San Valentín y la Bocota de Snape

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Cuando se terminaron las vacaciones, Sienna se enteró por parte de algunos de Hufflepuff que no pudieron quedarse callados que Hermione estaba en la enfermería. Corrieron rumores sobre su desaparición cuando el resto del colegio regresó a Hogwarts al final de las vacaciones de Navidad, porque naturalmente todos creyeron que la habían atacado. Sienna le preguntó a Neville y el solo dijo que fue solo un accidente con otra cosa, pero que ni Ron ni Harry dieron detalles.

Las clases de pociones jamás dejarían de ser las favoritas de Sienna. Snape era demasiado blando con Sienna, tanto que ya todas las casas del curso de Sienna, e incluso los demás cursos, sospechaban que Sienna era hija del profesor, debido al parecido que tenían, y no solo era la piel palida. Malfoy, siempre al día con las noticias, la acorraló en el pasillo para preguntarle personalmente.

—¿El profesor Snape es tu papá? —preguntó serio.

—¡¿Qué?! —Sienna no sabía de dónde sacaban esas ideas—. ¿Qué te hace pensar eso?

—Se parecen demasiado —dijo insatisfecho con la respuesta de Sienna—. Creo que hay algo que ni tú sabes.

Se fue por el pasillo con aires de grandeza. Sienna se preguntó si las últimas palabras de Malfoy tenían algo de verdad, le pareció de mala educación, pero decidió ir a preguntarle a Snape. Ya casi llegaba, cuando se encontró a Neville en el pasillo.

—¡Sienna! —exclamó Neville feliz de verla—. ¿A dónde vas?

Sienna tomó su brazo y lo llevó con ella lejos de los alumnos.

—¿Has oído los rumores?

—¿Cuáles?

—Que Snape es mi papá —dijo Sienna. Neville la miró con tristeza—. Draco dice que talvez haya algo que yo no sé.

—¿Pero y si son solo rumores? —dijo, para que Sienna no tuviera problemas—. Yo en alguna ocasión sí creí que Snape fuera tu padre —admitió—, pero luego deseché la idea.

—Solo quiero comprobar —le dijo Sienna—. Sería grandioso tener un papá... Pero...

—¿Pero?

—Recibí un regalo de mi padre ésta navidad —le contó Sienna. Neville abrió los ojos como platos, estaba sorprendido—. Pero luego Snape apareció con otro regalo...

—¿Y sí fueran el mismo? —sugirió Neville—. Quiero decir, puede que Snape te haya mandado un regalo como tu padre y otro como tu profesor... Aunque si no lo fuera, no entiendo porqué un profesor le daría un regalo a su alumna.

—Cenó en casa en navidad —le dijo Sienna a Neville—. Yo creo que fue por cortesía.

—Sería lindo que tuvieras un papá —le dijo Neville—. Yo tengo al mío, pero... Ni siquiera me recuerda —dijo con tanta tristeza, que Sienna rápidamente lo abrazó en silencio.

«Mejor no le preguntes —le sugirió Neville hipando—. Sería mejor. La noticia se confirmara cuando tenga que confirmarse.

—Bien —aceptó Sienna—. ¿Vamos a las cocinas? Los elfos pueden ofrecernos chocolate caliente.

Neville aceptó limpiándose los ojos y Sienna lo guió a las cocinas.

En las cocinas los elfos estaban más que contentos de tener a alguien a quien alimentar y les dieron bandejas con panes y una jarra con chocolate caliente. Sienna estaba muy feliz por comer y Neville mejoró su humor con las tazas de chocolate.

*****

Se confirmaron las sospechas de que Hermione no había sido petrificada cuando solo ella salió de la enfermería y no el resto.

La Hija de Snape  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora