Casada Con El Enemigo ©️ +18 Completa

Capítulo 62

—Cariño, hoy tuve una conversación muy interesante con Fidel.—Dijo Dorian, desde el cuarto.

Yo estaba en mi vestido poniéndome unos pendientes y estos calleron de mis manos cuando escuché el nombre.

¡Mierda!
   
Busqué la Mierda de pendiente, pero no lo vi y rápidamente me puse a buscar otro, ocuparme en algo más y fingir que no lo había escuchado.

Estas en problemas.

No lo estoy. Quizás Fidel lo llamó para otra cosa. No puedo delatarme sin saber todo.

¡Demonios! Tenía todo controlado. Peter accedió a quedarse callado y todos trabajaban en una solución permanente, pero olvidé por completo al hombre encargado de distribuir las ayudas. A Fidel era a quien le hacíamos los envíos y dirigía toda la operación en ese país.

—Artemis,—La voz de Dorian sonaba más cerca. Volví a hacerme la desentendida—Artemis—Está vez repitió mi nombre desde la puerta de mi vestidor y no tuve más remedio que girarme a verlo.

Dios querido, mi marido siempre era un espectáculo para la vista. Se había puesto unos pantalones chicos, una camisa y una americana, casual y sexi.

Nos estábamos arreglando para asistir a la cena en casa de mis suegros y aunque yo no estaba muy entusiasmada por asistir, ver a mi esposo vestido de esa manera me alegraba mucho. Pensar en desvestirlo era la mejor parte.

—Artemis, ¿Hay algo que tengas que decirme?

Ahora si que estás en problemas, yo tú y me voy olvidando del desvertimiento.
—¿A que te refieres, Cariño?

Eso, dale largas al asunto. Es innesario ya te pillaron.
—¿Te suena algo de que Fidel aún no recibe las cosas que hace semanas se enviaron? —Hizo la pregunta muy serio—¿Por qué Fidel tuvo que llamarme a mí, Artemis? ¿Qué pasa con Peter?

Respiré profundo.

—No tienes que preocuparte, mañana hablaré yo misma con Fidel. No pasa nada mi amor—Sonreí al final.

Si pasa, no mientas.

Calla, en lo que a mí concierna, no pasa nada. Todo está bajo control.

—¿Cuándo pensabas decirme que el barco está retenido por piratas? ¿Cuándo asesinaran a la tripulación?

Uy, ahora si está algo enojado.

¡Carajo!

—¡¿Por qué Mierda tengo que enterarme de esto por un tercero cuando tú estás ahí? Se supone que debes decirme, yo confío en ti. ¿Y Peter? También se quedó callado.

—Todo está bajo control, Dorian. Lo resolveremos.

—¿Cuándo lo resolverás, Artemis?

Me enojé.

—Ya encontré la solución. Te dije que no debes preocuparte. No soy una tonta, Dorian. Se hacer mi trabajo.

—Esto no se trata de ti y tus capacidades, se trata de la vida de otras personas, un error y habrán vidas perdidas.

—Y ¿Crees que no lo sé? ¡Demonios! No insultas mi inteligencia. Claro que lo sé. Ya te dije que no soy tonta. A diferencia de lo que puedas pensar, trabajar ahí no es un capricho mío. Apenas me enteré ayer de lo que pasaba y ya lo estamos resolviendo.

—Tuviste mucho tiempo de decírmelo ayer y no me dijiste nada. ¿Cuándo ibas a decírmelo?

—Nunca. Si de mí dependiera, jamás te habrías enterado.