Ahorita no, joven » Omegaverse YM.

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Jimin sonrió emocionado desde su asiento mientras veía el teatro en donde dentro de muy pocos minutos le entregarían su tan ansiado diploma a su alfa y éste sería al fin, alguien graduado. La emoción estaba en cada parte de su cuerpo mientras veía lo bonito que estaba todo organizado y al grupo de graduandos que se encontraban sentados en una sección aparte de los invitados y familiares.

Tenía rato observando también a su suegra y los graciosos gestos que hacía cada vez para no llorar mientras su suegro reía de algo con BaekHyun, muy seguramente de su suegra y la abuela Min que estaba al lado de ella diciéndole cosas divertidas que hacían gruñir a la ya de por sí sensible omega.

TaeHyung y JungKook estaban sentados con los dos amigos de YoonGi y aquello le hizo levantarse de su asiento para ir con ellos.

— Viene la bolita malvada. — Susurró Hoseok mientras disimulaba con una sonrisa. Jimin le observó negando.

— Te escuché Hoseok-hyung. — Gruñó de forma adorable mientras tomaba asiento al lado del alfa. — Puede que actuara infantilmente con ustedes en algún tiempo. — NamJoon y Hoseok le observaron expectantes. — Y no me arrepiento. — Anunció viéndoles. Hoseok y Nam rieron. — Pero espero que como amigos de YoonGi, podamos llevarnos bien, verán soy un poquito...

— ¿Malvado? — Interrumpió Hoseok.

— ¿Desquiciado? — Agregó NamJoon.

— ¿Exagerador? — Mencionó JungKook.

— ¡Adorablemente dramático! — Exclamó TaeHyung.

— No sé porque se empeñan en decir que soy malvado, yo soy la cosa más pura y buena con la cual pudieron encontrarse en sus mugrosas vidas. — Gruñó. — Vendrán a mí pidiendo perdón, idiotas. — Mencionó con un puchero adornando su rostro. TaeHyung rió mientras palmeaba el asiento al lado suyo.

— Vente bolita dramática, te guardé este puesto. — Mencionó el único omega del grupo. — Desde aquí se ve muy bien a YoonGi-hyung. — Jimin sonrió mientras veía hacia los graduandos. — ¿Hoseok y Nam-hyung? — Llamó. Los mencionaron voltearon a ver al omega. — ¿Ustedes por qué no están graduándose? Estaban en el mismo año que hyung.

— Nos faltan dos materias para finalizar el año. — Mencionaron al unísono. Jimin asintió. — ¿Tú cuando regresarás a la universidad? — Preguntó Hoseok.

— Sigo en ella, tonto. — Rió el omega. — Cumplí con todas mis asignaciones y terminé la coreografía que tenía que presentar como examen final, creo que estaré en el próximo semestre de forma presencial hasta que me sea imposible hacerlo. — Movió las cejas animado. — Luego vendré, mamá Sora cuidará al bebé.

— ¿Ya lo hablaste con ella? — Preguntó TaeHyung.

— YoonGi propuso la idea, incluso quisimos buscar niñeras, pero mamá Sora gritó indignada y reclamó ese puesto como suyo, incluso la abuela Min nos ayudará. — Sonrió emocionado. — Quiero terminar la universidad y YoonGi también quiere que lo haga, así que todo está solucionado por un lado.

— ¿Y ya vamos a saber que es el bollito que tienes en el horno? — Preguntó JungKook curioso. Jimin asintió.

— Para la próxima cita con Dahyun-ssi lo sabremos. — Mencionó animado. JungKook iba a hablar de nueva cuenta pero la voz de uno de los miembros directivo rompió el silencio que había en aquel auditorio.

Después de varias palabras por aquel hombre, uno a uno fueron nombrados para que pasaran a retirar sus papeles y respectivas medallas, Jimin observó con emoción a algunos conocidos que estuvieron con él en las clases de baile como tutores, las lágrimas de felicidad bañaban el rostro de más de uno en aquel lugar. Cuando el turno de YoonGi llegó, Jimin no pudo hacer más que sonreír feliz por su pareja quien de vez en cuando, volteaba hacia los asientos como si estuviera buscándole. Sin dudarlo alzó la mano para que este pudiera verle y una sonrisa brotó en el rostro del pálido cuando por fin reconoció a su omega dentro de toda la multitud. Cuando el último alumno subió a recibir su título y el evento dio por finalizado, Jimin se escabulló entre toda la gente que se abrazaba entre sí para encontrarse con YoonGi.

— ¡Hyung! — Exclamó cuando lo vio a pocos pasos de distancia. El alfa sonrió en grande mientras abría los brazos y recibía al omega entre sí. — Felicitaciones, ahora eres un graduado. — Felicitó el omega. YoonGi apretó al omega entre sus brazos mientras inhalaba fuertemente el olor de este.

— Tengo todo lo que quiero, no puedo quejarme. — Susurró el pálido dejando un sonoro beso en la frente del rubio. — Jimin. — Llamó.

— YoonGi. — Sonrió el omega al ver el brillo emocionado en los ojos del alfa.

— Te amo. ¿Sabes eso? — Preguntó.

— Lo sé tontito. — Rió el menor. — Yo también te amo, mucho, mucho. — Anunció feliz.

— ¿Sabes algo más? — Jimin negó confundido mientras veía al alfa. — Eres lo más bonito que se cruzó en mi camino. — Jimin rió recordando lo que había dicho a los amigos de YoonGi hace poco. — Y aunque he cometido errores en el camino, creo que eso es lo que hace único lo que tenemos, porque ambos hemos sido unos chicos torpes. — Jimin rió asintiendo. — Pero lo estamos intentando, estamos siendo un nosotros cada día más fuerte, más bonito y más eterno. — Susurró.

— Somos unos tontos en crecimiento, de eso no hay duda, pero nos amamos. — El omega sonrió. — ¿Estás así de sentimental porque estás graduándote? — Preguntó divertido.

— Estoy así de sentimental porque me quiero casar contigo. — Jimin parpadeó varias veces mientras veía al alfa.

— ¿Q-Qué dijiste?

— Eso. — Mencionó el alfa mientras metía una de sus manos en el bolsillo de sus pantalones y sacaba una caja pequeña de color vinotinto. — Te amo. — Mencionó sincero. — De la forma que sea, con todos tus lados perfectos e imperfectos, incluso siendo una pequeña copia de mamá. — Rió mientras veía al omega. Jimin contuvo las lágrimas mientras veía desde la cajita hasta la cara del pálido. — Entonces... Quiero saber si tú... ¿Quieres casarte conmigo?

— ¡Si dices que no te meteré preso! — El grito de Sora arrancó varias risas de los presentes mientras Jimin veía al alfa.

— Eres un tonto Yoonie, ¿quién podría decirte que no? — Preguntó divertido. — Claro que quiero casarme contigo. — Susurró viendo con emoción como el alfa deslizaba el anillo de oro en su dedo. — ¿P-Puedo besarte ahora?

— Pensé que nunca dirías eso. — Rió el pálido mientras besaba al omega y escuchaba de fondo el llanto de su madre y los aplausos y gritos emocionados de sus amigos.

...

¡Hola! ¿Cómo están?

Yo bien. Superando una pinche alergia que me atacó bien fuerte esta semana.

Muchas gracias por todo el cariño para esta historia, me han hecho muy feliz.

¡Nos leemos pronto!

¡Saludos!