Flowers Boy ❀ Kookmin

❀ Capítulo 13

Abriendo con dificultad la puerta de su apartamento con Jimin abrazado a él como si su vida dependiera de ello, logró entrar y sujetar mejor al Omega de la cintura para dejarlo sobre el sofá, recibiendo un gruñido.

— A mi no me gruñas, te estoy ayudando, Omega malo.

No debería haber dicho eso. En cuanto las últimas palabras dejaron su boca, Jimin abultó sus labios y con expresión triste miró al más alto mientras se abrazaba a uno de los cojines del sofá.

— Oh, no, no llores. —Murmuró acercándose—. Es una broma, ¿bien? —Acarició su cabello—. Es tan solo una broma. Jiminie es un Omega muy bueno y bonito.

Jimin se abrazó a él y lo tiró al sofá para acurrucarse en su pecho, oliendo su tan relajante aroma.

— Jungkookie... —Jadeó—. Me duele, Alfa...

Jungkook acabaría perdiendo ante los instintos de su lobo, así que salió de ahí cuanto antes y buscó entre sus cajones del mueble del salón el pequeño instrumento que utilizaba para la nariz cuando iba a nadar a la playa en sus días libres. Alcanzó un cubrebocas negro y se lo puso también.

— ¡No! —Exclamó el Omega—. ¡Quítate eso, Jiminie quiere besos!

Jungkook suspiró. Esto iba a ser más difícil de lo que parecía.

— Jimin, intento ayudarte. —Bufó cansado—. Si me dejara llevar por tu olor, mi lobo me controlaría y te haría cosas que luego puede que te arrepientas.

Park le miró con ojos brillantes.

— ¿E-Eso significa que a Jungkookie no le gusta mi aroma? —Jungkook negó rápidamente y se volvió a acercar para sentarse y tirar al Omega sobre él.

— Nada de eso, cachorro. —Susurró pegando el rostro del rubio a su cuello para tranquilizarlo—. Me gusta mucho tu aroma, así como a ti te gusta el mío, ¿verdad?

Jimin asintió enterrado en su cuello y acariciando con sus pequeñas manos la nuca del Alfa.

— Pero no estás muy consciente ahora mismo y no sé muy bien que hacer en estos casos. Así que esperemos a Hoseok y si él no puede ayudarnos ya veremos que puedo hacer contigo.

Terminó de hablar con una mueca en su rostro mientras acariciaba la delgada cintura de Park, notando como se estremecía ante su toque por el contraste de frío y calor entre ambos.

— ¿Con quién pasas tus celos, Jimin? —Habló suave—. ¿Le pides ayuda a tu hermano o algún amigo?

Jimin negó.

— ¿Puedes contarme?

— Mi hermano no viene nunca, está fuera del país. —Comenzó—. Mis padres son independientes de sus hijos. Antes me ayudaba un amigo, los pasaba y ya.

¿Un amigo?

— Uhm... —Murmuró el Alfa—. ¿Cómo te ayudaba?

— Aliviándome del dolor.

El Alfa iba a hablar de nuevo cuando la puerta fue tocada. Retiró al rubio de encima suya, recibiendo una queja y un berrinche, y se acercó a abrir la puerta.

— ¿Qué haces con todo eso puesto? —Dijo Hoseok tan solo al entrar por la puerta y ver todo lo que su primo llevaba para no oler las feromonas en el aire—. He traído supresores, debes darle uno cada tres horas aproximadamente para calmar sus dolores. Te aviso desde ya que esto no quita su apetito sexual, solo lo reduce un poco.

— ¿Por qué se lo tengo que dar yo?

— ¿No pretenderás que me quede? —Miró al Alfa que le miraba con una mínima esperanza—. Si esperabas eso. Pues lo siento, pero dos Omegas y un Alfa no es buena combinación cuando uno de ellos está en celo.

— ¿Y qué hago? No puedo permanecer aquí con él encerrado y oliendo sus feromonas. Mi Alfa lleva horas gritando internamente por salir y hacer suyo a Jimin. —Bufó.

— ¿Has llamado a alguien?

— Su hermano Alfa está fuera del país, sus padres literalmente pasan de ambos hermanos y me confesó que quién le ayudaba anteriormente era un amigo. No me ha dicho el nombre ni nada, pero viendo como me lo dijo ni pienses que voy a llamarle.

— ¿Y por qué no llamas a Taehyung? —Jungkook negó eufóricamente.

— No, ni de coña. Solo quédate, ¿sí? No sé como tratar con él.

— Mira Jungkook, me quedaría. —Señaló al rubio—. Pero el chico lleva amenazándome con la mirada desde que he entrado por la puerta. Así que no, lo siento, pero me cuesta mantener mi cutis perfecto para que un Omega en celo me arañe la cara.

Jungkook bufó como niño pequeño.

— No es complicado cuidar de un Omega en celo. —Le acarició el hombro—. Solo asegúrate de mimarlo todo el día y satisfacerlo. Siempre y cuando no te pases de la raya, él no está del todo consciente y no sabes lo que puede pensar cuando esto acabe.

— ¿Y cuánto dura? —Preguntó con mejillas sonrojadas.

— Aproximadamente de tres a cinco días, depende del Omega. —Miró a Jimin, quien se abstenía a quitar su cara amenazadora y gruñó en respuesta—. Yo ya me voy, suerte con ello.

Jungkook asintió y suspiró acompañándolo a la puerta para cerrarla tras él. Cuando se giró con la bolsa que Hoseok le dio de supresores en la mano, Jimin ya negaba divertido.

— No te rías, los vas a tomar sí o sí. —Avisó. El Omega volvió a negar—. ¿Estás juguetón hoy? Bien, vamos a hacer un trato.

Se acercó con una de las cajas en la mano y se sentó junto a Jimin.

— Si tomas uno de ellos ahora, haré lo que quieras. —El Omega le miró entusiasmado—. Absolutamente todo lo que me pidas.

Jimin le miró pensativo. ¿Absolutamente todo?