Flowers Boy ❀ Kookmin

❀ Capítulo 16

Días después, el Alfa se encontraba con su grupo de amigos tomando algunos refrescos frente al local del chico flor. Éste último no había aparecido por ahí como Jungkook había esperado.

Pero entonces, deslumbró una cabellera rubia acompañada de otra castaña a lo lejos. Sonrió como idiota y se levantó de la silla donde estaba sentado para saludarlo. Jimin llegó casi trotando, importándole poco las miradas de los demás compañeros del más joven, y abrazó a éste del cuello con todas las ganas que había retenido en los días que no se habían visto.

Su amigo venía dando grandes zancadas tras él para llegar a la mesa donde estaban Taehyung y Yoongi junto a Jungkook. Les sonrió amablemente y acalorado mientras el rubio abrazaba al Alfa.

— Muchas gracias, Jungkook. —Habló cuando sacó el rostro del cuello ajeno—. Gracias por no sobrepasarte conmigo en mi estado y por todo lo que hiciste por mí.

Jimin se sonrojó tras sus últimas palabras y Jungkook le acarició el pelo despacio.

— ¿Recuerdas algo? —Jimin asintió aún con sus mejillas sonrojadas—. Entonces espero que algún día puedas perdonarme por tomarme tanta libertad contigo.

— ¡No, no! —Exclamó rápidamente el rubio—. No tienes que lamentarte por nada, Jungkook. Te agradezco enormemente que te hayas hecho cargo de mí aún cuando era más Omega que persona. No sé como agradecerte todo esto.

Jungkook sonrió de lado, miró a Taehyung, quién miraba con falso recelo la escena y volvió su mirada al Omega.

— Ten una cita conmigo.

El mayor boqueó y abrió sus ojos ligeramente.

— ¿T-Tú y yo... en una cita? —El Alfa asintió—. Ehm... bueno, vale, sí, está bien.

Jeon sonrió de nuevo y abrazó su delgado cuerpo. Fue entonces cuando se dio cuenta del otro chico que miraba la escena con ojos casi brillantes.

— Hey, no esperaba verte aquí. —Murmuró rascando su nuca nervioso.

— Traje a Jimin a su apartamento luego de unos días intensos. —Rió—. Nada que los supresores hayan podido calmar.

— ¡Hola! ¡Nosotros también existimos! —Habló Taehyung con voz divertida, Yoongi le pateó bajo la mesa—. El fantasma de pelo verde es Yoongi y yo soy Taehyung. Somos amigos de Jungkook, aunque falta uno.

— Encantado. —Sonrió—. Soy mejor amigo de Jimin desde hace muchos años y me llamo-

— ¿Seokjin? —Habló una voz a sus espaldas.

El nombrado se giró y deslumbró a su peor pesadilla justo enfrente de él. Jungkook miraba expectante la escena y Jimin contemplaba todo con ojos abiertos, entendiendo todo a la perfección.

— Namjoon, preséntate. —Habló Taehyung como si nada—. Es amigo de Jimin.

— Sabe quién soy. —Habló Seokjin con voz dura sin dejar de mirarle. Jimin inmediatamente llegó hasta su mejor amigo y le tomó de la mano—. Será mejor que me vaya, no tengo nada más que hacer aquí.

Acto seguido soltó la mano de Jimin y comenzó a andar ante las súplicas de éste por que parara. Namjoon no dijo nada más, en su lugar se sentó junto a Yoongi y prefirió callar.

— Jungkook. —Le llamó el rubio—. Por favor, acompaña a Seokjin. Tengo clientes esperando en la puerta y no puedo ir tras él.

Jeon asintió como niño bueno y salió corriendo en la misma dirección en la que el chico había desaparecido.

No tuvo que andar mucho para descubrir que en unos de los callejones cercanos a la universidad se encontraba Seokjin apoyado en la pared y sollozando casi sin hacer ruido. Jungkook se acercó temeroso.

— ¿Te encuentras bien? —Preguntó con miedo—. Jimin no podía venir porque tenía clientes y me mandó a ver.

— El mundo es un pañuelo. —Habló con voz rota—. Y la vida es una mierda.

— Oye no digas eso. —Se acercó al mayor y se sentó en el bordillo cercano a donde él estaba. Palmeó a su lado para que Seokjin se sentara y tras esperar unos segundos obedeció—. ¿Quieres contarme por qué saliste corriendo? Puede que no sea Jimin, pero también puedo aconsejar a la gente.

— Vi a un fantasma del pasado. —Confesó—. Namjoon es un fantasma de mi pasado.

Jungkook se apoyó de sus codos en sus rodillas y le miró atento.

— El día que me llamaste por lo de Jimin te dije que no era Alfa. —Jeon emitió un sonido afirmativo—. Pero tampoco soy Omega, ni Beta.

— ¿Eres...? —Aclaró su garganta—. ¿Eres un Delta?

Seokjin asintió y un pequeño sollozo escapó de sus labios.

— Soy un Delta. —Admitió, mostrando su cuello y como una herida bastante cicatrizada permanecía en él—. Yo... yo nunca me consideré un Alfa, siempre esperaba ser Omega, o tal vez un Beta. Pero la Luna me eligió como Alfa y no estaba preparado para ello.

Suspiró y continuó.

— Mi aroma no era del todo fuerte, podría ser una mezcla dulce, así que tampoco ayudaba a que se me distinguiera como un Alfa. —Entrelazó sus propios dedos—. Pero entonces entré en la universidad y conocí a Kim Namjoon. El chico malo, o rebelde, más popular entre todos los estudiantes.

— ¿Hace cuántos años que saliste? —Cuestionó pensativo—. Este es mi primer año.

— Hace dos años que salí de la universidad. Namjoon iba algunos cursos por debajo que yo. Nos conocimos en una fiesta de bienvenida a los nuevos estudiantes y nos hicimos amigos a partir de eso. Éramos los dos Alfas más codiciados de toda la Universidad, antes de que él buscara su propio grupo, y entonces... yo me empecé a enamorar de Namjoon. —Una pequeña lágrima escapó rodando por su mejilla—. Se lo confesé y él admitió que era mutuo. Pero ambos éramos Alfas, era biológicamente imposible salir entre nosotros. Por eso mantuvimos una relación secreta y poco más tarde me sometí a él y le entregué mi cuello.

Jungkook escuchaba esto con la boca abierta y la mirada perdida en el suelo. Namjoon... ¿él no haría algo malo no?

— Entonces, un día me confesó que nunca tuvo interés en mí. —Siguió—. Le llamó la atención que estuviese enamorado de él y me pidió salir por curiosidad, por saber que era estar y marcar a otro Alfa. Perdí mi aroma, celo e incluso lobo por él. Y Namjoon tan solo desapareció de mi vida para no hacerse cargo de mi depresión.

Jungkook no pudo evitar abrazarlo y transmitirle apoyo moral a través de esa simple unión. Había luchado tanto contra su lobo para ser tan joven, y además había acabado perdiendo en el campo del amor. Una cosa terrible que no quisiera experimentar nunca.

— Seokjin. —Le llamó—. No sabía de esta historia. Namjoon nunca contó nada relacionado, pero si que hablaba de un amor pasado que le había dejado huella y había sido un cobarde por haberlo perdido.

Seokjin suspiró y se limpió las últimas lágrimas.

— Ya no me importa. —Se encogió de hombros—. Solo ha sido el momento de verlo después de tanto tiempo. Que se joda.

Y Jungkook sonrió.

Se llevaría bien con el Delta.