❀ Capítulo 10

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Mentiría si dijera que a Jimin no le había impresionado cuando despertó y se encontró siendo abrazado cual peluche por Jungkook. Miró la hora en el reloj de mesa que decoraba el mueble a un lado de la cama y rió amargamente.

10:45

Ya de todas formas llegaba tarde a abrir el local, así que se permitió quedarse un rato más entre los brazos de Jungkook. Eran tan acogedores y cálidos que sentía que pertenecía ahí desde hace mucho.

Aún seguía en shock por haber descubierto una faceta de Taehyung que no esperó conocer. Sabía que algo andaba mal con ese chico y como le dijo a Jungkook, ese chico irradiaba Omegasidad. Era obvio que algo traía entre manos y cuando llegó el día anterior a su local pidiendo ayuda se lo dejó más que confirmado.

Taehyung llegó casi lloriqueando de dolor a su floristería, pidiendo, o mejor dicho, rogando por la ayuda de Jimin. Quería que le sacase de allí, que le ayudara a llegar a casa porque camino a la universidad, su celo había llegado tomándolo por sorpresa y no tuvo más remedio que decirse a Park la verdad. Era un Omega, al igual que él y había estado fingiendo todo ese tiempo para no sentirse desplazado.

No fue lo único que le pidió a Jimin, sino que alertó al rubio de que por favor buscara a su Alfa. Jimin no sabía como salir del trance en el que se mantuvo por bastante tiempo, no obstante, hizo lo que le pidió y logró localizar a Yoongi a tiempo. Éste salió antes ya que sentía que algo no iba bien con Kim.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que el amarre en su cintura se intensificó y Jungkook despertaba poco a poco. Se giró quedando frente a él y sonrió al ver como abría los ojos con molestia.

— Buenos días, Jungkookie. —Susurró—. Lamento haberme quedado dormido ayer, pero es que estaba muy cansado de haber recorrido toda la ciudad por la mañana.

— No te preocupes. —Habló con voz ronca sin abrir sus ojos, enterrando por inercia su rostro en el cuello del Omega—. ¿Puedo preguntarte algo?

— Uhum.

— ¿Quién es Christian Grey?

Oh, maldita sea, Jimin. ¿Qué habías dicho el día anterior mientras te mantenías medio dormido?

— Es un personaje de una novela erótica. —Murmuró con miedo y timidez—. Y bueno se ha adaptado también a una película. ¿Nunca has visto esa película?

— No. —Admitió—. No me gusta ver porno.

— ¡Eso no es porno! ¡Es de las mejores sagas que he leído, tengo toda la colección! —Exclamó sonriente—. ¡Puedo dejarte los libros cuando quieras!

— Si, está bien, algún día los leeré.

Se alejó del cuello del Omega para acariciar sus cabellos rubios desordenados.

— Ayer Taehyung... ¿te hizo algo que no querías? —Inquietó con cierto temo. Jimin negó—. No te obligó a besarle ni nada de eso, ¿verdad?

— No, Jungkookie. —Sonrió de lado—. De todas formas, Taehyung no es Christian Grey, así que no le hubiera aceptado el beso.

Y Jungkook no sabía exactamente lo que se le pasó por la cabeza para preguntar lo siguiente.

— ¿Y si yo fuera Christian Grey, me besarías?

Tampoco supo realmente el propio Jimin los corto circuitos que se le pasaron por la cabeza para responder a esa pregunta.

— No hace falta que seas Christian Grey para besarte.

Definitivamente, si algo salía mal culparían a la mañana y a como ambos habían despertado desorientados.

Pero no era así. Jungkook dejó de acariciar los cabellos del Omega en cuanto esa frase abandonó sus labios. Un leve nerviosismo acarició todo su sistema nervioso y se incrementó cuando vio a Jimin pasar su lengua lentamente por sus labios a la vez que se acercaba peligrosamente a su boca.

— J-Jimin... —Siseó.— No quiero hacerlo mal.

— ¿No quieres besarme? —Preguntó con miedo. Jungkook negó rápidamente—. ¿Por qué no quieres hacerlo mal? ¿De qué tienes miedo?

— No he besado nunca a nadie. —Admitió—. Tengo miedo de hacerlo mal.

— Jungkookie... —Acarició sus mejillas—. ¿Siendo un Alfa tan impotente y guapo no has tenido la oportunidad de estar con alguien alguna vez?

— La he tenido. —Tragó saliva—. Pero yo solo tenía ojos para alguien que me miraba a la lejanía y no era capaz de acercarme.

Jimin frunció el ceño sin separarse del pelinegro.

— ¿Lo quieres? ¿Estarías dispuesto a dejarme ser tu primer beso?

— No hay cosa en el mundo que desee más que eso. —Murmuró con las mejillas sonrojadas.

El Omega sonrió tiernamente y dejó un suave beso en su nariz. Acarició las mejillas del chico y llevó sus manos hacia su nuca para acercarle despacio a sus labios y enterrar sus dedos en el cabello frondoso del menor.

— Solo sígueme, ¿si? —Jungkook asintió.

Cerraron sus ojos casi al mismo tiempo y Jimin por fin chocó sus labios, en un principio en un roce casto y sencillo que se intensificó al instante cuando abrió sus labios y succionó entre ellos el labio inferior de Jeon. Jungkook intentó seguir los movimientos del rubio y mezcló y fundió sus labios con los de Park en un movimiento lento y experimental, abriéndolos de vez en cuando y succionando el labio contrario.

Fue entonces, que creyendo que Jimin daría por terminado su primer beso, abrió la boca para hablar, pero en ese instante, el Omega aprovechó para delinear con su lengua su labio y más tarde adentrarla en su boca sacándole un gruñido satisfactorio. Jungkook ya se encontraba lo suficientemente perdido en ese instante como para seguir con los vaivenes de sus labios y la cálida lengua de Jimin explorando su cavidad bucal.

Se separaron tras unos minutos con un delicioso chasquido y Jimin rompió el hilo de saliva con su lengua que pegaba a ambos labios aún en esa escasa cercanía que ambos mantenían.

— ¿Y bien? —Preguntó el mayor con los labios levemente hinchados.

Maldición, Jungkook quería volver a besarle.

— Tus labios son... son como una Rosa dentro de un ramo de Margaritas.

Y Jimin sonrió sonrojado.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora