Narrado por Alexandra:
Ya habían pasado dos meses desde aquel doloroso día, mis amigos no me dejaban sola ni un segundo. También me hice amiga de unos gemelos de apellido Prewtt, pelirrojos como yo. Solíamos decir que éramos trillizos aunque no éramos nada parecidos.
Elizabeth y Zack fueron un súper rumor de Hogwarts, ya que se batieron a duelo con unos Slytherin que me molestaban por la muerte de mi hermano, incluso los Merodeadores se pusieron a su lado y lucharon con las serpientes hasta que llegó McGonagall y Slughor. Y con la aprobación de la jefa de nuestra casa, me quedé en su castigo con ellos.
—No debieron hacerle caso a esos idiotas.—Regañe a los chicos mientras ellos limpiaban el salón de Transformaciones al estilo Muggle.
—No podíamos quedarnos a escuchar como esos estúpidos decían esas cosas a ti.—Respondió Zack mientras limpiaba el escritorio de la Profesora McGonagall.
—Además hace días no hacíamos nada contra ellos.—Reclamó Sirius.
Negué con la cabeza, y tomé un trapo para limpiar los escritorios. Pero antes de limpiar, noté que había un papel en el suelo, lo tomé y leí "Lily Evans". Pertenecía a mi compañera de habitación.
—Debo darle esto a alguien, se le perdió.—Les dije a los chicos.—Ya vuelvo.
Todos asintieron y yo salí del salón en busca de la otra pelirroja. Camine apresurada, pues no quería cruzarme con algún Slytherin y que me hagan algo. Por suerte, siempre se encontraba en la biblioteca, así que fui hasta allí.
Entre, y la busque entre los estantes, hasta que en uno del fondo la encontré. Estaba sola y parecía muy triste.
—Lily.—Murmure para llamar su atención.—Ten, esto es tuyo.—Dije dándole la nota que había encontrado.
Ella me miró y sus ojos estaban cristalinos. Se levantó y tomó la nota.
—Gracias, creí que jamás la encontraría.—Dijo en un susurro que solo yo escuché.—Es de mi madre.
—¿Estás Bien Lily?.—Pregunté, aunque no éramos amigas.. el estado de la chica me preocupaba.
Ella volteó su rostro para mirarme, un suspiro cansado salió de sus labios.—Es que extraño a mi familia Alex.—Bajo la mirada a la carta.
—Te entiendo, a mi me pasa lo mismo Lily, pero debes entender que no toda tu vida estarás con ellos... Algún día te casaras, o no necesariamente, pero tendrás una vida con tus responsabilidades y sueños.—La mire mientras me acercaba.—Y si te sientes triste, puedes venir conmigo y hablar, o solo te haré compañía si no quieres hablar. No estamos solas Lils.—Ella me miro con sus ojos llenos de lágrimas y me abrazó. Se sentía sola, y yo sabía lo que era sentirse así.
[•••]
Luego de eso, estuvimos hablando en la biblioteca hasta la hora de la cena. Así que nos dirigimos al gran comedor mientras charlamos de bandas Muggles. Eramos tan parecidas.
Al entrar al comedor, vi a lo lejos a mis amigos. Le dije a Lily que vayamos con ellos, pero ella se despidió y fue con las otras chicas con las que compartíamos cuarto.
Camine hasta donde estaban los chicos y me senté junto Sirius.—¿Estabas con Lily?.—Preguntó Remus.
Asentí.—Encontré una nota que era de ella,así que se la lleve.—Respondí mientras me servía puré de papas.
—¿Te habló de mí?.—Preguntó James Risueño. Reí por la bajo y negué con la cabeza. El azabache decepcionado comía su pata de pollo.
—¿Cómo estás?.—Pregunta Sirius mientras me pasaba su brazo por los hombros. Volteé a verlo, y lo tenía muy cerca de mi, a lo que mi cuerpo tembló y baje la mirada al plato rápidamente.
—Bien, encontré a alguien con quien hablar de mis bandas Muggles favoritas.—Contesté nerviosa. Zack me elevo una ceja en cuanto lo mire, y sonrió picaronamente. Le lancé una mirada asesina y el automáticamente se puso a comer.
Sirius pareció quedarse en sus pensamiento, y con su brazo aún en mis hombros, me dispuse a comer.
Hace días que con Regulus no hablamos, incluso cuando los Slytherin me molestaron, el solo me miraba con pena hasta que Malfoy lo golpeó para que se riera, y así hizo. Desde ahí que ya no hablamos.
Todo estaba cada vez más tranquilo en Hogwarts, más que un enfrentamiento semanal entre dos casas en medio de un pasillo no había.
En el Quidditch, Gryffindor iba ganando y estábamos a un partido de patearles el trasero a las casas por la copa. Los jugadores estrellas, James, Sirius y Zack, le aseguraban a McGonagall que la copa a fin de año estará en su despacho y que se quedara por muchos años.
Todo cada vez se ponía mejor, incluso Ethan y Gabriel volvieron a casa, y le pidieron perdón a mis padres y a mí. Estas vacaciones las pasaría en mi casa, y en la tercera semana iré a lo de James, como nos había propuesto hace unos meses.
Luego de la cena, fuimos directamente a nuestros cuartos. Me pareció raro ver a mi lechuza Heidi parada frente a mi cama. Vi que tenía una nota atada a su patita derecha, la saque con cuidado y le di de comer mientras abría la carta con desespero.
"Alex,
Acabo de escuchar algo en una conversación de Ethan y Gabriel... Hablaban de una carta de Steven que dejó antes de morir.
Algo de un secreto decían, un secreto que mamá y papá están ocultando de ti.
Si puedes, trae esa poción que dijiste la otra vez, para sacarles la verdad y así saber que ocultan.Te quiero y te extraño.
Atentamente: Thomy"
Esa noche no pude pegar ni un ojo, le pedí la capa de invisibilidad a James, y me fui rumbo a buscar lo que necesitaba para esa poción. Serán unas vacaciones algo atareadas después de todo.
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First golden trio.[1] 《H.P ÉPOCA MERODEADORA 》
Fanfic[En Edición] Todos conocen el famoso "Trío de oro" de Hogwarts, donde pertenecen Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley. Pero nadie sabe que en la época de los Merodeadores hubo un Trío de oro. Tres Gryffindors, Tres amigos, Tres hermanos. ...