Capítulo 54

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Me esforcé por hablar, pero mi cuerpo no ayudaba. Parecía una tonta. Quería correr hacia mi esposo, rodear sus hombros con mis brazos, besar su rostro. Mirarlo a los ojos y decirle que lo amaba y que había sido una tonta todo este tiempo. Mi lengua picaba por lamer el agua de su piel y mi alma clamaba el calor de su cuerpo.

¿Qué estás esperando? ¡Hazlo!

¿Qué esperaba? Ni yo misma lo sabía. Quizás esperaba que Dorian diera el primer paso, como siempre ha hecho. Quizás esperaba que me dijera que se alegraba de verme o que demostrara de alguna forma que no le aborrecía mi presencia. Quizás esperaba que en cualquier momento alguna fémina saliera del dormitorio en busca de su amante.

Habían pasado algunos minutos y ninguno de los se había movido.

Tú eres la que debe hacerlo primero. Tú lo arruinaste. Tú eres la desconfiada. Tú eres quien vino a disculparse. Toma la oportunidad que la vida te da. Siempre deseando tener a alguien que te amara sin reservas, que sanara las heridas de tu pasado. Alguien sincero que te enamorará. Lo tienes frente a ti ¿Qué harás ahora, chica?

Esas palabras eran tan ciertas que me hicieron sentir mal. Siempre quise enamorarme otra vez. Quise que me amaran por mi misma, pero fue difícil. Ser hija de quien era me dificultó descifrar si las personas se acercaban a mí por interés genuino o solo por las influencias que mi apellido les traería. El engaño de Willy no ayudo mucho en mi autoestima, aún me siento tonta e inadecuada. Sin embargo, de alguna manera Dorian ha cambiado eso.

Dorian me ha mirado siempre a mí. Ha creído en mi potencial. Ha buscado, desde que nos casamos, que esté cómoda y feliz. Mi esposo ha sido el hombre que me ha enamorado. Que me ha empoderado cuando me mira con deseos. Que me ha subido el autoestima cuando adora mi cuerpo y me dice que soy hermosa. El hombre que me ha dado el placer más exquisito que jamás había sentido.

Dorian Zaba me ha enamorado, me ha hecho despertar viejos deseos y anhelos que había enterrado. Me ha hecho reír y disfrutar muchas coas, pero también me ha asustado. Ha despertado los miedos y recuerdos dolorosos. Me he acobardado frente a al amor tan inmenso que le tengo. Amar a Dorian es dicha e insertidumbre. Es saber que está a mi lado pero que no me pertenece. Es darme a probar la alegría con un recordatorio de que no será felicidad.

No es que sea una mojigata o una mujer sufrida, es que el amor por mi esposo es tan Grande que siempre he sabido que si lo decía en voz alta y no era correspondido me iba a romper para siempre.

No puedo solo alejarme, lamer mis heridas y en algún tiempo olvidarlo. Dorian está presente en todo. No solo lo perdería a él, sino también, perdería a mi familia y la vida que conozco. ¿Tan egoísta es de mi parte no querer perder, otra vez, la vida que tengo? Crecí en una mentira. Fui feliz, pero vivía un engaño. La vida que tuve ya no existe. Me aterra perder eso. Me aterra no ser lo suficientemente fuerte para superarlo.

Eres fuerte. No tengas dudas.

Cierro mis ojos y respiro profundamente. He pasado por mucho. Me he enamorado y me han lastimado. Me alejaron de mi familia. Han tomado decisiones por mí, sin mi consentimiento. Ha llegado el momento de que sea yo quien decida mi vida. Que tome mis propias decisiones, buena o malas. Que me arriesgue. Que me salga de mi zona de confort y que luche por lo que quiero. De ahora en adelante tomaré las riendas de mi vida.

Así se piensa.

El mundo no es perfecto. El amor no es perfecto. Pero yo no dejaré de vivir por miedo al dolor. Ya me cansé de tener dudas. Me canse de pensar en los quizás y en lo que pudo pasar. Confesaré mi amor, abriré mi corazón. Si Dorian no me ama, lo entenderé, no lo obligaré a quererme. Tengo amor para los dos. Aprovecharé el tiempo que nos quede de matrimonio y cuando termine, me iré sabiendo que lo intenté. Que luché por mi hombre y que lo amaré por siempre.

Casada Con El Enemigo ©️ +18 CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora