03. Luego de la Luna.

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Narrador omnisciente:

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Narrador omnisciente:

Remus, inconsciente y repleto de sangre, estaba siendo arrastrado por sus amigos. Fue una noche diferente, a pesar de que llevaban desde tercero siendo animagos y siempre llevaban a Remus en ese estado, sabían que algo andaba mal.

Al llegar a la enfermería, dejaron a Remus en la camilla con cuidado. Estaba muy lastimado, pero el hombre lobo ya se estaba acostumbrado a ese dolor.
Las puertas fueron abiertas, y por costumbre, taparon a su amigo con las cortinas que separaban las camillas.

-Oigan, ¿Esos no son Elizabeth y sus amigos?.-Preguntó Peter mirando hacia la entrada de la enfermería. Sirius,James y Remus fruncieron el ceño. ¿Qué hacían ellos allí?.-Que mal que se ven, están llenos de sangre y Heridas.-Continuó.

-¿Qué-Qué?.-Preguntó Remus asustado, ya había vuelto a despertar en cuanto llegaron.

-Tranquilo Lunático, anoche no saliste de la casa.-Intento calmar James.

Frente a ellos pasaron los tres amigos mal heridos, primero fueron Zack, que estaba lastimado en el pómulo y el labio, además de unos Cortes en los brazos. El castaño iba con Elizabeth colgando de el, pues tenía lastimada la pierna, iba llorando y gimiendo del dolor. Remus la vio muy preocupado.
Y por último paso la pelirroja arrastrando la pierna, como podía iba detrás de sus amigos. Sirius la miro, y sin dudarlo fue hacia ella a ayudarla, pero antes de que llegué a ella, la chica tambaleó sobre su cuerpo y cayó inconsciente al suelo.

Sirius la levanto con cuidado y la llevó a una camilla, Madame Pomfrey asustada corrió hacia los tres amigos.

-¿Qué Sucedió Señor Abbott?.-Le pregunto al castaño, al parecer era el más consciente de los tres, ya que la pelirroja estaba desmayada en una camilla y Elizabeth comenzaba a cerrar los ojos.

-Nos atacaron.-Dijo con lágrimas en los ojos.

-¿Quienes?.-Pregunto ahora Sirius, la curiosidad y la adrenalina le estaban invadiendo.

El chico permaneció callado observando como Popy curaba a sus amigas, comenzó a llorar en silencio recordando todo lo sucedido, en como casi mueren.

Remus camino despacio junto a James, el más que nadie quería escuchar que había pasado. Se acercaron a Zack, el castaño temblaba como si de una hoja se tratase.

-Zack, ¿Qué los atacó?.-Preguntó Remus, Temia que la respuesta sea lo que pensaba. Sirius miró mal a su amigo y luego miró al castaño.

-Aa.anoche fuimos al bosque.-Suspiró.- Betty tenía que ir a practicar con su arco y Flecha, Dumbledore por alguna razón nos dijo que ese día no era bueno para esas prácticas en el bosque.-Remus se tensó.- Pero Alex y yo convencimos a Betty para ir de todas formas, fuimos y..-Se calló, las lágrimas caían con más fuerza al recordar.-Y fue cuando vimos a un extraño animal, algo parecido a un oso... era grande y peludo.. Comenzamos a correr y en el camino nos fuimos cayendo o nos lastimamos con los árboles, por suerte no nos hizo nada y pudimos escapar a tiempo. Pero esa cosa nos quería matar.-Dijo un poco más calmado.

-Ese extraño animal, ¿Iba acompañado por un ciervo o un perro?.-Preguntó Remus impaciente.

-No, estaba solo y era grande,muy grande. Sus ojos eran rojos.-Dijo mirando a los chicos. James y Sirius se miraron.

-Greyback.-Susurró Remus.

[•••]

En la hora se la cena, los tres Merodeadores, Remus tuvo que quedarse a descansar en la enfermería, estaban más nerviosos que nunca.

