°•Mateo•°
Tendría que haberla abrazado, decirle que me pasa lo mismo y que no la quiero lejos mío nunca.
Pero al contrario, me deje llevar por todo lo que me dijo Priscila, me deje llevar por el miedo y los nervios, le puse una barrera a mi corazón.
—¿Por qué? ¿por qué mierda te enamoraste?—pregunte de la manera más asquerosa posible.
En realidad le estaba haciendo una pregunta que me hacía a mi mismo, ¿por qué de nuevo?
ella frunció el ceño.—¿Que?—pregunto con notoria tristeza en su voz.
—¿Por qué te enamoraste?—me acerque a ella a pasos rápidos haciéndola retroceder un poco—Soy todo lo contrario a tierno, todo lo contrario a lo que una piba busca para enamorarse y nunca te di esperanzas de algo más, nunca hice nada más que cojerte.—dije con bronca.
—¿Que te pasa pelotudo? ¿Te pensas que uno elije de quién enamorarse?—pregunto con enojo y las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas.
—Vos si lo elegiste, ¿por qué tuviste que cagarla así?, desde un principio te dije que no quería nada serio, porque no quería que esto pase. El amor nos hace débiles y entre nosotros dos no puede haber amor.
—No es mi culpa haberme enamorado de un salame como vos.....—sollozo.
—Si es tu culpa. ¿Por qué no solo disfrutas en vez de enamorarte? es como si te gustará sufrir.—todas y cada una de las palabras me las estaba diciendo a mi mismo.
Ella se tapo la cara y no dijo nada.
—Que te quede claro que yo nunca quise que pase esto, y también que yo no siento nada por vos, y que nunca quise estar con vos de ninguna otra forma que no sea abrirte las piernas y cogerte cuando tenía ganas.
Ni yo sabía lo que estaba diciendo, me cage hasta las patas por lo que estaba sientiendo y solo me salió ser una bosta de persona.
Me miro, y en su mirada podía ver tristeza y bronca.
—Sos una basura, andate de mi casa—cerro los ojos—No te quiero ver nunca más, no te atrevas a acercarte o a dirigirme la palabra nunca más en tu vida, ¡andate!—señalo la puerta sin mirarme.
Yo me quedé petrificado, solo mirándola.
—Andate Mateo o te juro que llamo a la policía.—dijo con un hilo de voz.
Me aleje de ella y camine hacia la puerta de su pieza. Me di vuelta y la mire por última vez, estaba destruida, por mi culpa. Y aunque quisiera negarlo yo estaba igual.
Me gano el miedo y saque lo peor de mi.
Salí de esa casa con los ojos aguados, sintiendo una enorme tristeza en mi interior. Me quise volver, pero ya le había echo suficiente daño como para seguirla jodiendo.
Camine hacia mi casa y las lágrimas ya habían empezado a caer, ¿que mierda hice?
°•Luciana•°
Me senté en la cama y mire a un punto fijo. El dolor que estaba sientiendo ahora, no lo había sentido nunca en mi vida.
No podía entender como alguien podía ser tan hijo de puta.
No podía parar de echarme la culpa por todo, al fin y al cabo tiene razón, yo me enamore, yo tengo la culpa.
Las lágrimas no paraban de salir y no había forma de que me calme, ni de aliviar lo mal que me estaba sientiendo.
Me acosté en la cama y me puse de costado, en ningún momento deje de llorar, en ningún momento en mi mente dejaron de aparecer recuerdos junto a el, los cuales me hacían llorar mucho más, ¿como pude ser tan estúpida?
Sentí unos lloriqueos y me asome, viendo que se trataba de Rayo, que quería subirse a mi cama.
Me senté y lo subí, lo abraze y seguí manifestando mi dolor en lágrimas.
El es lo único bueno que me quedaba de Mateo.
Me acordé cuando me lo regaló y no pude evitar empezar a sollozar más alto.
La puerta de mi pieza se abrió y pude ver a mi mamá que volvía de comprar.
Me limpie las lágrimas y la mire.
—Hija, volví....—su cara cambió totalmente al verme así—Mi amor, ¿que te paso?—se acercó a la cama rápidamente, se sentó y me abrazo.
Yo me aferre a ella con todas mis fuerzas, y empecé a llorar mucho peor.
—Me hicieron mierda mami.—solloze.
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Ya me veo venir todas las puetadas q le van a dejar a Mateo jsjsjs.
Les quiero avisar que ya estamos cerca del final, no falta poquitito, pero tampoco falta muuuchoo, estamos ahí entre medio!