas cositas que la hacen única para mi.
—Si es todo lo que está bien, pero la estás dejando ir salame, ¡despertate!, y no la juzgo si no te quiere ni ver, porque también es mi amiga, le agarre cariño y me pongo en su lugar. Pero voy a ser egoísta, porque realmente pienso que sería una boludez desperdiciar el amor que se tienen, hablo por los dos, porque se nota mucho. Vos no haces algo para arreglar esto y te rre cago a patadas en el orto te digo enserio eh.—amenazo.
—Nose como voy a hacer, pero lo voy a arreglar, me la voy a jugar por lo que siento, lo único que espero es que no sea muy tarde.
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Chiquis se me rre complicó lo de hacer dos capítulos por día, se aborta la misión jajjajjakaja, esto soy. Pero quédense tranquis que voy actualizar seguido igual. Lo que pasa es que si siento que si o si lo tengo que hacer no me sale, así que bueno, espero no se enojen. Gracias por todito, lxs amo💜
