Flowers Boy ❀ Kookmin

❀ Capítulo 23

Jungkook miraba con desconfianza a Soobin, con una ceja alzada y la lengua apretando el interior de su mejilla.

— Cálmate. —Susurró Taehyung—. Vas a dejarte la ceja así para siempre y tendrás un agujero en la mejilla de tanto apretarla.

Bufó mirando a su amigo y miró hacia ambos chicos estaban charlando animadamente en la cocina, Jimin llevaba una taza con agua caliente y probablemente una infusión en sus manos y Soobin llevaba otra.

— Ni siquiera nos preguntó a nosotros si queríamos, el perro. —Murmuró Seokjin.

— ¿Desde cuándo se conocen o por qué rompieron?

Seokjin miró con una mueca a Jungkook.

— Ellos se conocen básicamente desde pequeños. Cuando ambos se presentaron como Alfa y Omega decidieron intentar algo, un amor adolescente, pero éste se vio obligado a ser separado cuando Soobin tuvo que viajar a la otra punta del país por estudios. —Se encogió de hombros—. Ellos quedaron en ser amigos y es la primera vez que se ven desde entonces. Es normal que quieran tener una conversación profunda ignorándonos.

— ¿Desde cuando conoces a Jimin?

— Algunos años. —Rió—. Prácticamente desde que pasó aquello.

Taehyung alzó una ceja sin entender.

— ¿Qué pasó? —Jungkook iba a hablar cuando Seokjin le interrumpió.

— Soy un Delta. Es por eso que me sorprendía que pudieras oler mi aroma o comunicarte con mi lobo. —Habló—. El día que salí corriendo fue porque vi al Alfa que me marcó. Namjoon es ese Alfa.

El castaño boqueó sorprendido.

— ¿Él... lo hizo sin tu consentimiento? —Seokjin negó rápidamente.

— Estaba a favor. Y también enamorado. Ya saben lo que dicen sobre que el amor nos vuelve locos y estúpidos, y mi principal locura fue esa. Enamorarme de un Alfa y permitirle que me marcara para que luego fuera todo una confusión de sentimientos. —Suspiró—. Si alguna vez tuvo sentimientos por mí. Tan solo fue curiosidad por explorar un terreno que no conocía.

— Oh... —Fue lo único que dijo.

— Está bien, no sigamos con estas cosas tristes. —Gruñó—. Juguemos a verdad o reto.

— Para eso deberíamos llamar a Jimin y el desconocido.

— No creo que esto salga bien.

Aunque las negaciones por parte de Jungkook no se hicieron de rogar, el chico acabó aceptando cuando Seokjin llamó a los dos que estaban en la cocina. Se acercaron hablando aún entre ellos y se sentaron todos juntos aceptando jugar.

— Tengo una aplicación en el teléfono para jugar a eso. —Añadió Taehyung. Jungkook le miró confundido—. ¿Qué? Yoongi y yo a veces nos aburrimos.

Negó en silencio y mantuvo el teléfono entre ellos para hacer girar la botella que determinaría el candidato a ser retado o decir la verdad.

Cuando Taehyung pulsó el botón por primera vez, la punta de la botella llegó hasta Jungkook y se paró ahí. Taehyung, queriendo abochornarlo, no tuvo mejor cuestión que preguntar en su mente si el chico elegía verdad.

— ¿Verdad o reto? —Preguntó persuasivo.

— Verdad.

Taehyung sonrió.

— ¿Eres el activo o el pasivo de la relación? —Jungkook le golpeó de inmediato en cuanto las risas de todos los demás se hicieron de sonar—. ¡Idiota! ¿¡Qué haces!?

— ¿¡Cómo voy a ser el pasivo siendo Alfa!?

— Ya, ya, cálmate, solo era una pequeña pregunta para calmar el ambiente. Aquí viene la buena... —Alzó sus cejas varias veces—. ¿Eres virgen, Jungkook?

Las mejillas del Alfa se encendieron casi de inmediato y bajo la mirada avergonzado.

— No.

— ¡Venga, si lo repites puede que te lo creas tú también! —Bufó Taehyung.

— ¡He dicho que no soy virgen! —Gruñó—. ¡Tira de la botella de nuevo!

El castaño le miró desconfiado, pero al alzar su vista y observar el rostro de Jimin del mismo color que el del menor lo entendió todo.

— Siguiente. —Avisó Jungkook dándole de nuevo al botón. La botella se paró justamente en Soobin y carraspeó incómodo—. Ehm... ¿verdad o reto?

— Verdad.

— ¿T-Tienes pareja? —Preguntó temeroso.

Soobin carcajeó.

— No, no tengo. —Presionó el botón y la botella paró esta vez frente a Taehyung—. ¿Verdad o reto?

Taehyung alzó una ceja.

— Reto.

Jimin se abalanzó hacia la oreja del chico y susurró algo entre sus manos para que nadie más supiera. Soobin asintió y miró a Taehyung.

— Te reto a que beses a Seokjin.

Y ahí había empezado la guerra.

Seokjin no estaba ni pendiente al juego cuando Jungkool le codeó y se enteró de todo el panorama de golpe. Taehyung casi no podía ni mirar a ninguno rojo por la vergüenza.

— Si no quieres hacerlo siempre puedes quitarte alguna prenda. —Tarareó divertido Jimin—. Aunque hace algo de frío y yo que tú no me atrevería a resfriarme por estas fechas navideñas.

Taehyung siseó entre dientes, pero igual se levantó de su sitio y le tendió la mano a Seokjin, el cual miraba la escena con ojos desorbitados y deseando que el castaño se negara.

No estaba preparado.

— Que sea rápido. —Continuó Jimin.

Jungkook estaba sufriendo por dentro por sus amigos, pero también quería ver eso.

Así que sin más, Taehyung se acercó al más alto y dejó un casto beso en sus labios.

— ¡Eso no vale! —Gruñó el rubio—. ¡Si se van a besar háganlo bien, es un reto!

Taehyung le miró enfurecido, no obstante, acortó de nuevo la distancia entre él y Seokjin y le besó profundamente. Nada comparado al beso anterior. El mayor se dejó llevar por unos segundos y le correspondió enseguida.

Jungkook miraba esa escena con las mejillas sonrojadas y estupefacto. Jimin sonreía de oreja a oreja y pedía perdón en silencio a Yoongi por haber sido culpable de aquello.

Lo que no pasó desapercibido para el menor, fue que Soobin había estado mirando a Jimin y en ocasiones a sus labios mientras la pareja se besaba en el medio del salón.

Eso no le había gustado.