—Chicas, necesito que nos den un minuto, por favor, y distraigan a los demás. Vamos ahora. —Despedí con sutileza a mi hermana, mi amiga y a mi cuñada.
Ellas asintieron y dejaron el espacio ocupado, solamente por Dorian y por mí.
—Artemis, amor, no creas ninguna de sus mentiras. —Dorian estaba enojado. Sostuvo mi cabeza en sus manos y me obligó a mirarlo a los ojos. —Jamás te engañaría con otra mujer, mucho menos con Leticia. Eres la única mujer que llena mis pensamientos. La dueña de mi corazón. ¿Dime que debo hacer para convencerte que para mí no hay ni habrá otra que no seas tú?
Sus palabras hicieron que mis ojos se humedecieran.
—Dorian...—Un repentino nudo apretó mi garganta dificultando que pudiera continuar hablando.
Se supone que su cumpleaños sería relajado y perfecto. Un compartir entre familia con conversaciones y risas. Nunca conté con esa presencia indeseada, mucho menos con todo lo que pasó después. Me enojaba haber pasado por ese mal rato, me enojaban que las palabras de Leticia me llenaron de dudas en su momento.
Si no hubiera sido porque mi conciencia es un incordio, me hubiera dejado engatusar por esa rastrera y las cosas que dijo.
Al fin reconoces que sin mí no puedes vivir.
Sabes que muchas cosas que dijo son verdad.
Así es, sin embargo, todo lo demás fue mentira y ya sabemos que tuvo ayuda.
Sí, Agatha le informó de muchas cosas.
—Mi vida, escúchame, nunca le dije nada, Artemis, jamás había estado con ella y menos a solas. —Llamó mi esposo mi atención, desesperado porque le creyera.
—Ella sabe lo del testamento, Dorian. Se supone que esa información es como un secreto de estado y solo lo saben tú, Adrian y mi padre. ¿Cómo lo sabe ella? Si hubieras llegado unos Segundos antes, todas las chicas se hubieran enterado. ¿Tienes idea de lo que eso podría hacerle a nuestra familia? Ellos jamas creerían que realmente nos amamos, hasta nos miran diferentes. ¿Cómo tomarán esa noticia mi madre, Andrea y Oriana?
—Nena, te juro por Dios que yo nunca le dije. Es cierto, es un secreto que guardamos con mucho recelo. No entiendo como se enteró. Lo que si te puedo asegurar es que nunca le dije que seríamos amantes, tampoco le hablé de Janet o de nada. Antes de recibir la llamada, no había vuelto a hablar con ella desde hacía años cuando rompí el compromiso.
—¿Crees que tú madre se lo haya dicho?
—Mi madre. ¡Oh mi vida! Como te ha tratado. Perdóname mi amor. Estoy tan furioso con ella. No le perdonaré nada de esto, créeme mi amor.
—Dorian, no es tu culpa. Sabes cómo es tu madre. Yo sabía que no le caía bien, pero de ahí a conspirar para que nos separemos... wao, es demasiado sorprendente.
—¡Dios, si! No puedo creer que ella planeó todo esto. Si ella no hubiera insistido, jamás habría contratado a Leticia, créeme. Pero mi madre fue tan insistente y al final pensé que si la ayudaba no le hacía mal a nadie, solo era darle la mano, como hacemos por otros. Todo era un engaño, una confabulación de ella y mi madre. ¡Soy un idiota! Le creí cuando dijo que quería disculparse por la forma en que te trató y a Oriana. ¡Agatha Zaba, disculpándose! ¡Ja! Solo yo puedo ser tan estúpido.
—No te martirices mi amor. Es tu madre, ¿Quién iba a pensar que se prestaría para algo así?
Yo sí.
Tú no cuentas.
—Creo que tienes razón. Sin embargo, no creo que mamá le haya contado sobre la cláusula. Ella tampoco lo sabe, créeme. No hay nada que Agatha amé más que los millones a los que tiene derecho y el estilo de vida que estos le proveen. Si ella supiera que no está en la calle, por ti, no te trataría de sa manera. Bajar de posición en la escala social es su peor pesadilla. Ni todo el afecto que le tenga a Leticia podría competir con su temor a la pobreza y una vida trabajará. No, amor, mi madre no sabe nada.
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Casada Con El Enemigo ©️ +18 Completa
AléatoireNo se porque demonios siento un tremecimiento en todo el cuerpo. Él no debería hacerme sentir así. ¡Demonios! No quiero sentirme así con él. Pero que va, la vida no es perfecta y aquí estoy; haciéndome gelatina en los brazos de un hombre al que det...