First golden trio.[1] 《H.P ÉPOCA MERODEADORA 》

20. P.P.P y Los Animagos.

Narrado por Alexandra:

-¿De que hablas Alex?.-Preguntó James nervioso. Mis amigos me enviaron una mirada asesina, pero la ignore.Queria saber la verdad, como dicen mis padres "Si amigos somos; mentiras no tendremos" y yo les conté cosas de mí, no podían traicionarme así.

-¿Alguien de aquí tiene un P.P.P?.-Pregunte en forma de indirecta bastante directa.

-¿P.P.P?.-Pregunta Peter.

-Pequeño Problema Peludo.-Dije mirando a Remus.

-Si tienes que recriminar por secretos, debe ser a mi Alex.-Dice Remus mirando al suelo.

Me levanté del suelo rápido.-¿Por qué ocultan cosas? Les contamos muchas cosas nosotros, en especial yo.-Reclamé con la voz quebrada.-Y no me importa tu P.P.P ni a ellos.-Señale a mis amigos.- Pero se supone que si somos amigos, no deberían haber secretos. ¡ESTOY HARTA DE LOS MALDITOS SECRETOS!.-Sentí la mano de Sirius en mi hombro, pero de un movimiento la saque. Caminé rápido en dirección al castillo con lágrimas de enojo en mis ojos, Eli y Zack iban corriendo detrás de mi.

Ese día ignoramos olímpicamente a los Merodeadores, y ellos se mostraban enojados. Nosotros debíamos estar enojados no ellos.

-Creo que nos pasamos Alex, quiero decir... no era nuestro trabajo meternos en los problemas de Remus.-Dice Elizabeth, estábamos en el gran comedor, a unos metros se encontraban los chicos hablando y mirando en dirección a nosotros.

-Yo les conté cosas Beth, les conté lo de la adopción, lo de mi hermano,hasta lo que no debía les conté. ¿Por qué? Porque se suponía que somos amigos y los amigos se cuentan sus secretos, dudas y cosas.-Replique molesta.

Zack solo nos miraba,no opinaba. Estaba callado.

-Solo digo, que hablemos con ellos. Rems me pidió perdón, y me dijo que si queríamos saber todo, solo debíamos hablar con ellos.-Intenta calmarme. Sabe que soy impulsiva y muy orgullosa.

Negué con la cabeza, me levanté de la mesa y salí del comedor. Estaba muy enojada, y si me encontraba con alguien que me dijera algo(lo más minimo) le lanzaría un hechizo. Llegue a la torre de Astronomía, me acerque al barandal y me quede ahí, respirando aire puro.

-Pensé que solo yo venía a relajarse aquí.-Oí detrás de mí, esa voz la conozco. Volteé y ahí estaba el Hufflepuff de Hogsmeade.-¿Está todo bien Alex?.-Pregunta acercándose.

-No...-Y me quebre, delante de un desconocido. El se acercó rápidamente y me abrazó.-Es que son muchas cosas Liam.-Solloce.

-Tranquila, desahogate.. llorar hace bien.-Dice mientras me apretaba más a su abrazo. Me sentía una idiota por llorar en el pecho de alguien que solo hable una vez.

Estuvimos hasta tarde hablando en aquella torre, me hacía reír. Incluso nos escondimos porque Filtch fue a ver que eran los ruidos. Y luego me acompaño cerca de mi sala común.

La dama gorda me regañó por despertarla, pero me dejó pasar. Al entrar a la sala común me encontré con un Remus, Sirius y James cabizbajos en los sillones. Los ignore con el afán de seguir mi camino, pero el ojigris se adelantó y me tomo del brazo.

-Tenemos que hablar Marie.-Dice muy cerca mío. No lo mire.

-Por favor Alex, déjame hablar contigo.-Ruega Remus muy desesperado. Se parece a James con Lily.

-Vamos primita, por favor.-Dice James. Cerré los ojos y asentí con la cabeza.

Caminamos hasta su habitación, y me senté en una cama vacía. Peter estaba durmiendo muy plácidamente en su cama desordenada.

-¿Y bien?.-Dije con apuro, quería irme cuanto antes.

-Para que entiendas te contaré todo desde el comienzo..-Dice Remus.-Cuando yo tenía cuatro años, mi padre se burló de hombre lobo llamado Greyback, el cual como venganza, me mordió. Condenandome a la enfermedad de la Licántropia de por vida.-Hizo una pausa.-Cuando Dumbledore me visito con la carta de Hogwarts, aunque era mestizo el debía ir a hablar conmigo porque yo me negaba a estudiar aquí por miedo a lastimar a alguien con esta condición.-Bajo la mirada, James puso una mano en su hombro y le dio un apretón en forma de apoyo.- Me dijo que podría ir a la casa de los gritos por un túnel, ¿Viste el árbol boxeador?.-Preguntó, asentí con la cabeza,ese árbol casi mata a Zack cuando íbamos a segundo.- Lo plantaron en la entrada del túnel el primer año que vine aquí. Los días de luna llena voy por ahí a la casa de los gritos,donde me transformó mensualmente.-Lo interrumpí.

-¿Y ellos que hacen para que no los lastimes?.-Pregunté.-Porqué se que van contigo.

-A eso iba Alex, los chicos hicieron algo ilegal para acompañarme y vigilar que no me lastime demasiado o salga de la casa y haga algo que luego me haga querer morir.-Dice aún mirando al suelo.

-¿Qué hicieron?.-Mi curiosidad gano más que mi orgullo.

-Se hicieron animagos ilegales.-Contestó. Y ahí estaba la respuesta, los hombres lobo no lastiman animales, por lo que ellos al ser animagos tenían la forma de un animal pero con la conciencia de un humano aún.

-Lamentamos no contarles Alex, pero no era nuestro deber informarles.-Dice James aún con la mano en el hombro de Remus.

-¿Por qué no nos dijiste Remus? Podríamos ayudar.-Dije mirando al oji-miel.

-Porqué temía que dejaran de hablarme por ser un Monstruo.-Dijo con la cabeza baja y los ojos cerrados.

Me levanté de la cama, me agache para quedar frente a el. Le tomé la cara para que me mirase. El me miraba con los ojos aguados.

-Remus John Lupin.-Dije mirándolo a los ojos.-Tu no eres ningún monstruo. Tú eres la persona más dulce y gentil que conozco.-Dije con una sonrisa.-No le digas a Elizabeth que te dije esto,porque me va a matar.- Remus me miro confundido.-Ella esta completamente enamorada de ti, ¿Crees que Zack y yo, que somos sus padres imaginarios, dejaríamos que ella estuviera con un monstruo? La respuesta es No. ¿Por qué dejamos que este contigo? Porque eres la persona más buena del planeta con un corazón puro. Un Monstruo es aquella cosa que mata por placer, como Lord Voldemort y sus estupidos y asquerosos mortifagos. Tu no eres uno Lupin, tu eres buena persona. Y perdón por habernos metido en donde no nos llamaban, esta en nuestra naturaleza el ser curiosos.-Dije con arrepentimiento, el no merecía el trato que le di, ni los chicos. Me abrazó, escuchaba sus sollozos, por lo que lo abracé más fuerte.

-Gracias por dejarme hablar y no abandonarme-Dice en un susurro.

-¿Para que son los amigos querido Lupin?.-Vi a Sirius sonreír, esa fue la frase que el Dijo aquella noche de navidad en la torre de Astronomía.