Innombrable

Capítulo 36

Jayden Smith.

Llegamos al apartamento de Dandelion, esta chica si que es caliente me puso duro desde que estábamos bailando, como me rozaba su trasero en mi amigo, me controle porque había tanta gente y no quería que me vean con una erección.

La acerco a mi cuerpo y la besó de nuevo con lujuria, sus labios son una maravilla, al fin la haré mía es lo que siempre he querido en todo este tiempo, la alzó y ella enrolla sus piernas en mis caderas la llevó a su habitación, que se perfectamente donde queda. 

Cierro la puerta y la dejó en el suelo comienzo a quitarle su vestido que le queda muy bien, me atraganto con mi saliva cuando veo que no tiene brasier solo una pequeña braga, Esta mujer es una diosa sus curvas ufff me mata. Ella saca mi camisa y besa mi pecho dejando besos húmedos, algo en mi es encoge por tan bonito gesto, solo suspiro se siente tan bien sus besos. 

La acuesto y me subo encima de ella, pasa sus manos por mi espalda y despues a mi pecho, muevo mis labios agresivamente, ella gime fuerte cuento presiono mi pene en su zona íntima, y la siento muy mojada, bajo mi mano tocando sus pechos, su estómago hasta que llegó a su entrepierna, se tensa pero la relajo besando su cuello, hago a un lado su braga y ¡¡Santo Cielo!!, está empapada, juego con su entrada tentandola, ella aruña mi espalda, quiero disfrutarla al máximo, bajo a sus pechos que caben perfectamente en mis manos los estrujo y juego con sus pezones para después succionar con fuerza, se arquea y me da más facilidad chupo y muerdo sus gemidos me tienen loco, dejó sus pezones erguidos comienzo a bajar por su abdomen trazando un camino de besos húmedos y uno que otro chupetes, llegó a su lunar blanco que está por su cadera del lado derecho, nunca había visto uno así de ese color, lo toco y ella se estremece, le dejo un beso y continuo con mi camino, besos sus muslos internos siento que agarra mi cabello y lo jala. Me separo y quito su braga y dejó abierta sus piernas 

-No las cierres.-digo y me quito mi pantalón con el boxer, me duelen las bolas me estoy controlando y mucho.

Observa mi miembro y se muerde el labio.

-Apreciando lo que estará dentro de ti.-se sonroja y asiente.

Paso mis manos por la cara interna de sus muslos y gime fuerte, mi mano llega a su feminidad sintiendo como se resbalan mis dedos dentro de ella, jadeo es exquisita.

-Por favor Jay.-dice agarrándose de mis hombros, mientras que la torturó sacando mi dedo despacio.

Muerdo su barbilla y aceleró los movimientos de mis dedos.

-¡Oh Dios Jayden! por favor mas.-se arquea de placer temblando ya va a llegar al orgasmo por lo que la penetro rápido y fuerte que se queda sin aire, no me muevo la beso para que se acople a mi, es tan caliente que se me eriza los vellos.

-¡¡Muévete por favor!!.-dice en susurros.

-A su orden bella dama.-comienzo a embestirla despacio pero profundo y después si subo la intensidad, me abraza fuerte y muerde mi hombro que me hace gruñir.

-¡Ah! te amo.-gime fuerte sus manos bajan por mis espalda arañando, hasta que llega a mi trasero, lo aprieta con fuerza que me hace apretarla más a mi embestirla como un animal. Solo se escuchan nuestros jadeos, muerdo labio inferior porque ya vamos a llegar. Pongo sus piernas en mi hombros  y me muevo más rápido me abrazó torpemente. Estos aplausos son maravillosos.

-¡Ah Jayden!!-grita mientras ambos llegamos al clímax.

-Amy.-susurro porque tiene que llegar ese nombre a mi cabeza ¿porque?

-¿Que dijiste?.-mierda

-Nada nada.-me tiro a la cama. 

Respiramos con dificultad, cuando ya nos tranquilizamos Dande se sube de nuevo encima de mi miembro sonriendo picaramente.

-Segundo round.-hace un puchero y la beso, esta madrugada será larga con esta mujer.

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Dandelion Wesley

Me muevo con pereza, tanteó la cama y me despierto rápido el puesto de Jayden está vacío, se fue este idiota, se encoge mi corazón de la tristeza quería despertar a su lado, pero sonrió como estúpida al recordar sus besos, caricias en  todo mi cuerpo, el segundo round fue salvaje me levanto de la cama porque mi vejiga quiere explotar, cuando siento un tirón en mi zona v. Su tamaño si era normal pero su grosor era de otro mundo, pero la pasamos rico.

Hago mis necesidades, cepillo mis dientes y arreglo mi cabello, salgo del baño y encuentro una nota.

Lo siento por irme, pero tengo unas cosas que hacer, nos vemos en la noche hermosa. 

Te quiere Jay.

Suspiro y salgo de mi habitación y me dirijo a mi cocina, tengo mucha hambre

Me encuentro a caramell la alzo en mis brazos haciéndole mimos, parece un peluche, le doy su comida y me pongo a hacer mi desayuno para después arregla casa. Me voy a sentar en la silla y hago una mueca de la incomodidad ahí abajo, desayuno tranquilamente y me pongo a revisar las redes sociales, no me percato de que abrieron la puerta solo escucho el grito de Elinna que hago caer un trozo de fresa.

-Que se siente mi querida amiga que nos hagan asustar.-se acerca y me abraza y se separa rapido, frunce el ceño y de nuevo se acerca a olerme y abre los ojos como platos.

-¡¡¡Hueles a sexo!!-grita, me sonrrojo 

-Tu tambien y no grites.

-Entonces ya te dejaste desvirgar de tu adorado Jayden.-sube y baja las cejas.

-Pues sí, me siento diferente creo que todos los males se me fueron.

-Entonces te gusto el frutifantastico, el sexo es lo mejor que puede a ver.- reímos.

-Y donde esta el casanova.-agacho la cabeza

-Se fue, me dejó una nota diciendo que tenía cosas que hacer, pero nos vemos en la noche.

-Bueno ya llegará nena, asi que dame de comer y me contaras todo con lujo y detalle.

Hago el desayuno para Eli mientras le cuento todo y esta mas que sorprendida, sale con sus pervercion pero tenemos un desayuno ameno, ya despues de arreglar casa sacamos a Caramell y la llevamos al parque para que estire sus patitas, todos la ven y se enamoran porque camina con elegancia como nosotras, pasamos la mayor parte en el parque y regresamos a casa para ver si Jayden llego pero no no hay nadie, le mando un mensaje si va a venir pero me contesta a las dos horas y que no vendra, se me ponen los ojos llorosos y me voy a dormir nomas, para que mi mente no comience a maquinar cosas.