First golden trio.[1] 《H.P ÉPOCA MERODEADORA 》

36. ¿A que huele tu Amortentia?

Narrador omnisciente:

La clase de pociones, la más odiada por los leones y la más favorecedora para las serpientes. Alex no odiaba esa materia, sino que detestaba al profesor que la impartía.

Slougrt siempre algo nuevo quería hacer, siempre debía haber competencia. Y solo uno podía ganar.

Esta clase no iba a ser la excepción.

-Bien, Estudiantes.-Llama el profesor, todos los alumnos ya se encontraban sentados y listos en sus respectivos asientos.-Hoy decidí hacer un juego.-Dijo con una sonrisa, nadie ni siquiera Lily, sonrió ni se emocionó.-Guarden sus libros por favor.-Continuó ya que nadie contestó. Todos los estudiantes hicieron lo que Slugort pidió sin rechistar.-Ahora, yo pondré aquí.-Señalo una vieja pizarra.-La formula y los pasos de una poción, ustedes deben hacerla y tratar de descubrir que poción es.-Dijo muy contento, pues pensaba que era una idea genial y fuera de rutina.

Sin decir nada más, con un movimiento de varita, comenzó a escribir aquella fórmula. Alex desde su lugar, junto a Zack y Eli, comenzó a leer y supo de cuál se trataba.

-Es Amortentia.-Susurro casi inaudible a sus amigos. Ambos chicos asintieron entendiendo de que hablaba.

-Bien, Comiencen.-Ordenó el profesor.

Algún que otro caldero iba a volar por aquella habitación, pues digamos que Peter era normalmente al que se le explotaba sin explicación alguna, el viejo caldero de repuesto.

"Maldito Slugort, maldita Amortentia, malditos todos." Se dijo Alex así misma. Pues sabía a que se le enfrentaba, y esa poción era la menos favorita de la joven.

Por otro lado, no solamente Alex supo que poción era al primer instante, Severus Snape fue el siguiente en descubrir cuál era. Ambos hacían la poción por solo hacerla, pues ninguno de los dos quería tener que ver con esa poción.

Nadie más que aquellas personas nombradas, sabían que era aquel filtro de amor que era menos que odiada.

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-¿Por qué todo huele a Lily?.-Preguntó James, el había mejorado mucho en pociones y ya no estaba tan molesto como solía ser en esa clase.

-¿A Lily?, yo siento el olor de Elizabeth desde aquí.-Contestó Remus mirando al miope.

-Silencio, y atención a sus calderos.-Interrumpió el profesor. Ambos chicos solo se miraron y siguieron con la poción.

Algunos se quejaban, otros solo se sonrojaban y se quedaban callados. Esa poción te enviaba directamente a tu perdición si decías en voz alta lo que olías.