Flowers Boy ❀ Kookmin

❀ Prólogo

La floristería permanecía abierta todos los días en los que el grupo de alfas salía de la universidad. A veces el rubio y dulce Omega que camuflaba su olor entre las flores asomaba su cabeza para saludar a los estudiantes, otras permanecía observando desde la cristalera.

Taehyung, Jungkook, Yoongi y Namjoon paseaban por la puerta todos los días. No se sabía si atraídos por el olor de las flores o por el encanto del dependiente, pero lo hacían.

Por eso, un día cualquiera, a Taehyung, el cabecilla del grupo, se le ocurrió una brillante idea.

— ¿Qué apostamos a que esa carita de ángel debe ser un demonio en la cama? —Habló mientras relamía sus labios—. Haré algo; voy a comprobar si esa cosita sacada del mundo de las maravillas es virgen.

— ¿Estás apostando la virginidad de ese chico al que no conoces por demostrarnos que eres un imbécil? —Bufó Yoongi—. Eso ya lo sabíamos, y tú no sabes como es ese chico en realidad ni podrás comprobarlo.

— En efecto, mi querido Min, si que voy a comprobarlo.

— ¿Y cómo piensas que ese chico inocente va a caer tan fácilmente ante ti? —Habló esta vez Namjoon.

— Por que soy Kim Taehyung. —Se encogió de hombros—. Solo necesito un mes para tenerle completo para mí y gimiendo mi nombre bajo mi cuerpo.

Yoongi frunció el ceño en muestra de asco y repugnancia, Namjoon suspiró.

— Si lo logras, prometo ponerme camisetas todos los días con tu cara y "tigre" bajo ella.

— Hecho. —Miró al más bajo—. Yoongi también.

Jungkook, el más pequeño del grupo no había escuchado nada de la conversación al estar concentrado en el teléfono, es por eso que cuando Taehyung desapareció de la vista de todos, levantó la cabeza y le buscó con la mirada.

— ¿A dónde fue ese idiota?

— Nada importante. —Respondió Yoongi—. Solo a conquistar al chico de las flores y hacerle caer en su trampa para llevarlo a la cama.

— Ah, bien. —Asintió, segundos más tarde abrió su boca ofendido—. ¿¡Qué!?

— Y parece que ya empieza la acción. —Murmuró Namjoon mientras señalaba al chico entrar a la floristería.

No obstante, el rubio negaba con la cabeza y mostraba el cártel en la cristalera. Cerrado.

Taehyung bufó volviendo con sus amigos y éstos rieron para continuar caminando. Todos excepto Jungkook, quien se quedó mirando como idiota en aquella dirección.

Estaba demás decir que el joven Alfa se sentía un poquito atraído por aquel rubio. Solo un poco, era un crush platónico desde que le saludó a él y a su grupo de amigos el primer día de universidad.

Si Taehyung quería llevarlo a la cama y probablemente luego deshacerse de él estaba muy equivocado, eso no se lo permitiría ni aunque fuera su mejor amigo.

Juntó valor y respiró hondo para acercarse al local. Llamó al cristal y el chico tras él le sonrió amable para luego abrir.

— Lo siento, acabo de cerrar. —Se disculpó, el olor a flores inundaba sus fosas nasales.

— Yo... ehm... tú... —Carraspeó incómodo por no ser capaz de entablar una frase entera—. ¿Aquí venden flores?

El rubio Omega rió exageradamente y Jungkook palmeó su frente en silencio por la ridícula pregunta. Sin embargo, sus ojos viajaron a la mano del chico y la bebida que ésta sostenía.

— ¿Eso es leche de banana? —Preguntó con ojos brillantes, Jimin asintió sonriendo.

— ¿Quieres...? —Preguntó dudoso al ver que el Alfa no pretendía apartar su vista de aquel envase. Jungkook asintió—. Puedo... hay más en mi mochila, puedes entrar y esperar por ella.

— Gracias. —Sonrió.

Él conseguiría antes a aquel rubio, le haría confiar en él y le protegería de todo lo malo por venir, como por ejemplo un corazón roto por parte de Kim Taehyung.