Capítulo 18

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Llego a casa a las 11:30 pensé que encontraría a Elinna dormida, pero está bien despierta viendo una película de terror, como yo nunca hago ruido al llegar a casa, y como la veo tan concentrada me acerco despacio y pongo en mi celular la música de 1 2 3 4 de Freddy en la cocina y me escondo, ella pega el brinco y mira a todos lados.

-Dande eres tú.-pregunta con voz temblorosa, y no respondo.

Se levanta y camina a la cocina enciende la luz y encuentra mi celular, y apaga la música.-No estoy para bromas Wesley.

Donde estoy no pega mucho la luz ya que el pasillo que da a los cuartos está oscuro y salgo de mi escondite gritando, que la hace caer de nalga.

-¡¡¡Mil veces mierda!!!.-grita.- Dandelion, no hagas eso que me va a dar un soponcio.

Yo estoy tirada en el piso riéndome por su cara de espanto y está más pálida de lo que es.

-Pareces Gasparin por lo pálida que estas.-le digo 

-Y a ti te voy a dejar como Thanos pero morada de los golpes.-corre hacia a mi y yo lo hago a mi habitación, intenté cerrar pero no avanzó a hacerlo, ya que se me tira como si estuviera en la lucha libre.

-Basta basta.-digo muerta de risa.

-No, hasta que me pidas perdón por esa broma de mal gusto.

-No lo haré.-comienza a hincarme con sus dedos las costillas.

-No cosquillas no por favor.- me desespero.

Me falta el aire y esta se retira rápido de mi, y va por un vaso de agua que siempre dejo en mi mesa de noche, me la entrega y la bebo de un solo.

-No vuelvas a hacerme cosquillas.

-Tu no vuelvas a hacer ese tipo de bromas.-cruzo mis dedos en mi espada para decirle.

-Prometido.

-Ahora cuéntame toda la mugre.-se sienta como indio en mi cama, con una almohada en medio para poner sus brazos y sus manos en su cara.

Y eso hago le cuento todo todo y no dejaba de interrumpirme.

-Nena un consejo de amigas, por favor toma todo con calma no te metas de cabeza a la primera si.

-Eso haré.-la abrazo porque sé que ella estará siempre conmigo aunque sea un iceberg con todos, pero muy en el fondo es tierna.


....

La horas de clase se pasaron muy lentas y aburridas, también recibiendo malas miradas por las chicas, solo porque Jayden andaba conmigo. Alguien toca mi hombro y pego un brinco del susto estaba tan concentrada en mis pensamientos.

-Dime.-le digo al idiota.

-Vámonos ya se termino la clase.-al fin un poco mas y muero de aburrimiento.

-Ok.

-Si quieres te puedo ir a dejar a tu trabajo.

-Te lo agradecería.-le sonrió y el giña un ojo.

-Puedo prender la radio.-le preguntó y él asiente.

Justo sale unas de mis favoritas OneRepublic Counting Stars, comienzo a tararear y a mover mi pierna derecha. Y el susodicho con sus pulgares toca el volante.

-Eh ¿quiero decirte algo?-estoy nerviosa.

-Si dime.-me mira un segundo y vuelve a ver al frente.

-Pues el sábado es el cumpleaños de Amber y quería saber si puedes ir y de paso llevas a tu sobrino.

-Él está con su mamá pero haré todo lo posible para llevarlo.-sonríe, nunca me cansaré de decir que su sonrisa es bonita

-Gracias por traerme.-le digo desabrochandome el cinturón de seguridad.

Se acerca mucho a mi y siento sus labios en mi mejilla y otro en la frente, me sudaron las manos y mi corazón está latiendo como loco.

-Cuídate por favor y dale un beso de mi parte a Amber.

-S..si esta bien.-tartamudeo parezco tonta haciendo eso.

Me bajo del carro y camino a la casa, miro sobre mi hombro si ya se fue, pero no sigue ahí.

