Viaje a Hogwarts

12.9K 1.1K 521
                                    

Un día antes de que Snape se fuera a Hogwarts, Sienna se quedó con él.

—¿Cómo van los profesores a Hogwarts? —le preguntó Sienna antes de dormir—. ¿Van en el tren?¿Se aparecen?¿Van por la red flu?

—Depende de la persona —respondió él—. Hay quienes se aparecen en las afueras y entran a pie, hay quienes van por la red flu, y otros que quieren descansar se van en el tren.

—¿Y tú cómo vas a Hogwarts? —le preguntó Sienna.

—En tren —dijo—. Al menos está vez iré en tren, cada cierto tiempo quiero descansar de apariciones que me vacían de energía o andar gritando como loco en la red flu que voy a Hogwarts.

—¿Por qué los profesores no viajan con los alumnos? —le preguntó Sienna.

—Porque los soportamos mucho en clase como para que en un viaje cansado no nos dejen descansar —le explicó y añadió algo más antes de que Sienna volviera a preguntar—. Buenas noches, mi amor.

Apagó las velas y tapó la cara de Sienna con una almohada. Sienna se quejó debajo de la almohada y Snape sonrió.

—Descansa, bebé.

*****

—Sienna, vamos tarde —le reprochó Rebecca a Sienna—. El tren sale a las once y ya son las 9:30.

Isak iría con ellas, Rebecca le contó sobre el tren escarlata que llamaba la atención de cualquiera e Isak quería ver con sus propios ojos la manera en la que los alumnos del colegio de su sobrina llegaban allá.

Cuando por fin se fueron por la red flu al callejón Diagon, Isak se acerco a Sienna.

—Tu madre dijo que envidiaba la forma en la que llegas a Hogwarts, ya que en Ilvermorny no era tan impresionante —le dijo al oído—. Y yo quiero verlo con mis propios ojos.

—Es increíble —asintió Sienna—. Siempre llega una bruja con un carrito lleno de golosinas... Y las montañas que se ven por la ventana son increíbles...

—¡Gozan de más privilegios que nosotros! —protestó—... ¿Me puedes mandar algunos dulces?

Sienna soltó una carcajada y luego asintió.

—Pero en el callejón Diagon venden...

—Sí, pero quiero ver qué sea cierto lo de los dulces.

—Está bien. Te mandaré grageas de todos los sabores...

—¿Qué cosa?

—Oh, las probarás  —Sienna sonrió inocentemente.

*****

Al llegar, Isak no creía lo que sus ojos veían.

—Por todos los magos... Esto es... —Isak estaba sin palabras, el enorme tren escarlata que se alzaba por encima de las cabezas era sin duda muy hermoso.

Algunos magos y brujas lo miraron con curiosidad, su acento americano llamaba la atención, y con Rebecca a su lado, parecían gemelos, y Sienna más pequeña abajo, quien no parecía ajena a ellos a pesar de no parecerse mucho a su madre y tío. Los tres hablaban con acento americano, a pesar de que Sienna había pasado los últimos 11 años de su vida en Inglaterra, no perdió su acento de nacimiento.

—¿Te parece si me meto a tu baúl? —le preguntó Isak a Sienna ganándose un golpe en la cabeza con la edición matutina del El Profeta, Isak miró a Rebecca con la ceja alzada—. Yo soy el mayor.

La Hija de Snape  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora