Narrado por James:
Ya hacía una semana que estábamos de Vacaciones, mi madre y yo estábamos acomodando todo para las próximas semanas en las que vendrían mis amigos. Mi mamá estaba más que contenta al saber que yo tenía más amigos además de los Merodeadores.
Incluso me preguntaba mucho por la zanahoria, y se el porque, la Maldición Potter. Pero mi madre no oía las veces que yo le repetía que mi pelirroja era otra.De repente, el silencio de la casa se vio interrumpido por una serie de ruidos y explosiones.
-Debe ser tu padre, alguna poción que salió mal.-Intentó decir mi madre, pero fuimos interrumpidos por mi padre.
-Yo estaba leyendo Cariño.-Dice mi padre. Acto seguido tomaron sus varitas y salieron hacia donde provenían los ruidos.
Abrieron la puerta de la entrada, y pude ver como Walburga le lanzaba hechizos a un mal herido Sirius. Mis padres comenzaron a lanzarle hechizos a esa vieja bruja. Mientras yo corría hacia mi mejor amigo, mientras lo sujetaba para que no caiga al suelo trataba de volver adentró de la casa.
-¡Metanse a la casa!.-Gritó mi madre mientras le lanzaba hechizos a la matriarca de los Black.
Y ahí iba yo, corriendo y esquivando los posiblemente Cruciatus que lanzaba Walburga mientras le gritaba a Sirius.
-¡NO TE QUIERO VOLVER A VER ASQUEROSO TRAIDOR! ¡CRUCIO!.-Oí, y sentí miles de agujas en mi cuerpo. Solté a Sirius y me empecé a revolver en el suelo del dolor. Y de la nada, vi todo negro.
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Desperté poco a poco,sentía mi cuerpo adormilado. Gire con lentitud la cabeza y pude ver a un herido Sirius que dormía sentado en una silla con la cabeza en el escritorio. La puerta de mi habitación fue abierta de par en par, y pude ver a mi madre correr hacia mi y mi padre hacia Sirius.
-¿Estás Bien James?.-Preguntó mi madre toqueteandome la cara para verificar que no tenía ni un rasguño.
Asentí en forma de afirmación y quise levantarme para ver a Sirius. Pero mi madre me hizo recostarme nuevamente.
-Perdón, no sabía donde ir. Solo pensé en ustedes.-Habló Sirius con la voz rota. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, jamás lo vi así.
-Tranquilo Hijo, ya no te harán más daño.-Dice mi padre para luego abrazarlo. Sirius quedó estático ante la muestra de cariño, pero a los segundos correspondió.
-Sirius, recuérdame que la próxima vez que vea a Walburga, le devuelva el favor y multiplicado.-Dijo mi madre apuntando a una pequeña herida que tenía en su antebrazo.
Sonreí ante el comentario de mi madre, pero al parecer Sirius se sintió culpable.
-Lo siento Euphemia, les prometo que me iré maña..-Estaba hablando pero mi madre lo interrumpió.
-De ninguna manera, tu te quedas aquí. Lejos de aquella loca familia. Sirius cariño, esto no es de ahora o ¿Si?.-Dijo acercándose a él totalmente preocupada.
El Black comenzó a llorar, y eso me partió el alma. Mi mejor amigo estaba teniendo una vida de mierda, y yo nunca me di cuenta.
-Desde primer año que quede en Gryffindor.-Sollozó-Me llaman traidor, y cuando opino en contra de la pureza de la sangre...-Hizo una pausa dando un gran suspiro.-Me lanzan Crucios y luego me dejan sin comer, me hacen la vida imposible y por si fuera poco, hasta el elfo domésticos me trata mal.
Si las expresiones faciales mataran, estoy seguro que las de mis padre y las mías, no solo matarían a Walburga. Sino que la revivirian varias veces para volverla a matar.
-¿Qué tantos años va uno a Azkaban por matar a alguien?.-Pregunté molesto.
-La misma pregunta iba a hacer yo.-Respondió mi madre de igual manera.
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Sirius fue acogido por mis padres, siendo así, le compraron ropa y las cosas para nuestro quinto año en Hogwarts. También agregaron una cama en mi habitación, pues ambos rogamos compartirla.
También fuimos a unas tiendas Muggles, donde Sirius miraba con amor a unos cassettes de algunas bandas Muggles. Los cuales una vez que se distrajo, los tome y les pedí a mis padres que se los compraran, lo que ellos aceptaron alegremente.
-Ten Hijo.-Dijo mi padre en cuanto llegamos a nuestra casa dándole la bolsa con los Cassettes , Sirius pareció palidecer cuando el patriarca Potter lo llamó "Hijo".
[•••]
-¿Has hablado con los chicos?-Preguntó Sirius cuanto llegamos a la habitación. En unos días vendrán los chicos.
-Sí, todos confirmaron que vendrían, pero Alex me dijo que tiene algo para contarnos.-Contesté. Al nombrar a la pelirroja, Sirius se removió ansioso.-¿Te gusta verdad?.-La curiosidad es un don Potter.
-¿Alex? No para nada, es solo mi amiga.-Respondió acostándose en su cama. Sonreí burlón, lo conocía como la Palma de mi mano a este idiota.
-Sí, y Lily es la que me ruega por una cita.-Contesté sarcásticamente. Pum, sentí como una almohada golpeó mi rostro.-¡Oye!-Me quejé, mis lentes salieron volando. Así que tuve que agacharme a buscarlos.
-Eso te pasa por idiota.-Dijo entre risas.
Y así estuvimos todo el día, entre bromas y risas. Algunas veces las bromas iban a mis padres y eso nos hacía reír como locos ante los sustos de mi padre y los regaños de mi madre. Parecíamos una Familia, y eso éramos desde ahora, una familia muy feliz.
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First golden trio.[1] 《H.P ÉPOCA MERODEADORA 》
Fanfiction[En Edición] Todos conocen el famoso "Trío de oro" de Hogwarts, donde pertenecen Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley. Pero nadie sabe que en la época de los Merodeadores hubo un Trío de oro. Tres Gryffindors, Tres amigos, Tres hermanos. ...