Capítulo 21.2

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Lo escucho soltar el aire entre dientes, peligrosamente. Mi sistema sanguíneo se activa cuando sus ojos me fulminan con la mirada y avanza en grandes zancadas hacia mi. Quiero retroceder aún más, cubrirme con algo, pero en lugar de eso, me quedo totalmente quieta esperando ansiosa el impacto con su cuerpo. Me siento penosa al darme cuenta de esto. Para mi sorpresa, en esta ocasión no me toca. Tan sólo se detiene a unos dos centímetros escasos de mi y me sigue fulminando con la mirada. Noto su respiración profunda en la frente cuando niega con la cabeza como si estuviese ante alguien difícil de disciplinar. Su altura me intimida y trato de no encoger los dedos de los pies. Siempre que algo me pone nerviosa, tiendo a hacerlo.

—¿Por qué lo haces tan difícil?

Con su pregunta me doy cuenta de que está haciendo gala de todo su autocontrol para no agarrarme y mostrarme que el que manda aquí es él. Qué equivocado estás conmigo si crees que voy a dejar que me mandes, Kievan Hunter. Sobre todo, ahora que sé que no tengo nada más que perder y que me siento tan sola en este maldito mundo. Además puede que él sea el rey de los ladrones, pero yo soy la princesa suprema. Me debe respeto.

—¿Qué exactamente? ¿Acostarme en la misma cama de un hombre que ni tan siquiera conozco de lo más mínimo? ¿Alguien que me debe tantas respuestas? ¿Alguien que ha usado a mi hermano tratando de hacerme daño?

Siento como la fiereza sale de mí en cada una de las palabras que le escupo en la cara, pero también noto como las lágrimas vuelven a abandonarme. En serio, estoy hasta la corona de llorar. Esa corona que ya no tengo y que dudo volver si quiera a usar. No quiero blasfemar, pero estoy a punto de hacerlo. Yo no soy débil. Nunca lo he sido. Entonces, ¿por qué diablos no paro de llorar a cada poco tiempo? Quizá sea porque las personas fuertes también necesitan llorar, desahogarse, romper con todo lo que llevan dentro, y luego, poco a poco, volver a ser fuertes y mirar hacia delante. Puede que ahora mismo esté en ese punto. Sobre todo, cuando la duda de que si me hubiese casado con alguno de mis pretendientes quizá mi padre aún seguiría vivo me aprieta las entrañas. La culpa es el sentimiento más estúpido que hay. No sirve de absolutamente nada. En cambio, usar esa energía para recapacitar constructivamente, eso sí que sirve. Y yo siempre me he caracterizado por ser resolutiva, es sólo, que necesito tiempo para volver a ser yo de nuevo. Para dejar de sentir que esta debilidad me enferma. Que mis pensamientos y emociones lo hacen. Que los recuerdos del ataque a mi castillo que no paran de vagar por mi mente no van a poder conmigo.

Volviendo a mi realidad inmediata, Kievan ha vuelto a desviar la mirada de mi y a negar con la cabeza. Lanzándome una última mirada rabiosa y glacial, veo como se aleja y sale de la habitación dando un portazo tan fuerte que las bisagras de la puerta tiemblan.

—Tienes que aprender a comportarte —lo escucho bramar en el pasillo.

—Puedo decirte exactamente por dónde puedes meterte tus modales, secuestrador —y lo digo en voz baja, esperando ansiosa por ver si me escucha o no lo hace.

Tras unos segundos no tengo respuesta, y no sé si es que está en mitad del pasillo conteniéndose o qué diablos está haciendo. No puedo más. Simplemente, no puedo más. ¿Es él quien me secuestra y soy yo la que tiene que aprender a comportarse? ¿Me ha secuestrado o me ha salvado de las demás casas reales? ¿QUÉ OCURRE Y POR QUÉ SIENTO QUE NO ME ENTERO DE NADA? ¿Por qué diablos me siento así con él? Parece descolocarme de una forma tan brusca que me da miedo.

Me siento aún más rota cuando me doy cuenta de que se ha ido definitivamente y eso tan sólo hace más grande mi impotencia, porque aunque necesite desahogarme estoy sola. Y la sensación de enfado y frustración hace que abra el armario y vea la gran cantidad de vestidos que tengo. Sí, como pensaba creo que tengo los suficientes para hacer una gran cuerda si uso también las mantas y las pieles. Está decidido. Me voy de aquí. YA.

Holaa personitas preciosas!!! Aquí estamos de nuevo. He borrado y reescrito más de 200 páginas de esta historia, trabajando muchísimo en el argumento y en el desarrollo de los personajes, tanto principales como secundarios. Lo he ido explicando todo por mi instagram y también he ido compartiendo los avances por allí, pero por si alguien no sabe el motivo de mi ausencia en esta historia, aquí lo tenéis. Eso y que he estado liada con la promoción de Nosotros sobre las estrellas, una obra que he publicado directamente con mi editorial y que requería también mi tiempo.  Ahora, contadme, ¿os ha gustado? ¿Creéis que Henna conseguirá huir? Os sigo subiendo otro más en unos minutos. Un abrazo grande y gracias por leerme!!!! <3

Ig: sarahmeywriter

Fb: sarah mey libros

HENNA©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora