Las vacaciones no fueron lo que Sienna llamaría tranquilas. Sus hermanitos se habían mostrado muy interesados en huir de ella cada que quería darles una ducha, y se escondían demasiado bien lo cual más de una vez hizo que Sienna se molestase con ellos y los pusiera bajo un chorro más frío de lo que los gemelos hubieran querido a la hora del baño. Isak se la pasaba interrogando a Sienna sobre Umbridge ya que a él tampoco le caía bien. Por su parte Snape parecía estar medianamente tranquilo, cuando no estaba haciendo algo para la orden o los mortífagos, se sentaba en el sillón mientras los gemelos destrozaban todo a su alrededor y Sienna intentaba ponerlos en paz.
—¿Te importaría ayudarme? —le pidió Sienna exasperada.
—Tú continúa —respondió Snape con tranquilidad haciendo enojar a Sienna.
—Me ofrecí para el sacrificio en verano, no en invierno —le recordó—. Además, son tus hijos, no los míos.
Por fin había alcanzado a atrapar a uno de los niños, lo puso en el regazo de Snape, este y Thomas se miraron fijamente.
—¡Papá! —exclamó el niño contento y le ofreció de su caramelo babeado al hombre frente a él.
—No me gustan los dulces —respondió Snape ofreciéndole de regreso el dulce, Thomas no se veía encantado con la respuesta, pero se terminó de comer el caramelo de todas formas.
—Claro que sí te gustan —repuso Sienna mirando a su padre.
—¿Dices que me gustan porque me metes los dulces a la boca sin preguntarme? A este paso fácilmente podrías envenenarme.
—Te comes el dulce de todas formas.
—Pues porque ya lo tengo en la boca, ni modo que lo tire.
Sienna tomó el dulce babeado de la mano pegajosa de Thomas y lo metió a la boca de Snape, este le puso mala cara y Thomas rió encantado.
—¡Sienna Thalassa Peterson! —le reprendió su padre—. ¡Está babeado!
—Es saliva de tu hijo, no de un extraño... Además, ya lo tienes en la boca, ni modo que lo tires...
Snape se levantó con rapidez y le metió el caramelo en la boca a Sienna.
—¡Papá!
—Es saliva de tu padre, Sienna, no de un extraño. Y ya está en tu boca ni modo que lo tires.
Elian había dejado de correr y miraba la escena entretenido, e Isak, que recién había regresado de trabajar, los miraba con gesto que expresaba algo muy cercano al asco.
—¿Buenas tardes?
—Hola, Isak —saludó cortésmente Snape mientras Sienna se sacaba el dulce de la boca y lo metía de regreso a la boca de Thomas que recibió el dulce contento—. ¿Tuviste un día tranquilo?
—Sí, bastante ¿Qué hacían?
—Solo pasábamos el rato.
—Eso veo... Sienna, cariño, ayúdame a preparar la cena —le pidió pero luego hizo una pausa—... Espera ¿No has bañado a los gemelos?
—¡No se dejaban atrapar! Pero ahora mismo los baño, no te preocupes. Descubrí que tengo que hacer el ridículo para ponerlos en paz.
—Bien, no te tardes.
—Yo te ayudo con la cena —se ofreció Snape y Sienna supo que a su padre no le apetecía tener que lidiar con el par de niños en el baño.
Media hora después los gemelos estaban felizmente sentados en sus tronas, Severus e Isak miraron con una pequeña sonrisa como Sienna llegaba al comedor empapada y con aspecto de estar muy irritada.
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La Hija de Snape
Fanfiction-¿Acaso tengo cara de haber pedido ser tu hija? -rugió Sienna-. Si vas a reclamarle a alguien asegúrate de que sea a mi madre... -Cambie ese lenguaje, señorita Snape -interrumpió Snape, aunque se veía dolido por la actitud de su hija -, le recuerdo...