-Buenas tardes, ¿Qué desea? -saluda una chica yo frunzo el ceño, ¡Quién es ella!

-Buenas tardes, mi nombre es Dandelion Wesley trabajo aquí.

-Oh disculpe, pase.- Y eso hago me giro y con la mano me despido de Jayden y se va.

-Disculpe señorita, recién ingresó hoy a trabajar  para los señores.

-No te preocupes y donde esta la señora Adele.

-Ella está en la habitación de la niña Amber, ¿Le sirvo su comida?

-Si por favor.-le sonrió y me encamino a la habitación.

-Cuanto extraño a tu mamá, todavía no me acostumbro, pero se que del cielo está cuidándonos, hasta el último lucho por ti mi amor.-dice Adele mirando a Amber que está en sus brazos y ella solo le sonríe y le toca la cara.

-Hola.-respondo tímida 

-Hola mi niña.-se acerca a mi y me abraza y con gusto se lo devuelvo.

-Hola princesa.-me la entrega y el hago mimos y cosquillas, suelta unos grititos por la risa.

-Vamos a almorzar.-asiento.-Ya conociste a Chelsey será la nueva cocinera.

-Si hasta conversamos un ratito.

-La contrate ya estoy vieja y mis vistas están fallosas.

-Tiene que usar lentes para que no las esfuerces.-le digo mientras tomo un poco de sopa, con Amber en mis piernas.

-Si ya tocará usarlos, ahora cuéntame ¿que paso con jayden?-me quedo en silencio y ella me observa como queriendo leer mi mente.

-Bueno pues me él me trajo y lo invite al cumpleaños de esta princesa.-le besó su coronilla.

Y así le cuento todo y se pega la carcajada cuando le cuento la broma que le hice a Elinna a lo que Amber también se ríe, al ver a su abuela llorando de la risa.

-Bueno me llevare a esta bebé a hacer sus ejercicios rutinarios y a darle un baño.

-Anda nomas mi niña.

De nuevo me encamino a la habitación y la acuesto en un tendido en el piso, para hacerle los ejercicios a lo que ella solo hace sonidos con sus boca, es tan tierna, pasan unos 15 minutos y la paro y solo le agarro sus manos, ya se sostiene por más tiempo, ni se mueve, así como la deje asi se queda.

-Ahora sí preciosa vamos a bañarte para irnos al parque.-ya es una costumbre llevarla al parque a leerle un cuento, a jugar, y ella feliz de la vida y nos regresamos a casa cuando ya está con sueño, ya que ahora no duerme a cada rato, ahora si pasa bien despierta.

La siento en su tina con agua tibia y ella juega con su patito, una vez ya bañada la llevo y la acuesto en la cama secarla.

-¿porque tienes puntos rojos? eso no tenias.-le reviso todo el cuerpito y si tiene todo lleno de pintas rojas, me preocupó y llamó a la señora Elenna, mientras bajo las escaleras con ella en brazos.

-¿Qué pasa? porque los gritos.-dice ella saliendo de la sala.

-Mire, la estaba bañando y cuando fui a secarla me di cuenta de estas pintas rojas.-se las muestro.-Y no las tenía antes.

-Voy a llamar al doctor, por eso la sentí caliente en la mañana, pero le di un medicamento y se le pasó.-y se va.

No me gusta nada de esto, el mes y medio que llevo trabajo con ella no se me ha enfermando.

-Dice Erick que la llevemos a su consultorio ahora mismo.-asiento y me apresuro en cambiarla con ropa suave y abrigadora.

-Vamos, sabes manejar carro.

-Claro que si señora.-me entrega las llaves y wao que hermoso carro es un Volvo XC40 blanco, me enamore literal, pero me concentro en Amber después lo detallo con cuidado.

Vamos en camino al hospital y afuera nos espera Erick y nos guía a su consultorio.

-Acuestala ahí.- en una pequeña cama

InnombrableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora