Capítulo 61 (Últimos Capítulos)

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Llegué a las oficinas de la empresa, pase por recepción. Sin detenerme sonreí y salude con la mano a la recepcionista. Le pedí a Josh que me dejara al frente del edificio.

Pasé mi tarjeta de identificación por la ranura y marqué el piso a donde iba.

Mientras el aparato avanzaba, mi emoción aumentaba. Le había mencionado a Christian que quizás no regresara a la oficina, si todo salía bien pasaría el resto del día en casa, resolviendo el problema de mi esposo.

Amo ese pensamiento.

Tú amas todo lo perverso.

Igual que tú.


Las puertas del ascensor  se abrieron y una mujer bastante hermosa estaba afuera, al parecer a la espera. Llevaba un  vestido Gucci negro, tacones Louboutin  con bolso a juego, pelo rubio platino peinado en perfectos rizos y su maquillaje inmaculado. No tenía muchas joyas pero sus accesorios, reconocí, eran de la firma de mi familia.

Caramba, eres toda una fashionista. Hasta reconoces las marcas. Me siento orgullosa de ti. Apuesto a que Andrea también lo hará cuando le cuentes.

Si no puedes con el enemigo, únetele.

Si señor.

—Buenas tardes—le dije por cortesía y sonriendo pero ella solo me dio una mirada altiva y con algo más que no pude identificar.

—No tan buenos—Escupió y entró al elevador.


Una perra en su totalidad.


Demasiado mal educada y malhumorada para mi gusto.


Me dirigí a la oficina de mi esposo y saludé a su asistente.

—Hola Janet—salude. Esta vez se veía un poco mejor que la vez anterior. Aún así, su aspecto no era como normalmente era. Se notaba que estaba enferma.

—Hola señora Zaba.

—¿Te encuentras mejor?— La verdad es que Pregunté solo para saber, pues se notaba que no andaba bien.

—Si, estoy muy bien, gracias por preguntar. El señor Dorian la está esperando.

—Iré ahora.


Me dirigí al despacho de mi esposo. No toqué, solo abrí la puerta y entré cerrándola detrás de mí.


—Hola—Dije.


Dorian estaba sentado detrás de su escritorio con su computadora abierta y levantó su cabeza cuando me escuchó. Dejé mi bolso en unos de los sillones y Me acerqué hacia él. Tenía muchas ganas de besarlo. Se veía muy hermoso y la forma en la que miraba me calentaba con cada paso.


Sus ojos me seguían mientras me movía, con una intensidad que debilitaba mis rodillas.


Ni siquiera tuve que llegar hasta donde estaba, él mismo acortó la distancia que nos separaba. Se levantó, me agarró por la nuca y la cintura y me besó.

Le devolví el beso con mucho gusto. Sentí en mi vientre la dureza de su entrepierna. Mi esposo estaba muy listo para mí.

—Siente lo que me haces. He estado así desde que me enviaste esas fotos. —Apretó mis nalgas—Tu cuerpo mojado... y ese vídeo... ¡Dios mío! Artemis, vas a matarme—Sus manos agarraron el dobladillo de mi vestido y empezó a subirlo.—No puedo esperar más.

Sonaba desesperado. Besaba cada trozo de mi piel expuesta. Yo estaba excitada, pero mi plan no era hacerlo ahí. Yo quería tener tiempo de explorarlo y saciarme.

Casada Con El Enemigo ©️ +18 CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora