Casada Con El Enemigo ©️ +18 Completa

Capitulo 6

       —Y tú, piensa en  que ellos han sufrido mucho tiempo. Mi madre perdió un un hijo Artie, recuerdo que fue duro para ella. Creo que nunca se recuperó del todo. Tuve que verla llorarlo por mucho tiempo. Muchas veces la encontrábamos en casa llorando a escondidas  y su embarazo no llegó a término. Ahora piensa en Adara y en lo emocionada que estuvo preparándose para la llegada de sus hijas y que al final solo tenga una.

       Tenía razón, pero me enfadaba que usara esa psicología conmigo. Podía entender muchas cosas  pero no quería aceptar la verdad. Estaba rotundamente negada.

       —No es justo—lloré.

       —Lo se amiga, para ninguno de ustedes lo es, pero tienen que resolverlo.

        Era la verdad pero yo en testarudez y dolor quería seguir siendo la víctima. No quería pensar en el dolor que los demás estaban sintiendo, quería ser egoísta.

         En una sola noche la que pensaba era mi vida, era una total mentira y, descubro que mi supuesto novio vive con otra chica y va a ser padre ¡Tengo derecho a autocompadecerme de mí misma!

       Camila enciende el auto y empieza a manejar. Pienso que me llevará a otro lugar o a su casa, pero no mi querida amiga me lleva a mi casa ¡mi casa! El último lugar donde quiero estar. Solo quiero hacer como los avestruces, esconder mi cabeza en la tierra y no saber de nadie.
       Mi casa no estaba tan lejos del centro comercial, el trayecto no duró ni veinte minutos. Mientras nos acercábamos mi corazón se estrujaba en mi pecho. Quería ser una cobarde y salir despavorida y poner uno o dos continentes de por medio.

Por suerte para mí, el carro de los Stefanides ya no estaba, eso significaba que solo estarían mis padres y eso me ayudó un poco a calmarme.

       —Puedo quedarme contigo sin problemas—dijo Camila al parar el carro frente a mi casa.

       —Lo sé pero yo...quiero estar sola.

       Camila me sonrío y yo me baje del auto. Ella arrancó y yo caminé despacio hacia la casa. Respirando profundamente.

       Mi casa estaba en completo silencio. Parecía como si estuviese vacía, pero lo sabia mejor. Mis padres estaban esperándome en algún lugar de la casa.

       El ruido de la puerta debió alertarlos por qué salieron de La Cocina. Sus rostros reflejando el pesar de sus corazones. Mirándolos me di cuenta que lo que Mi amiga había dicho era cierto, no debería ser fácil para ellos enterarse de que su hija en realidad no era suya. Me sentí la peor hija de todo el mundo y me sonroje hasta la raíz del pelo de la vergüenza, mis padres siempre dieron todo para mí.

       —He sido muy egoísta con ustedes y lo lamento..

       Mi mama abrió los brazos y yo corrí hacia ella; a ese refugio que siempre estuvo disponible para mí.

       Nos abrazamos llorando y mi padre también se unió a nosotras. No sé cuánto tiempo estuvimos abrazadas hasta que se rompió el abrazo y aún no sé  quien lo hizo.

       —Estabamos muy preocupados cariño, solo me tranquilice cuando tu padre me dijo que estarías con William.

       —Fui a verlo pero.... Yo no quiero hablar de eso ahora. Cami me trajo.

       —¿Qué pasó? ¿Sucedió algo entre ustedes?—preguntó mamá y yo negué con la cabeza y mis ojos húmedos.

       —Por favor...yo sinceramente no quiero hablar de él.

       —Está bien cariño.

       —Me iré a la cama ahora. Mañana hablamos, no me siento bien.—mi papá iba a decir algo pero lo interrumpí—papi por favor...necesito descansar.