Sienna se despertó en navidad, estaba más tranquila debido a que había terminado sus tareas antes de las vacaciones. Henriette estaba roncando así que Sienna decidió bajar las escaleras hacia donde estaba el árbol con el montón de regalos.
Emocionada, se acercó a al árbol. Abrió el regalo de su mamá, que eran galletas de todos los tipos, calcetines, libros y vestidos; Neville le había enviado un libro, y un cofre y pulseras, Hannah le había regalado galletas caseras de avena con chocolate y una pluma de fénix para escribir; Henriette tenía latas de comida y unas bolsitas de croquetas.
Estaba muy feliz comiendo las galletas de Hannah cuando vio que más al fondo del árbol había otro regalo para ella:
De papá.
Sienna se quedó helada y se atragantó con un pedazo de la galleta. Abrió el regalo y vio que quien sea que fuera su padre, parecía conocerla: habían libros de pociones, pociones básicas, complejas y algunas más potentes y prohibidas; habían vestidos floreados con pulseras, diademas con piedras de colores, chocolates y galletas de Hogsmeade.
—Feliz navidad, bebé —dijo Rebecca feliz mientras bajaba las escaleras. Luego vió a Sienna sentada en el suelo con lágrimas en los ojos y regalos en sus manos—. Mi amor, ¿Qué tienes?
Sienna le enseñó la caja en la que venían los regalos. Rebecca se veía muy confundida por el regalo de Snape, y mantuvo ese rostro para que Sienna no creyera que ella sí sabía la identidad del remitente.
—Va... Vaya —tartamudeó—. Talvez ya se han visto y no lo sabes —le dijo Rebecca suavemente—. Me gustaría saber de quién se trata...
—¿No se puede rastrear la magia?
—La caja es Muggle y fue envuelta de esa manera —le explicó Rebecca mostrándole la cinta puesta muy cuidadosamente y el hecho de que habían algunas burbujas casi imperceptibles en el forraje de la caja.
Sienna parecía desilusionada. Quería saber quién era su padre y porqué no se presentaba en persona. Rebecca se sintió mal por esconderle información tan delicada a su hija.
—Un día lo sabremos —le dijo Rebecca sintiéndose la mentirosa más grande del mundo—. Si te envió un regalo es porque sabe de tí y es muy probable que te quiera. Es navidad, bebé. No estés triste.
—Bien... A Henriette también le mandó un regalo —dijo Sienna con una risa débil. No le pasó por la mente que su señor padre también estuviera al pendiente de su mascota, Henriette había recibido un pequeño abrigo de lana y latas de comida.
—¿Ves? También se preocupa por tu gata ruidosa —dijo Rebecca—. Enserio, ¡Cómo ronca esa gata!¡Los gatos no roncan!
Nota de autor: Mi gato sí ronca 😅
—¿Qué vamos a desayunar?
—Te acabas de comer una docena de galletas —Rebecca abrió los ojos como platos—. ¿Y todavía estás pensando en desayunar?
—Tengo hambre —Sienna sonrió con inocencia.
Cuando terminaron de desayunar, Sienna subió a su habitación a darle el desayuno a Henriette y Rebecca se fue a su habitación a leer la respuesta de Snape con respecto a la cena.
Rebecca
¿Sienna recibió mi regalo?¿Cómo reaccionó? Espero que no te haya molestado con eso ¿Y qué hay de la gata, recibió el suyo?
Pensé en darle a entender a Sienna que es lo más importante para mí aunque se suponga que jamás nos hemos visto.
¿Te gustó tu regalo? Supuse que te gustaría.
ESTÁS LEYENDO
La Hija de Snape
Fanfic-¿Acaso tengo cara de haber pedido ser tu hija? -rugió Sienna-. Si vas a reclamarle a alguien asegúrate de que sea a mi madre... -Cambie ese lenguaje, señorita Snape -interrumpió Snape, aunque se veía dolido por la actitud de su hija -, le recuerdo...