Ahorita no, joven » Omegaverse YM.

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Después de la graduación para sorpresa de Jimin, YoonGi no lo llevó a la casa de sus padres, en lugar de eso ambos llegaron a un bonito edificio en donde estaba un apartamento bastante acogedor y hogareño. Jimin no preguntó nada, solamente escuchó en silencio mientras YoonGi explicaba cada espacio en el lugar. Habían tres habitaciones, una más grande que las otras dos, dos baños, una cocina espaciosa y una sala de estar igual de grande.

— ¿Te gusta? — Preguntó a lo último el alfa mientras veía al omega. Jimin parpadeó confuso mientras veía los muebles por última vez.

— ¿Q-Qué hacemos aquí? — Preguntó confundido. YoonGi sonrió mientras extendía la mano hacia el omega. Jimin caminó hasta el alfa mientras se afianzaba el agarre en sus manos. — ¿Y-YoonGi? — Preguntó dudoso.

— Este es tu apartamento, está a tu nombre. — Jimin frunció el ceño mientras veía al alfa. YoonGi esperó una reacción totalmente diferente a esa que estaba presenciando.

— ¿Me propusiste matrimonio hasta hace poquito y ahora me estás diciendo que ya no viviré más contigo? — Preguntó un tanto ofuscado. YoonGi frunció el ceño.

— Bebé. — Llamó intentando entender a su omega.

— ¿Por qué no quieres vivir conmigo? ¡Todavía no estoy gordito! — Exclamó con dolor.

— Jimin.

— ¿Todo el sentimentalismo y este anillo bonito fue la emoción del momento? — Preguntó conteniendo un sollozo mientras señalaba el anillo en su mano.

— Jimin-ah. — Volvió a llamar el alfa.

— ¡Yo si me quería casar! ¡Frijolito quería un padre! — Exclamó. YoonGi rió divertido mientras se aferraba en un abrazo con el omega y empezaba a dejar besos en el rostro de su dramática pareja.

— No seas tonto Jimin. — El omega puchereó.

— ¿Por qué me estás diciendo tonto? ¡Yo no soy tonto! Yo... — Todo lo que quiso decir Jimin fue callado por los labios del alfa que simplemente no encontró mejor forma de callar al omega. El rubio quiso negarse pero ¿a quién podría engañar? Amaba a ese alfa que lo estaba echando a la calle con el frijolito en vientre. — No es justo. — Protestó el omega. — No puedes hacerme esto en medio de mis berrinches. — Puchereó. YoonGi sonrió besando la nariz del omega de forma cariñosa mientras tomaba el rostro del menor entre sus manos.

— Esta es tu casa, está a tu nombre. — Mencionó. — Pero es nuestro hogar. — Susurró. — Aquí viviremos con nuestro frijolito. — Mencionó con una sonrisa cariñosa en su rostro. Jimin sonrió.

— ¿P-Pero? — Jimin preguntó confundido. — ¿Dejaremos a mamá Sora? — Cuestionó. YoonGi sonrió mientras soltaba al omega y tomaba asiento en uno de los muebles. — ¿Cómo compraste esto? ¿De dónde sacaste el dinero?

— Somos una pareja, necesitamos privacidad. — Mencionó recalcando lo último mientras palmeaba sus piernas. Jimin asintió tomando asiento en el regazo del alfa. — Mamá debe entender que ya soy grande y tengo una familia que mantener. — Jimin iba a intervenir cuando el alfa negó. — Hay una habitación extra para ella, no le diremos nada porque es capaz de mudarse con nosotros desde ya.

— Ya me había acostumbrado a sus regaños. — Susurró el omega. YoonGi ignoró lo dicho mientras seguía explicando.

— Vendí unas canciones que tenía, me pagaron un buen dinero y con ayuda de mi abuela y Baek escogí el lugar y el anillo. — Anunció. — Mientras no consiga trabajo de mi profesión, trabajaré con mi papá en la empresa. — Sonrió depositando un beso en la frente del omega. — Aun no he comprado los muebles del cuarto del cachorro, lo dejé para que lo hiciéramos juntos como la familia que somos.

— Cuando hablas así de bonito, siento que es un sueño todo esto y que todavía soy un tonto omega detrás de ti. — Jimin comentó risueño mientras sentía la caricia del alfa en su cintura.

— Te amo. — Susurró el alfa mientras escondía su rostro en la curvatura de cuello de su omega e inhalaba profundamente de su olor. Jimin gimió cuando pequeños besos y mordidas fueron depositados en aquella sensible zona. Las manos del rubio se envolvieron en el oscuro cabello mientras iniciaba un lento vaivén sobre el alfa.

Después de eso, todo fue borroso para Jimin.

Las prendas de vestir fueron cayendo una a una en el suelo mientras el sonido de besos y gemidos rompían el silencio del lugar. Poco distinguió Jimin de la habitación, simplemente se concentró en ver y sentir a su alfa con él.

Amándolo y queriéndolo como solo YoonGi podía hacerlo.

Los besos depositados en la suave piel, los embistes llenos de fuerza que arrancaban más de un jadeo por parte de ambos, la piel siendo acariciada con tanto anhelo y cuidado, todo siendo tan especial y bonito.

— Mi pequeño omega. — Susurró YoonGi mientras sentía el interior del omega apretarlo con fuerza. — Tan bonito. — Musitó mientras sentía las uñas del rubio incrustarse en la piel de su espalda.

— Y-YoonGi. — Susurró difícilmente el rubio con cariño en cada una de las letras usadas mientras guiaba su mano a su adolorido pene y lo masturbaba al mismo ritmo de las embestidas hechas por el alfa.

No fue después de algunos minutos cuando ambos, tanto alfa y omega tocaron el cielo juntos mientras se entregaban al placer de amar y ser amado. Jimin se aferró con fuerza al cuerpo contrario mientras el nombre de este era profesado con devoción y el pálido volvía a encajar sus dientes en aquella marca que los había unido.

— G-Gracias. — Jimin susurró en un murmullo mientras sentía el cansancio arropar su cuerpo. YoonGi sonrió depositando un beso en aquellos abultados labios.

— ¿Por qué me das las gracias? — Preguntó el alfa viendo fijamente el rostro del omega. Jimin sonrió.

— Por ser tú, el amor de mi vida. — Mencionó. — Por darme el calor de una familia, por amarme de la misma forma en la que yo te amo a ti. — Susurró mientras una lágrima traicionera se deslizaba por su rostro. — Te amo, tonto. — Mencionó viendo fijamente al alfa. — Siempre será así. — Prometió.

— Te amo más. — Sonrió el alfa. — Quiero besarte toda la noche mientras te hago mío. ¿Puedo? — Preguntó. Jimin asintió con una sonrisa en el rostro mientras sentía aún el nudo del alfa en su interior.

— ¿Ahora quién es el que quiere cariñitos? — Preguntó burlón. YoonGi rió.

— Me contagiaste tus caprichos. — Mencionó el alfa antes de volver a tomar los labios del omega en un beso lleno de amor.

...

¡Hola!

Vamos rumbo a los 600k en lecturas, ¿Cómo se supera eso? Muchas gracias por tanto cariño que esta historia ha recibido, en serio nunca en mi vida pensé que llegaría tan lejos y que tanta gente le daría tanto amor a esto.

Inició como un experimento y terminó siendo mi primer historia que pasó la línea de los 40 capítulos.

Quería hacer un capítulo bonito y con amor para el Yoonmin, espero que todo quedara bien.

Nos leemos pronto.