°•Mateo•°
—¿Que le vas a decir?—pregunto Cami parándose también.
—No tengo idea, pero la quiero ir a encarar igual. Cuando vuelva de ahí voy a hablar con Luly.
—Dale wacho, yo voy a buscar a Rayo ahora y se lo llevó de un pique.—aviso.
—Dale, de una.—salimos afuera.
—Cuando vuelvas de lo de Luly, llámame así me llegó y me contas todo, nos vemos gato.
—Nos vemos ñeri.—chocamos puños y cada uno se fue por un lado.
Caminé dos cuadras hasta llegar a la casa de Priscila, hace mucho que no venía a esta casa. Me acuerdo cuando venía a buscarla como todo pelotudo enamorado.
Golpeé la puerta.
En unos minutos la abrió ella, y al verme sonrió de oreja a oreja.
—¿No te dije que ibas a volver a mi?—sonrió victoriosa—Pasa, estoy sola.—se hizo a un lado y yo pasé, trate de mantenerme calmado.
—Vengo a preguntarte ¿por que?—la mire con bronca.
—¿Por qué, qué?
—¿Por qué ayer subiste ese estado y antes de que yo salga del baño lo borraste?
—Ah eso.... nada, me divirtió.
—¿Que querías lograr?—me estoy enojando más de lo que ya estaba.
—¿Con qué?—se hizo la boluda.
—Dale, deja de hacerte la tarada—solté con bronca—¿No te basto con arruinarme la vida antes? ¿me la querés arruinar de nuevo?
—Ay, ¿arruinarte la vida por qué? solo fue un estado.—se encoge de hombros.
—Priscila con este estado me acabas de arruinar algo muy...... lindo.—yo mismo me sorprendí de mis propias palabras.
Ella sonrió divertida.
—¿Muy lindo?—rie—Veo que te enamoraste de ella. Eso quería saber.—sonrie satisfecha.
—¿Que?—frunzo el ceño.
—Si, quería ver si ella era solo una más... pero veo que no. No aprendes más vos eh, conmigo te paso lo mismo, te enamoraste y así te fue. Y sin embargo ahí estás, pensé que ibas a ser más inteligente después de todo. Yo te quise enseñar que el amor no sirve para nada, solo nos hace vulnerables y nos pone en las manos de la otra persona. Se ve que no aprendiste.
—No puedo creer lo que me estás diciendo...
—¿Que? te digo la verdad. Vos ahora sentís que sin ella no estás completo, ¿o me equivoco?—aunque quisiera decir que no, no podía, porque tiene razón—Vez, eso es lo que hace el amor. Nos pone completamente a disposición de la otra persona, ella te puede lastimar cuando tenga ganas, Mateo no seas boludo, ¿sufrir por mi no te fue suficiente?
—¿Vos que sabes del amor Priscila? nunca amaste a nadie más que a vos en tu vida.
—Ahi te equivocas, pero no es el caso—nego con la cabeza—¿Y vos Mateo, que sabes del amor? contame como te fue la última vez que amaste a alguien.
