Flowers Boy ❀ Kookmin

❀ Capítulo 44

Jimin y Jungkook se encontraban tranquilamente en el sofá, disfrutando de una película animada.

O eso creía el menor, porque Jimin estaba siendo muy revoltoso. Siendo consciente o no de lo que hacía, se apoyaba en el Alfa y pasaba su pierna, o a veces incluso su mano, por la entrepierna de éste, manteniéndolo jadeante cada cierto tiempo.

— Jimin. —Le llamó, inhalando como el aire se había convertido en una lucha de feromonas sexuales—. ¿Te encuentras bien? ¿Quieres dejar de ver la película?

Jimin negó de inmediato y se pegó más a su cuello, buscando su aroma y aspirando de él, volviéndose loco poco a poco.

— Puedes pedirme lo que quieras, nene, ya te lo he dicho varias veces.

El Omega se sentó mirándolo y jugó con sus manos como un niño pequeño.

— Jiminie... —Trastabilló—. Jiminie quiere cachorros...

— Oh... eso no puede ser aún, Jimin. —Sonrió tratando de acercarlo a él. Quedó sentado en el sofá y atrajo a Jimin sobre él—. ¿Estás así porque quieres cachorros, amor?

— Sí. —Contestó triste—. Jiminie quiere cachorros pero Alfa le obliga a tomar esas pastillas malas.

Jungkook abultó sus labios sintiendo la misma tristeza que él a través del vínculo.

— Oye. —Le habló sujetando el mentón—. Somos muy jóvenes aún, recién te marqué y estaremos toda la vida juntos, ¿vale? Te lo prometo. —Jimin asintió con la mirada entristecida—. Primero déjame acabar los estudios antes de tener cualquier cachorro.

— Vale, Alfa. —Asintió convencido.

Jeon acercó su rostro al hueco entre su cuello y hombro y buscó su reciente marca para besarla con cariño y lamerla con cuidado, tratando de cicatrizarla. Jimin tembló en sus brazos y se sujetó de sus hombros tratando de no jadear muy alto.

— ¿Se siente bien esto, nene? —Preguntó inhalando su aroma. Éste asintió frenéticamente—. Estoy seguro de que nuestro cachorro, cuando en un futuro lo tengamos, va a ser igual a ti. Va a ser un precioso Omega y va a oler a bonitas flores. —Jimin le miró ilusionado—. Le gustarán mucho las flores que su padre le de todos los días y su otro papá lo llevará al campo a enseñarle las amapolas y demás flores silvestres.

— ¡Sí! —Asintió emocionado—. Cachorro bonito.

— Igual que tú. —Alagó—. Será precioso porque se parecerá a ti, amor. Y cuando sea mayor le dejaremos que se tatúe, ¿verdad?

Park negó divertido.

— ¡Oye! ¿Por qué no, eh? —Preguntó burlón mientras buscaba las cosquillas del Omega con sus dedos.

Enseguida soltó una risotada que se escuchó por todo el departamento cuando los dedos del Alfa apretaron su cintura. Lo recostó en el sofá y se posicionó sobre él tratando de hacerle reír más fuerte. Jimin se retorcía entre sus brazos y reía a carcajadas tratando de escaparse del chico sobre él.

— ¡Para! —Vociferó riendo—. ¡Alfa malo!

Jungkook enarcó una ceja y lo miró con sus labios fruncidos.

— ¿Alfa malo? —Preguntó con desdén. Jimin rió asintiendo como un niño pequeño—. Pues el Alfa malo que hay aquí no volverá a ayudarte cuando tengas calor de más.

Ante el hecho de querer apartarse y fingir estar dolido por las palabras del Omega, el peligris lo tomó de sus hombros y lo acercó a su boca para besarlo con necesidad y amor. Jungkook ya perdió la cordura en ese mismo instante y se le olvidó el enojo fingido para besar aquellos labios que le volvían loco. Succionaban, mordían y lamían los labios del contrario con necesidad e ímpetu, cualquiera diría que trataban de desgastar los labios del otro.

Entonces Jimin llevó su mano bajándola por el fornido pecho del Alfa, acariciando sus pectorales y dejándola sobre sus abdominales a la vez que seguían besándose con pasión. Su mano jugó con la tira del pantalón del menor y éste se separó dejando un casto beso en los enrojecidos labios del chico bajo él.

— ¿Otra vez quieres jugar, nene? —Preguntó riendo. Jimin hizo una mueca y trató de acercarlo a sus labios de inmediato—. Eso es que si.

Se besaron de nuevo y Jungkook llevó sus manos a la espalda del Omega, metiendo sus manos bajo la enorme camiseta y acariciándola con sus enormes manos. La piel de Jimin se erizó cuando esas mismas manos bajaron hasta su trasero para apretar sus glúteos sin pudor. Gimió ante eso y el Alfa soltó su boca para mirarle con los ojos levemente rojizos.

— Voy a hacerte mío de nuevo, ¿estás bien con eso? —Park asintió varias veces—. ¿Puedo tomarte aquí mismo?

— No perdamos más tiempo, Alfa.

Asintió comprendiendo y aceptando la decisión del Omega y alzó sus caderas para bajar su molesta ropa y posicionarse entre las piernas del mayor. Segundos después, entraba sin dificultad y de una sola embestida, haciendo que Park arqueara su espalda y rozara sus pechos ante ello.

Los vaivenes constantes y rítmicos comenzaron poco tiempo después. Jungkook sujetaba las manos del Omega sobre su cabeza mientras embestía su lubricada entrada, el chapoteo entre ambos cuerpos se escuchaba por toda la sala debido al mismo lubricante y el chasquido por éste.

No pasó muchos minutos más cuando Jungkook enterró de nuevo sus caninos en aquella marca, renovándola solo horas más tarde, y ambos corriéndose al mismo tiempo. Jeon cayó sobre el mayor respirando con dificultad y tratando de no hacerle daño mientras esperaba a que el nudo bajase.

Jimin le miró con ojos brillantes y sujetó su rostro para besarlo por todas partes.

— ¿Cachorros? —Preguntó de nuevo. Jungkook sonrió negando con la cabeza.

— La próxima vez, nene.