First golden trio.[1] 《H.P ÉPOCA MERODEADORA 》

40. Feliz cumpleaños Canuto.

3 de noviembre de 1977

Narrado por Alexandra:

-Debemos hacerlo luego de la cena.-Susurre a Eli. Estábamos en la biblioteca, ese día por suerte las clases pasaron rápido y estábamos en periodo libre.

Hoy es el cumpleaños número 17 de Sirius, legalmente mayor. Es un año mayor a nosotros, y hoy planee hacerle una fiesta sorpresa. Era jueves, así que íbamos a ir a la sala de menesteres a hacer una pequeña. Hable con los elfos de las cocinas y les pedí por favor que hicieran un pastel con diseño de Snitch y los colores de Gryffindor, ellos gustosos aceptaron.

-¿Los chicos ya saben como llevarlo?.-Preguntó mientras ordenaba los libros en el estante.

-Le dirán que Irán a planear la siguiente broma a Severus.-Contesté.

-Caerá redondo.-Dijo con una sonrisa.

-Sí, lo mismo dijo Remus.-Dije riéndome.

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Narrador omnisciente:

-¿Pueden decirme ya que haremos?.-Protestó Sirius por enésima vez en el camino, iban a la sala de menesteres bajo la capa de Invisibilidad guiándose por el mapa.

-Cállate, ya te lo diremos.-Respondió James caminando más rápido.

Cuando llegaron a la sala de menesteres, una pequeña puerta apareció delante de ellos. Hicieron que Sirius entre primero, aunque Remus le puso una venda en los ojos, impidiendo de que vea todo.

-Hey saquenme esto.-Dijo molesto.

Remus miró a Alex y ella asintió con la cabeza. Le quitó la venda y todos gritaron al unísono:

-¡Feliz cumpleaños Canuto!.

El chico quedó petrificado observando todo a su alrededor, la sala estaba hecha como para una fiesta. Había una mesa en medio con un pastel en forma de Snitch con una bufanda de Gryffindor. Era preciosa a la vista, el salón estaba decorado con colores de Gryffindor y un cartel que decía: "Feliz cumpleaños nro 17 Canuto". El joven Black estaba a nada de llorar, jamás imagino que alguien haría algo así por el.

-Chicos.-Dijo con la voz quebrada y una sonrisa que parecía más a una mueca.-Gracias.

-No es nada Canuto, fue idea de Alex.-Dijo James poniéndole una mano en el hombro del chico.

El Ojigris miró a la chica que más quería, su cabello estaba color rosa chicle y estaba vestida con un vestido negro pegado al cuerpo. Ella le sonrió sonrojada y luego le guiño un ojo. El sonrió, luego le agradecería en privado.