Narrado por Alexandra:
En el banquete de navidad, Sirius y yo nos ignoramos olímpicamente. El estaba muy coqueto con una Hufflepuff de tercer año, mientras yo solo conversaba conmigo misma mentalmente. Comí Pie de manzana y me largue del comedor para ir a mi habitación; la cual estaba vacía, solamente me quedé yo para las fiestas.
Tome un pergamino y una pluma, comencé a escribirle a mi mejor consejero, Thomas.
"Thomy...
¿Cómo estás? ¿Cómo estás pasando las fiestas? ¿Cómo va con Michael?. Yo estoy bien, o eso creo. ¿Es normal qué me enfade al ver a un chico (con el cual me peleo constantemente) que hable con una desconocida y que se sonrían?.
Me siento confundida... A veces pienso que hubiera sido de mi vida si nunca hubiera sido una bruja... Te extraño, extraño a nuestra familia. Extraño estar con mis cuatro hermanos y mis padres reunidos jugando al "adivina adivinador". Me siento tan culpable por el hecho de que Ethan y Gabriel se hayan ido de casa, y que Steven siga por su camino... Espero que tu jamás dejes a nuestros padres, y que me dejes a mi..
Gracias Thomy, por jamás haberme abandonado, por haberme aceptado y por seguir conmigo... Ahora más que nunca me siento sola.. Te extraño y te quiero Hermanito mayor. Saluda a mamá y papá de mi parte. Diles que los quiero.
Atentamente: Lexi"
Dejé la pluma junto al tintero, metí la carta en un sobre (donde puse dirección a donde iba dirigida y para quien). Mi lechuza, Heidi, Luego de haberle dado unos dulces, parecía estar lista para su entrega. Le puse la carta en su patita con un hilo, abrí la ventana y la lechuza gris emprendió vuelo.
Tome mi chaqueta de Jean, y salí de la habitación. Baje las escaleras sin hacer ruido alguno, la sala común estaba tan vacía como yo en estos momentos.
Camine con cuidado por los pasillos hasta llegar a la torre de Astronomía. Subí las escaleras sin emitir ruido alguno, y al llegar al final vi una figura apoyada en el barandal, el olor a tabaco golpeó mis fosas nasales con fuerza.
—¿Qué haces despierta?.—Preguntó aquella voz que conocía a la perfección. Camine hacia él y me pose a su lado, haciendo movimientos con mi mano para evitar que el humo del cigarrillo llegara a mi. El ignoró completamente mi acción y le dio una calada.
—Lo mismo iba a preguntar.—Contesté apoyándome en el barandal.
Un silencio reinó el lugar, ambos mirábamos las estrellas. No era un silencio incómodo, estábamos tan metidos viendo al cielo, que no notamos que ya eran las doce.
—Feliz Navidad Marie.—Dijo Sirius rompiendo el silencio con su voz algo ronca.
Ladee un poco la cabeza para verlo, el estaba con su mirada posada en mi desde hace unos segundos. Sus ojos brillaban con la luz que daba la media luna que había.
—Feliz Navidad, Orión.—Contesté, Sonreí débilmente y baje la mirada.
—¿Estás bien?, desde ayer te notó distraída y cabizbaja.—Dice aún con sus ojos en mí.
—Extraño a mi familia..—Hice una pausa. Suspire pesadamente.—Desde que supe que soy una maldita bruja, mi familia se rompió y probablemente para siempre. Y todo es por mi culpa.—Dije en un hilo de voz. Las lágrimas comenzaban a brotar por mis ojos. Rápidamente camine a los escalones que funcionaban como un lugar para sentarse.
—No puedes cambiar lo que eres, naciste siendo esto.—Dijo caminando hacia donde me encontraba yo aguantando las ganas de llorar.
—Mis padres están sufriendo, mis hermanos se fueron de casa, mi otro hermano se droga y el único cuerdo, esta tratando de ser feliz.—Una lágrima rebelde bajo por mi mejilla, la limpie rápidamente.
El pareció procesar lo que yo acababa de decir, estaba parado frente a mi, solo me miraba con la mandíbula tensa. Dio unos pasos más y abrió la boca para hablar.
—Todo se solucionará Marie, y si no sucede.. pues quizás debía ser así—Me miro nuevamente.—Si te hace daño el pensar en eso, creo que no es bueno para ti. Mereces ser feliz tu también.—Estiró su mano quedando frente a mi.
—¿Por qué me dices esto?.—Pregunté, el nunca se muestra así. Siempre es arrogante y básicamente ignora a cualquier persona cuando se siente mal. (No me malinterpreten, no estoy diciendo que es mala persona. Sino que solo se muestra así con los Merodeadores). Tome su mano y el jalo suavemente, haciendo que me pare y quede frente a el.
—¿Para qué son los amigos?.—Lo abracé, sabía que el estaba igual de mal que yo, pero que no me diría nada de lo que estaba pasando por su cabeza. Al principio se tensó ante mi contacto, pero segundos después correspondió dando un ligero apretón contra el, mi cabeza estaba en su pecho (Pues es dos cabezas más alto que yo).
—Gracias Orión. Eres un buen amigo.—Susurre contra su fornido pecho. Respiró profundamente, y me atrajo más a él, sus manos estaban en mi cintura.
Beso mi cabeza.—No es nada Marie, se que puedo ser un arrogante e insoportable, pero sé como te sientes y también sé que necesitás un abrazo. Aquí estoy.—Susurró apoyando su cabeza sobre la mía.
Estuvimos toda la noche así, en silencio pero en contacto. Mi cabeza en su hombro y su mano entrelazada con la mía. Necesitábamos de alguien en ese momento, y ahí estábamos. Apoyándonos mutuamente.
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First golden trio.[1] 《H.P ÉPOCA MERODEADORA 》
Fanfic[En Edición] Todos conocen el famoso "Trío de oro" de Hogwarts, donde pertenecen Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley. Pero nadie sabe que en la época de los Merodeadores hubo un Trío de oro. Tres Gryffindors, Tres amigos, Tres hermanos. ...