-...Y por último, esta de más decir que no se pueden acercar al bosque prohibido. Criaturas que no tienen piedad de nada ni nadie, habitan Allí. No intenten ir, a no ser que quieran una muerte dolorosa...-Dijo Dumbledore desviando la mirada a los tres amigos.

Luego de unos anuncios más, y una eterna cena. Los tres Merodeadores fueron a su Torre.

-¿Remus creía que era su culpa lo del Trío de Oro verdad?.-Preguntó Peter mientras se recostaba en su cama.

-Así es, pero gracias a ese chico, Remus esta un poco mejor.-Contestó Sirius cansado, la noche anterior no pudo dormir por ayudar a su amigo peludo.

-Podrían haber muerto, ¡Son unos idiotas!.-Dice James un poco enfadado. Le molestaba el hecho de que por su culpa,su amigo hubiese caído en una depresión por pensar que el culpable fue el.

-¡Ya!. Si son unos idiotas, pero déjame dormir James.-Se quejó Sirius.

[•••]

Narra Alexandra:

Desperté.

Desperté un lugar lleno de camillas, Desperté en la enfermería. A ambos lados de mi camilla, se encontraban un roncoso Zack y una muy sudada Elizabeth.

Me senté, mi pierna aún me dolía. ¿Qué hora es? ¿Hace cuánto estamos durmiendo?. Despacio y sin hacer ruido, me levanté y comencé a caminar (cojeando).

—Señorita Smith, Que bueno que despierta.—Escuché una voz a mis espaldas, Mierda. Dumbledore.

—Buenas noches Profesor.—Murmure dándome la vuelta para verlo. Y ahí estaba, con su larga y plateada barba, y sus lentes de media luna.

—Debería estar acostada, su pierna no termina de sanar.—Regañó.—Además, necesito hablar con usted un momento.

Camine nuevamente a mi camilla, había alguien más en otra camilla, pero no pude ver quien era.

Me senté, y el profesor me ayudó a colocar mi pierna en la incómoda cama. Y luego Tomó asiento en una pequeña silla.

—Fue muy riesgoso lo que hicieron ayer, Alexandra.—Me regañó. Solo me dice así cuando realmente metimos la pata.— Pudieron salir lastimados, y hacer que otros también.—Estaba hablando de alguien más además de nosotros.— Le voy a pedir que no indague más.—Elevó las cejas, Mierda esta leyendo mi mente.— Y también le voy a pedir, que en estos días no salgan de los terrenos del castillo. Un hombre lobo está en el bosque, buscando una Víctima. No sé preocupe, Ya hablé con el ministerio y enviarán aurores. Pero por mientras, deben quedarse dentro del castillo.

—Profesor, ¿Ser una metamorfomaga es una atrocidad?.—Pregunté cambiándole de tema para que no siga con el regaño.

—Creo que es una cosa con la que todos desearíamos nacer, puedes convertirte en lo que desees, en un animal, en otra persona. Incluso en una plata si lo quieres. Yo sería una mandrágora por ejemplo.—Dice entrecerrando los ojos y sonreía.— No es una atrocidad, es una condición que si la sabes usar, puede ser genial.

—Hace unos días, Zack me llamo por mi segundo nombre y dice que mi pelo se volvió de color rojo fuego. Aunque soy pelirroja, realmente era de color rojo chillón.—Expliqué.

—Sería cool poder cambiar de color de cabello cuando quisiera.—Dice Dumbledore tocando su barba.—¿Imaginas que tenga barba Violeta? Slughor me envidiaria.—Sonreí burlonamente. Era un señor con buen sentido del humor.—Y si algún día realmente lo necesitas, puedes ser yo.—Dice mientras se levantaba y me miraba con una sonrisa.

—Ten por seguro que Filch creerá que esta loco por ver a Dumbledore en dos lugares distintos en la madrugada.—Dije riendo por lo bajo.—Buenas noches profesor, y Gracias.

—Buenas noches señorita Smith.—Se despidió y salió de la enfermería, dejándome sola nuevamente.

First golden trio.[1] 《H.P ÉPOCA MERODEADORA 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora