La Hija de Snape

Primer Día Del Quinto Curso

🇲🇽 ¡VIVA MÉXICO CABRONES! 🇲🇽

Sienna despertó al siguiente día con el optimismo por los suelos. No sabía qué clases le tocaban, pero estaba segura de que tenía tan mala suerte que le tocarían las clases de la Umbridge y Grubbly-Plank una seguida de otra.

Estaba tan adormilada y tan cansada de haber dormido en el piso después de dormir en el tren, que se vistió malhumorada y ni siquiera se peinó, se reunió con Calum en la sala común y después de que él la reprendiera por su desaliñado aspecto, salieron hacia el comedor donde les darían sus horarios.

La Profesora Grubbly-Plank estaba hablando con Sinistra, la profesora de Astronomia, y Hagrid brillaba por su ausencia, cosa que a Sienna la tenía muy preocupada. El cielo encantado era una resonancia del mal humor de Sienna gracias a que ese día comenzaban las clases; estaba lleno de miserables nubes grises de lluvia.

Cuando se dirigía a la mesa de Hufflepuff detrás de Calum, alguien le tomó la mano y Sienna vio que era Draco, casi había olvidado que un día atrás aceptó ser su novia. Draco se la llevó a algún lugar fuera del comedor y antes Sienna escuchó a Calum gritar.

-¡No llegues tarde a la primera clase!

Sienna se puso roja y se dejó llevar por Draco a un rincón que estaba vacío. Ahí Draco le preguntó por su aspecto y le hizo gracia el mal humor de Sienna. Pero ella se olvidó de su mal humor cuando Draco la beso, aunque fueron separados por Snape, quien miró a Draco con cara de pocos amigos, y a Sienna también.

-Hola papá -saludó Sienna con voz pequeñita.

-Hola Sienna -contestó usando la voz chillona con la que Sienna habló-. ¿Se puede saber qué hacían?

-Eh, pues. Nosotros estábamos...

-Dos puntos menos para cada uno. Las muestras de cariño no son permitidas en la escuela y menos a plena luz del día.

-Pero está nublado.

-Ay, Sienna -suspiró Snape-. Vayan a desayunar. Comida. Antes de que se acabe la hora del desayuno.

-Bien.

-Ve a comer, pues.

Sienna y Draco dejaron a Snape. Ambos reían y así entraron a tomar un pedazo de pan y un vaso de jugo de calabaza antes de tomar sus propios rumbos a sus primeras clases.

La primer clase de Sienna fue Herbología, donde Sprout los hizo escribir las nuevas reglas que deberían de seguir en la clase ahora que Umbridge estaba en Hogwarts.

-Pero profesora -interrumpió Sienna cuando Sprout les recordó que debían de llevar el unicorme completo y en buen estado para cada clase-. ¿Por qué es tan importante esa profesora?

-Sienna, querida -susurró Sprout mirando nerviosamente por la ventana solo para corroborar que Dolores no pasaba por ahí-. La nueva profesora de Defensa es trabajadora del ministerio, lo que ella haga o deje de hacer aquí son órdenes directas del ministro. Justo después de que El-que-no-debe-ser-nombrado haya vuelto y que Dumbledore se lo haya hecho saber a Fudge -se estremeció cuando mencionó el sobrenombre de Voldemort-... El ministro le teme mucho al señor tenebroso y no es lo suficientemente valiente como para enfrentarse a su regreso, pero Dumbledore sí, por eso envío a, una espía, yo la llamaría. La tarea de Umbridge aquí no es tanto enseñar, sino vigilar los movimientos de Dumbledore y de paso inutilizar a los estudiantes -explicó mientras todos la miraban con total atención-, si el señor tenebroso apareciera ahora y los alumnos no pueden defenderse, le echaran la culpa a la administración de Dumbledore, lo llamarían un director incompetente y le quitarían la dirección de la escuela, dejando a los estudiantes aún más vulnerables ante las fuerzas oscuras.